En 1947, la junta directiva del Boletín de Científicos Atómicos de la Universidad de Chicago creó un curioso sistema para medir el tiempo que nos queda para volar por los aires en una guerra nuclear. Se trata del llamado "Reloj del Apocalipsis". Este reloj mide en minutos (que van desde las doce menos cuarto a medianoche) el tiempo que -figuradamente- nos queda. Con esta iniciativa pretendía concienciarse a la población mundial que la guerra nuclear era un tema muy serio. Lo más lejos que ha estado del juicio final es las doce menos doce en 1972 con la firma del tratado START de desarme nuclear, y lo más cerca es precisamente, a dos minutos de la medianoche en 1953 cuando EEUU y la UNión Soviética probaban con una diferencia de apenas horas la eficacia de misiles balísticos intercontinentales. La imagen que veis como cabecera hace referencia a ese reloj, y pertenece a la novela gráfica Watchmen. Cada capítulo avanza un minuto en dicho reloj, manchándolo cada vez más de sangre, hasta llegar a su sangriento final a medianoche. Hoy en día (desde 2012) se encuentra en las 23:55.
Sin embargo, en el terreno económico estamos a (haciendo mención a la canción de Iron Maiden a la que se refiere el título) "dos minutos para la medianoche". Y esto se debe fundamentalmente al desacuerdo entre los políticos americanos que puede llevar a una "interrupción masiva" en palabras de Christine Lagarde, presidenta del FMI. Si habláramos de energía, a una interrupción masiva se le llamaría apagón. Y si habláramos de guerra, bien podría ser el apocalipsis nuclear.
¿Es tan malo que EEUU haga default como para hacerlo equivalente en términos económicos a la peor de las confrontaciones bélicas? Lo cierto es que sí. La deuda de EEUU es la moneda de cambio con la que la mayor parte de bancos del mundo se presta dinero entre sí. Si EEUU hace default, la mayor parte del dinero del mundo posiblemente deje de tener valor alguno... en cuestión de días, sino de horas. Más o menos lo que puede tardar una guerra nuclear en exterminar nuestra civilización.
En estos momentos, EEUU tiene a los dos líderes del Senado, demócrata y republicano, negociando duramente para llegar a un acuerdo. Sin embargo, el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, juega con una baraja marcada, porque precisamente los demócratas han planteado el uso de la "opción nuclear" en caso de que los republicanos no accedan a levantar el techo de deuda. No, no se trata de juntar a todos los senadores en un páramo del desierto para que el diablo atómico se los lleve. Aunque la idea pueda ser tentadora, a estas alturas. La llamada "opción nuclear" (más info aquí, en inglés) consiste en alterar las reglas del Senado para reducir el número de votos necesario para poner fin al debate y evitar tácticas de filibusterismo, con el fin de poder votar al fin sobre el tema y evitar el juicio final.
Esto os sonará un poco a chino, pero me explico: en EEUU no hay límite de tiempo para discutir cualquier tema, ley, o asunto. Es necesario hacer una votación para dar el debate por concluido y proceder a votar acerca de la cuestión debatida. En estos momentos hay mayoría suficiente para aumentar el techo de deuda, pero no para finalizar el debate (que requiere dos tercios de votos de la cámara). ¿Por qué no se ha utilizado? Probablemente deriva de que el dudoso honor
de la autoría intelectual de la maniobra es nada menos que Richard
Nixon, en una interpretación especialmente libre de la Constitución
americana. Esto supone que tengamos a Ted Cruz desvariando de forma infinita.Creo que la parte más absurda e hilarante es cuando sacó un cuento para leer a sus hijas antes de acostarse, previendo que el debate duraría toda la noche. O cuando citó a Darth Vader a las tantas de la madrugada, no estoy seguro.
De lo que sí estoy seguro es que más les vale que encuentren una solución en los dos minutos que quedan para medianoche... o ya podemos prepararnos para un mundo posapocalíptico al más puro estilo Mad Max.
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