sábado, 29 de marzo de 2014

La Iniciativa Cyber Resilience, o macarthismo estilo s.XXI





Dentro del contexto de un mundo donde la información es poder y con los EEUU dando pasos decididos para adquirir el poder a través de obtener la información privada de todo el mundo a través de programas como PRISM, la Iniciativa Cyber Resilience presentada a través del WEF (World Economic Forum) es una forma encubierta de hacer algo que ya estuvo de moda en otra época, la de la caza de brujas de mcCarthy. Se trata de coaccionar a los ciudadanos a colaborar con el gobierno con fines geoestratégicos. El complejo industrial-militar de los EEUU ha dado el salto a la red y ahora pretende abarcar a la industria de la información. 

Vamos poco a poco, comenzando con una pequeña introducción histórica. El macarthismo se construyó en base a dos principios fundamentales: el primero de ellos es "existe una conspiración para destruir a los EEUU". El segundo pilar es "para atajar esta conspiración, todos los métodos al alcance de la política están bien empleados". Como es de comprender, cuando se mezcla fanatismo y poner el fin por encima de los medios, el resultado es el terror. Pasó con la Santa Inquisición, la Revolución Francesa, el Nazismo y la Revolución Bolchevique, y volvió a suceder con el Macarthismo. 

Curiosamente, usando los mismos métodos que sus enemigos, mcCarthy llevó a cabo procesos de interrogaciones masivas. Sin embargo, y aquí es a lo que voy, lo que se puso de moda fueron las declaraciones de adhesión y "revisiones de lealtad" a los EEUU y la recogida de firmas dentro de las empresas declarando sobre el rechazo al comunismo y al socialismo. Esto se convirtió en obligatorio dentro de las instituciones federales con el Decreto 9835 del Presidente Harry Truman, que autorizaba el despido de cualquier empleado bajo el cual "hubiera una duda razonable de comportamiento desleal a los EEUU".

En 1953 esto se intensificó, hasta el punto de que en 1958 uno de cada cinco empleados de EEUU estaban obligados a pasar algún tipo de revisión de lealtad, fuera una declaración formal o una investigación formal.

Pues bien, la Iniciativa Cyber Resilience busca algo muy similar a aquél Comité de Prevención de Actividades Antiamericanas. En esta lo que se defiende es la protección de las empresas frente a las amenazas a la seguridad informática que puedan dañarlas, pero también que puedan dañar indirectamente al Gobierno de los EEUU al depender este de la tupida red de subcontratistas que mantienen su seguridad. El objetivo es la implantación de un código de "buenas prácticas" en cuanto a la seguridad cibernética, pero el lado oscuro está en exigir una implicación individual de cada empleado en ella. Para ello se apoya en elevar el nivel de consciencia los ejecutivos de las empresas implicadas sobre las "amenazas de seguridad cibernética"  (extendiendo el primer pilar del macarthismo: hay una conspiración contra los EEUU), insistiendo en la idea de la existencia de un enemigo insidioso e invisible (amalgamado con la cómoda etiqueta de "la amenaza del terrorismo") e implantando estas "buenas prácticas" que no constituyen otra cosa que el segundo pilar de macarthismo (cualquier forma en que la política pueda luchar contra esta conspiración está justificada). Entre otras medidas se justifica la colaboración añadiendo la etiqueta de "confiable" a aquellas empresas que se unen (no muy diferente a las revisiones de lealtad del macarthismo). Entre otras medidas que se emplean está el escaneo del trasfondo de cualquier trabajador de la compañía y la compartición de los datos sobre su vida privada con el gobierno de los EEUU para su análisis. Ni qué decir el poder que adquiere EEUU cuando tiene en sus manos información privada de millones de personas que trabajan de forma indirecta para su Gobierno, o la influencia que puede ejercer cuando utilice esa información privada para exigir la colaboración de aquellos empleados de sus empresas subcontratadas con la amenaza de poner en peligro sus puestos de trabajo.

La cuestión que hay que poner sobre la mesa es: ¿hasta qué punto es esto democrático, y hasta qué punto es peligroso dividir a las empresas y empleados de la industria de la información entre "confiables" y "no confiables"? ¿No existe un peligro de incurrir en una discriminación de aquellos que se nieguen a colaborar con el gobierno cediendo sus datos privados o los datos privados de sus empleados por considerar vulnerada la privacidad a la que tienen derecho?

Desde este blog, nuestro punto de vista es que la cesión de datos privados debe ser siempre informada y bajo consentimiento de la persona afectada. Si la información es poder, y la información de los ciudadanos (de EEUU o no) está siendo entregada a los EEUU, entonces dichas personas están perdiendo el poder que su privacidad contiene y que constituye la base del sufragio secreto en el que se basa la democracia.

domingo, 16 de marzo de 2014

Un Mundo Feliz (I)



Algo que me quedó pendiente del año pasado, y que ya venía siendo tiempo de publicar, era hacer alguna referencia a los cincuenta años del fallecimiento de Aldous Huxley y la reedición de su obra más famosa, la cual he tenido la oportunidad de leer a finales del 2013. La foto que veis de cabecera es la portada de esta edición de aniversario. Con ocasión de hablar sobre el autor y su obra, planeo dividir esta reseña en tres partes. Esta primera estará dedicada a una pequeña reseña biográfica (me remito a la edición de Cátedra y el estupendo preludio de Jesús Isaías Gómez López para más detalle), algunos detalles sobre las diferentes ediciones de la obra, y finalmente, la propia reseña del libro. La segunda parte estará dedicada a la reseña del ensayo "Nueva visita a un mundo feliz", publicado por el propio Aldous Huxley con ocasión del vigésimo quinto aniversario de la publicación de la obra y la comparación de su obra con "1984", de George Orwell. Aprovecharemos esta ocasión para una digresión biográfica para tratar la relación de Huxley con Orwell. Finalmente, en una tercera parte trataré de hablar de la vigencia de la obra en la actualidad: tanto en cuanto al menor o mayor grado de acierto de Huxley con sus previsiones de futuro, como con respecto a su influencia en la ciencia-ficción en general.

Un breve paseo por la vida de Aldous Huxley


Aldous  Huxley nació el 26 de julio de 1894 en Laleham, una población del condado de Surrey, al sureste de Inglaterra. Su madre es sobrina del poeta Matthew Arnold, que nació en la misma población, y que sería profesor del University College de Dublín con James Joyce como alumno. Su madre fue, además, una de las primeras alumnas del Sommerville College de la Universidad de Oxford, graduándose con solamente veinte años. Su padre, Thomas Henry Huxley fue el famoso "bulldog de Darwin", un científico y zoólogo destacado en la época. Además de sus méritos académicos, algo que influiría en la vida de Aldous sería su concepción de la religión, ya que su padre fue quien acuñó el término de agnosticismo para hacer referencia a sus convicciones religiosas. Aldous creció en un ambiente ilustrado y enriquecedor gracias a sus padres. Estos no escatimaron en darle la mejor educación. Estudió primero en el internado Hillside de Godalming, en donde publicó en la revista literaria Doddite su poema "Sea Horses". 
En 1908, a los catorce años, ingresó en el prestigioso Eton College, en donde pasa cuatro años hasta su ingreso en la Universidad. En 1911, mientras que su futuro en la literatura se hacía cada vez más revelador, surge un terrible evento que lo dejó incapacitado durante dos años: contrae una enfermedad ocular conocida como queratitis punctata y que lo deja casi ciego durante dos años. Eso le obligó a pasar por diversas operaciones quirúrgicas y convalecencias, que terminaron por obligarle a proseguir sus estudios en casa con un tutor privado. En este tiempo hizo diversos viajes al extranjero y tuvo varias estancias en casas de amigos y familiares. Sin ayuda de nadie, aprendió el método Braille, y con una máquina de escribir adaptada, continuó su trabajo literario.
Un hecho que conmocionó su vida cuando empieza a recuperar su vida es el suicidio en el verano de 1914 de su hermano Trevenen, el cual se ahorcó como resultado de una depresión a causa de un rechazo amoroso. Este hecho conmocionó a Aldous, y se verá reflejado en su obra, incluyendo "Un mundo feliz". Cuatro años más tarde publicó su poemario "La derrota de la juventud", en el que intentó restañar la herida causada por este hecho.
Sin embargo, su primera obra sería "La rueda ardiente", en 1916, su primer poemario. En Garsington conoció a Juliette Bailott, que se convertiría en su cuñada (tras casarse con su hermano Julian). Juliette es institutriz de los hijos de la familia Morrell. Lady Ottoline Morrell fue una aristrócrata conocida por ser mecenas de escritores y artistas. Aldous entabló amistad con ella y se relacionó con su círculo, aunque la relación se va viciando con el tiempo y su novela "Contrapunto" reflejó las miserias de dicho grupo. Esto provocó la ira de la anfitriona y su expulsión del círculo literario. Esta novela fue un gran éxito literario y será lo que le valdrá a Huxley saltar a la fama mundial en su tiempo, hasta la publicación de "Un mundo feliz".
Tras estos hechos se trasladó a Italia, dando inicia a lo que los críticos han dado en llamar "la gran década" de Huxley. En los años veinte se produce su momento más prolífico, publicando un buen número de novelas y poemarios. Sin embargo, en lo que a "Un mundo feliz" respecta, algo que impacta sobremanera en Huxley fue la llegada al poder del fascismo en ese país. El temor a que el Estado tome el control de los medios de comunicación y los use con fines de control social a través de la propaganda dio origen en 1932 a "Un mundo feliz".
Tras pasar unos años en Francia (de 1928 a 1937), y una temporada en Londres los Huxley se embarcaron hacia EEUU, donde pasaron ya el resto de sus vidas, primero en Nueva York y finalmente en Los Ángeles. Allí fue donde comenzó la época en la que Huxley se desempeñó como guionista. Entre sus guiones está la adaptación de su propia obra, "Un mundo feliz", cuya puesta en escena no fue llevada a cabo hasta 1998, de la mano de Leslie Libman y Larry Williams. Hablaremos de ella en el tercer capítulo de esta serie.
La llegada de la era atómica marcó un giro en la obra de Huxley y tomó un cariz diferente. En lo personal, Huxley comenzó a experimentar con el misticismo asiático, así como con las drogas. Sin embargo, Huxley se tomaba muy en serio las consecuencias de éstas, y todas las veces que las consume lo hace en presencia de un médico que lo atienda durante el "viaje". En lo literario, aunque todavía publicó algunas novelas, comenzó una prolífica época dedicada al ensayo, en el que trata tanto el misticismo y la parapsicología, como la política, la sociología, y el papel de las drogas en la sociedad. Sobre todos estos temas trata en "Retorno a un mundo feliz", del cual hablaremos en la siguiente entrega de esta serie, y que Huxley publicó en 1958. En sus últimos años de vida se ve afectado por un cáncer de lengua que le obliga a extraerse un tumor en la laringe y que finalmente, el 22 de noviembre de 1962, cinco horas después del asesinato del presidente J.F.Kennedy, fallece mientras está bajo los efectos de una última dosis de 100 miligramos de LSD y mientras su esposa le lee "El libro tibetano de los muertos", tal y como dicta la tradición budista.

"Un mundo feliz", sobre el título y las ediciones en español

El título original de la obra es Brave New World, en referencia a la obra "La Tempestad", de William Shakespeare. Esta referencia aparece en el capítulo VIII de la obra, en boca -como no podría ser de otra forma- de John, el Salvaje. Esta referencia se perdió con el título dado por Luys Santa Marina a la primera traducción de la obra en 1935. El problema de esta traducción viene de la mano de la ideología del traductor. Santa Marina es activista del falangismo, y por tanto, su ideología conservadora le hace suprimir o minimizar cualquier referencia de la obra original al sexo. No sabemos por qué eligió este título para la traducción de la obra, pero ha permanecido a través del tiempo pese a su inexactitud.
La segunda traducción vino a cargo de Ramón Hernández para Plaza&Janés en 1969. Esta es la edición más extendida en España y Latinoamérica. Esta edición peca de lo mismo que la anterior, probablemente para evitar la censura franquista. Sin embargo, en esta ocasión la tijera de la autocensura es todavía mayor, ya que Ramón Hernández suprime además casi todas las referencias a avances científicos propuestos por Huxley en la obra, conviertiéndola de una obra de ciencia ficción en un drama social, seguramente por motivos comerciales. Ramón Hernández temía que la obra fuera relegada de las estaterías de las novelas de no-ficción a las entonces marginales secciones de ficción especulativa. Marginales o no, ese es el lugar donde debería estar, ya que Huxley se refirió por primera vez al borrador de su obra en una carta como "una comedia de ficción especulativa".
No será hasta esta tercera traducción de Jesús Isaías Gómez López que se levantan los tabúes religiosos y liteararios para que, más de tres cuartos de siglo después, podamos disfrutar de la opera prima de la ciencia ficción distópica en castellano en su plenitud. Tan sólo "Nosotros", de Evgueni Zamiátin se le antecede en el tiempo y cuenta con los rasgos propios del género. No obstante, es la obra de Huxley la que ha asentado firmemente los pilares del subgénero, junto con "1984" de George Orwell. De ambas y su relación con "Un mundo feliz" hablaré más en detalle en las siguientes partes de esta serie de entradas.

"Un mundo feliz", la reseña.

Después de esta introducción, que espero no resultara demasiado pesada, vamos a ir por fin al meollo con la reseña de la novela en sí.

El argumento de la novela podría resumirse de la siguiente forma: en una sociedad futura dividida en castas y en la que el ser humano es fabricado, en lugar de nacer, Bernard Marx se encuentra entre las mentes científicas más brillantes. No obstante, se ve relegado a un trabajo repetitivo y además, debido a su escaso atractivo sexual, sus opciones de encontrar compañeras son muy limitadas. Ante la humillación pública hecha por el Director de la institución en la que trabaja, Bernard busca la forma de vengarse. Casualmente, durante una expedición científica a una reserva de "salvajes", una pequeña nación de nativos americanos que constituye la última comunidad libre donde los humanos todavía nacen y forman familias, se encuentra con que dicho Director tuvo un "desliz" durante una expedición a dicha reserva y dejó allí abandonada a una mujer, Linda, con la cual tuvo un hijo que nació de forma natural. Bernard invita a ambos a Londres, y los lleva ante el Director, el cual queda humillado por su conducta y se ve obligado a huir. Bernard asume la posición de Director de Incubación y además gana una gran popularidad por su "hallazgo científico". Sin embargo, éste se volverá contra él cuando Linda muera a causa de una sobredosis de drogas, lo cual afecta terriblemente a su hijo John, que junto con la desilusión que esta sociedad le causa y los desencuentros amorosos con Lenina, le llevarán a rebelarse y provocar el caos.

La novela se estructura en tres partes: la primera de ellas nos muestra la sociedad de "Un mundo feliz". Ordenada y gestionada de forma brutalmente eficaz por la ciencia, los humanos viven y mueren para servir al Estado Mundial, un Estado totalitario que condiciona a los individuos desde la infancia a consumir, disfrutar de la promiscuidad sexual y de una droga legal, el soma, que hace a los individuos encajar mejor socialmente y levantar sus inhibiciones sociales (y sexuales). Gracias a esto, el Estado Mundial ha conseguido eliminar la guerra, el hambre, la vejez y cualquier clase de sufrimiento.
La segunda parte se centra en el ascenso y caída de Bernard Marx en su deseo de venganza, reconocimiento y deseabilidad sexual. Entre tanto, en esta parte asistimos a la historia de desamor entre Lenina y John el Salvaje. Aquí vemos también una fuerte parodia de la sociedad británica de principios de siglo, entretejida dentro de la trama, que en esta parte se acerca más a los personajes que habitan este "mundo feliz".
La tercera parte es la conclusión a la obra, en la que las acciones de Bernard, su amigo Helhomtz y de John los conducirán a rebelarse contra el sistema y las dramáticas consecuencias que esto tendrá en la vida de los personajes, y sobre la sociedad del Estado Mundial.

Algo característico de esta obra es la ausencia de un verdadero héroe. Ninguno de los personajes principales puede calificarse de bueno o malo en términos absolutos: ni siquiera Mustapha Mond, el controlador mundial, como máxima expresión de la represión del Estado Mundial es, en sí mismo, un ser malvado, sino que con sus acciones procura el mayor bienestar de la sociedad, pero también de aquellos individuos disconformes que terminan por enfrentarse a él y al Estado Mundial. Bernard Marx, motivado por sentimientos tan negativos como el odio o la venganza encaja más dentro del carácter del anti-héroe. John el Salvaje, en su bondad e inocencia podría ser calificado de héroe, pero esto se ve deshechado cuando recurre a la violencia para lograr sus propósitos. Lenina podría llegar a ser una heroína, pero su intolerancia a otras formas de pensamiento se encuentra demasiado honda en su condicionamiento para poder hacerle cambiar de parecer cuando se enfrenta a las injusticias. Helmholtz Watson es el que se encuentra más cerca de convertirse en héroe al tener en su mano cambiar la sociedad, pero en esa dicotomía termina por aceptar la solución más sencilla y huye del enfrentamiento con el sistema cuando puede derrotarlo.

Quizá sea, de toda la obra, lo que más opresivo resulta: la omnipotencia de este sistema represivo es tal, que ni siquiera sus individuos más sobresalientes quieren o pueden evolucionar. Se trata de una sociedad totalitaria tan efectiva que la rebelión ni siquiera es concebible para sus habitantes. Se han sometido tan de lleno al Estado, que la libertad les resulta abrumadora y alienante.

En cuanto a los temas tratados, hay una diversidad importante, pero el fundamental de ellos es el sometimiento del individuo al Estado y el control que éste ejerce sobre las personas, y cómo una dictadura puede llegar a ser ejercida por motivos totalmente benevolentes. ¿Qué otra alternativa hay, pues, si esta dictadura ha eliminado todos los grandes males de la sociedad que le precedieron: el hambre, la guerra, la escasez, la insatisfacción? ¿Merece acaso la libertad renunciar a la estabilidad y prosperidad que otorga el Estado Mundial? Por otra parte, también se tratan otros temas como los papeles que tiene el sexo, la ciencia o la religión en la sociedad y en la política.

Nota: 10. Desde mi punto de vista, esta obra se trata de uno de los grandes clásicos de la literatura del siglo XX (y no sólo de la ciencia ficción) por haber sido construida de forma detallada hasta lo infinitesimal. Todo en la obra, desde el principio hasta el final, cada página, casi cada frase ha sido concebida con una intencionalidad que extiende la obra mucho más allá de sus páginas y de su tiempo. Se merece un 10 en toda regla, aunque ponerle una cifra en una escala limitada resulta casi denigrante, puesto que la importancia de esta obra en el futuro será fundamental.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Las elecciones "en juego": cómo los Numerati influyen en tu ideología muy poco discretamente


Hace unos días, el blog The Switch publicó un artículo acerca de los planes de Microsoft para usar los datos de juego de los usuario de XBox Live con el fin de mostrar publicidad electoral a los jugadores. Para apoyar la idea, los chicos de la compañía de Guille Puertas se pasaron por la Convención Conservadora el jueves y proporcionaron material promocional a los asistentes. Algo interesante que Microsoft ha defendido en la convención es la capacidad de llegar al público femenino y a las minorías étnicas a través de XBox Live, su sistema de juego en línea. En estos momento, el 38% de suscriptores del servicio son mujeres, y un 40% están casados. Cerca de un 20% tienen hijos. Todas estas cifras son importantes para los republicanos, que necesitan ganar votantes en estos espacios demográficos (hace diez años que los republicanos van detrás en voto femenino, por ejemplo). De esta forma, teniendo en cuenta caracteristicas personales y hábitos de juego, Microsoft ha creado toda una serie de perfiles en los que dividir a los potenciales votantes y a los que ofrecerles publicidad electoral.

Sin embargo, no es la primera vez que videojuegos y política hacen negocios juntos. La imagen de portada hace referencia a una polémica que tuvo lugar en las elecciones de 2012 y que consistió en los anuncios electorales de Obama en el juego Madden NFL Online. Pero esto va más atrás todavía: en 2008, Obama hizo campaña en 18 videojuegos. Obama sacó provecho de estas estrategias en 2008 y 2012, elecciones en las cuales los republicanos rechazaron usar los videojuegos para anunciarse, pero la noticia acerca de la presencia de Microsoft en la Convención Conservadora puede marcar un punto de inflexión si los republicanos se deciden en este sentido.

En lo que se refiere a España, no hemos podido encontrar nada al respecto. Parece ser que los políticos españoles todavía no han comprendido que en España un 40% de españoles han jugado a alguno durante el año 2012 y que un 44% han sido mujeres, por comparar datos con los ofrecidos de EEUU. De hecho, un 24% de los españoles juega semanalmente. Estos datos provienen del estudio de ADESE que podéis encontrar aquí. Bien, quizá la única excepción a esto sea Gaspar Llamazares, que en 2007 dio un mitin en Second Life. ¿Para cuando el Sim de la niña de Rajoy? Aunque desde luego, con sus más de 30.000 descargas, el juego "Mariano Ninja" puede considerarse todo un éxito... de la oposición. Me despido con el anuncio del juego. ¡A recortar!

domingo, 2 de marzo de 2014

Revoluciones de hoy, ¿dictaduras de mañana?



Estos días la prensa y los medios vienen copados con la atención a las "revoluciones" que están teniendo lugar en Venezuela y Ucrania. Con la cautela de expresarme ante dos conflictos que están todavía abiertos, hay varios hechos que llaman mi atención y que me causan cierta inquietud. Estas supuestas revoluciones tienen menos de democráticas y populares de lo que los medios occidentales dicen. Como muestro en la imagen de portada, no es ni siquiera la primera vez que ocurre en estos mismos países. La historia se repite y una vez más, las revoluciones de hoy pueden ser el germen de las dictaduras de mañana.

Para empezar, quiero dejar claro que las diferencias entre ambos países son importantes. Sin embargo, es significativo que estos hechos se produzcan en ambos países a la vez. El principal nexo está en las dos cosas que ambos países tienen en común: por una parte, el ser países estratégicos en la producción/distribución de hidrocarburos (en el caso de Ucrania, ser una de las rutas de gasoductos europeos). Lo segundo que tienen en común es que ambos países son aliados de Irán, y aliados entre sí, como muestran estas fotos:

El difunto presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con el expresidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad

Visita de Chávez a Ucrania, en una foto con el Presidente depuesto de ese país, Viktor Yanukovich

Otro factor en común que tienen ambos países es que sus líderes fueron elegidos democráticamente, aunque con fuerte polémica (Ucrania, Venezuela). Algo importante a tener en cuenta, sin embargo, es que en ambos casos la imparcialidad de dichos observadores puede ser puesta en duda al haber sido convocados por la oposición al candidato oficialista. Tan sólo en el caso de Ucrania dichos observadores pertenecen a un organismo internacional neutral, como es la OSCE, pero con todo dichos observadores, aunque encontraron irregularidades, aceptaron el resultado. La oposición de ambos países se quejó amargamente sobre los resultados, y en definitiva, terminó saliendo a la calle para reclamar en ellas lo que no pudo tomar en las urnas. Sin embargo, la memoria suele ser bastante corta, por lo que merece la pena recapitular un poco la historia.

Ucrania, de la revolución naranja al Euromaidán.

En el año 2004 se celebraron unas elecciones en Ucrania, en donde los principales candidatos fueron Viktor Yanukovich (prorruso) y Viktor Yuschenko (proeuropeo). El dilema fue entonces el mismo de hoy día, o muy parecido: el acercamiento o no a la Unión Europea. Yushcenko perdió oficialmente las elecciones por un margen escueto y denunció que hubo fraude, además de haber sido envenenado (no se sabe por quién, todavía). El resultado fue la "revolución naranja"

La Plaza de Independencia (Maidán), el primer día de protestas de la Revolución Naranja.

Al final, el Tribunal Supremo anuló los comicios, hubo nuevas elecciones y Yuschenko terminó por ser elegido presidente, aunque el gobierno encabezado por Yulia Timoschenko no duró más de un año por las disensiones internas. Como consecuencia de ello, en 2006 hubo elecciones legislativas, en las que el partido más votado fue el "Partido de las Regiones" de Yanukovich, con Timoschenko en segundo lugar y el partido "Nuestra Ucrania" del presidente en un discreto tercer puesto.  Esto causaría que Yanukovich comenzara a gobernar como primer ministro electo. Al cabo de unos meses, Yuschenko disuelve el Parlamento y convoca nuevas elecciones legislativas, lo cual es acusado de ser inconstitucional. Yuschenko entonces destituyó a tres de los dieciocho jueces del tribunal por considerarlos corruptos. La popularidad de Yuschenko se fue hundiendo con la presión rusa sobre la economía (que obligó a subir los precios del gas), y en 2010 terminaría su mandato convocando elecciones. Timoschenko entonces se enfrentó a Yuschenko y el vencedor a río revuelto fue Yanukovich, que se convirtió en presidente. Las relaciones con Rusia mejoraron a partir de entonces, y la economía volvió a funcionar... de aquella manera. Yanukóvich, desde 2004 había tejido toda una importante red clientelar de poder en torno a distintos oligarcas, de forma que aunque Yuschenko se comportó de forma corrupta y autoritaria, Yanukóvich tampoco enmendó esa senda. 

El comienzo de las protestas, sin embargo, fue por un motivo bastante inocuo. Se trató de la marcha atrás en la firma de un tratado de libre comercio con la Unión Europea. Esta vez, la estrategia de los manifestantes fue diferente: se acamparon en la plaza y resistieron cualquier intento de desalojo por parte de la Policía, incluso violento. El resultado fue que la tensión se fue incrementando hasta producirse un número cada vez más elevado de muertos. ¿Cómo pudieron resistir durante meses una serie de manifestantes a escuadrones de policías antidisturbios fuertemente armados? La respuesta es gracias a las denominadas "fuerzas de autodefensa" formadas por grupos neonazis y de extrema derecha.

Las "fuerzas de autodefensa" en acción

Manifestantes "pacíficos" con los brazaletes amarillos con el símbolo del partido neonazi Svoboda

El resultado final fue que el propio presidente terminó por darse por vencido, y él y un número importante de miembros del Parlamento huyeron de la capital, que quedó en manos de estos "opositores". Entonces el Parlamento destituyó a Yanukovich (cuyo partido ahora se encontraba en minoría gracias a las deserciones), restablecieron la constitución de 2004 (aprobada por el gobierno de Yuschenko, sin referéndum popular), liberó de prisión a Timoschenko (que se hallaba en prisión por favorecer a Rusia en contratos sobre la explotación de gas natural, el principal recurso del país), y nombró un gobierno interino que convocó elecciones para el 25 de mayo. Como Presidente interino se nombró a Alexándr Turchinov, mano derecha de Timoschenko.  Todo ello, como narran aquí los periodistas Alberto Sicilia y Pablo Suanzes con estos "grupos de autodefensa" custodiando el Parlamento mirando hacia dentro del mismo y retransmitiéndose toda la sesión a la Plaza Maidán con el fin de en tiempo real se supiera el resultado de las votaciones. Uno de los parlamentarios del partido ahora de la oposición confesaba "¿Qué íbamos a hacer? No nos queda más remedio". 

La "protesta pacífica" del Euromaidán, este jueves.

Es evidente que la legitimidad de este Parlamento que ha puesto en fuga a la mitad de sus miembros para que se queden los que interesa que voten y que aún estos lo hagan coaccionados ante el posible uso de la violencia contra ellos carece de cualquier legitimidad. Por esta razón difícilmente puede calificarse de "revolución" lo ocurrido en Ucrania, sino de un golpe de Estado. Ni qué decir que tanto la Unión Europea como EEUU han reconocido al nuevo gobierno a pesar de todas estas irregularidades, mientras Rusia lo rechaza por ser "extremistas con Kalashinikovs". No en vano, los rabinos ucranianos recomiendan abandonar Kiev. Muchos de ellos temen que comience en el país un pogromo organizado contra los judíos, auspiciado o al menos, tolerado, por el nuevo gobierno.

Venezuela, el "Americanmaidán"


Entre tanto, en Venezuela, se desarrolla su propio movimiento de protesta. La razón del mismo radica también en motivos económicos. Aunque la oposición ya llamó al enfrentamiento a consecuencia de un supuesto fraude, no tuvo mucho éxito en la convocatoria. Fue sin embargo, cuando el presidente Nicolás Maduro empezó un programa masivo de confiscaciones y nacionalizaciones. A consecuencia de esto comenzó un movimiento estudiantil de protesta contra la inseguridad (que por los saqueos organizados supuestamente llegó a un pico inaceptable para ellos). El 12 de febrero tres personas murieron a causa de los disturbios, y a día de hoy el número de víctimas mortales asciende a 17. Irónicamente, las protestas están agravando el desabastecimiento, lo cual fortalece a los partidarios del gobierno a mantener que los protestantes buscan el colapso económico del país.

Al igual que en Ucrania, el presidente Maduro heredó de Hugo Chávez una densa red clientelar y de apoyo a su gobierno que traspasa las fronteras democráticas. Al contrario que Yanukovich, en cambio, el apoyo de Maduro se encuentra en las clases más desfavorecidas, que dependen de las políticas sociales que pueden permitirse gracias al petróleo. Sin embargo, cuando la inflación devoró los beneficios de ese petróleo y las ayudas no se incrementaron en proporción (porque tampoco Venezuela hizo ningún esfuerzo en diversificar su economía o invertir en otras industrias), el resultado fue la escasez y carestía que llevaron al descontento. La espiral de violencia crece porque por una parte, el gobierno recurre a la represión utilizando sus propios grupos violentos (los "colectivos", además de la propia Policía antidisturbios), y por otra los manifestantes imitan las tácticas de guerrilla empleadas por los ucranios en su levantamiento "popular". 

Como se sugiere en el siguiente vídeo, se recurre a la táctica puesta en práctica en Ucrania de realizar disparos a los manifestantes por parte de grupo autónomos armados, con el fin de provocar el pánico y filmar falsas escenas de represión mediante el uso de diferentes juegos de cámara. Esta táctica ha sido usada, como se dice, también en Siria.


 

El Factor X en común entre ambos conflictos, el "golpe suave".

Ya en el camino hasta este punto he señalado algunos puntos en común que sugieren una estrategia global, o al menos un esquema táctico similar en las protestas de ambos países, enemigos de EEUU y ambos productores de petróleo y/o hidrocarburos. Resulta cuando menos sospechoso.  Si bien ni Maduro ni Yanukovich son precisamente el mejor ejemplo de líderes democráticos, sí han sido elegidos de esa manera y en ambos países existe un plan estructurado para derrocar el gobierno (en Ucrania ya ha tenido éxito, en Venezuela ya veremos). 

Es pronto para acusar a EEUU de estar detrás de estos hechos, pero no sería la primera vez que provocan el shock como una forma de cambiar el régimen operante en el país, por otro en su favor.

En el vídeo anterior se hablaba del "golpe suave", como táctica a llevar a cabo para derrocar al gobierno. Resulta que esta estrategia subversiva fue desarrollada en EEUU. Analicemos esto en algo más de detalle.

La estrategia del "golpe suave" tiene su origen en las teorías de Gene Sharp para la desestabilización de los Estados. De acuerdo con Sharp, es posible derribar cualquier Estado promoviendo la desobediencia, ya que la obediencia es la fuente de todo poder. Esta idea se encuentra bastante difundida entre los pensadores anarcoliberales. Por ejemplo, citando a Murray Rothbard:

"El Estado es la única organización que obtiene sus ingresos, no a través de contribuciones voluntarias o el pago por servicios prestados, sino a través de la coerción. (...) el Estado obtiene su renta mediante el uso de la compulsión, es decir, la amenaza de la cárcel y la bayoneta."
 O por ejemplo, David Friedman:
"El uso directo de la fuerza física es una solución tan pobre al problema de los recursos limitados que normalmente sólo es empleado por niños pequeños y por las grandes naciones. La solución usual es que el uso de cada cosa debe ser decidido por una persona o por algún grupo de personas organizado bajo algún conjunto de reglas. Se llama a tales cosas la propiedad. Si cada cosa es controlada por un individuo que tiene el poder para transferir ese mando a cualquier otro individuo, nosotros lo llamamos la institución de la propiedad privada."
Volviendo al tema que nos ocupa, esta idea aparentemente inocua de resistencia "no violenta" fue convertida en una estrategia de desestabilización de regímenes políticos. El responsable de ello fue el Coronel Robert Helvey (en inglés), que casualmente acudió a uno de los seminarios de Sharp y decidió poner en práctica esta estrategia en Brimania. En esta entrevista nos cuenta cómo (en inglés).

Gene Sharp desarrolló un plan dividido en cinco etapas:
  1. Ablandamiento. Esta etapa consiste en la deslegitimación del régimen y el fomento del descontento. Se ponen de relieve problemas graves cuya causa solución directa pasa inexcusablemente por la disolución del régimen y la creación de otro nuevo. Esto se ha manifestado tanto en Ucrania como en Venezuela mediante las acusaciones de fraude electoral, además de las protestas por la inseguridad en Venezuela o en Ucrania por la desvinculación de Ucrania con el tratado de libre comercio con la Unión Europea que hubiera traído una reducción de los precios de las importaciones alemanas, especialmente del gas.
  2. Deslegitimación. En esta etapa se busca hacer una campaña de imagen mostrando al gobierno como autoritario o dictatorial. A esta fase corresponden las protestas en Ucrania por el uso de los "Titushki" por el gobierno (que como vimos arriba, no son otros que los propios "grupos de autodefensa" neonazis), o en el caso de Venezuela por la acusación del uso de los Colectivos o incluso la GNB (Guardia Nacional Bolivariana) para reprimir protestas mediante las armas.
  3. Calentamiento de calle. Esta fase consiste en la formación de plataformas de lucha a pie de calle mediante protestas, manifestaciones e incluso paralización de calles o invasión de edificios gubernamentales. Esto es lo que ocurrió en Kiev el 24 de noviembre y en Caracas el 12 de febrero, y de forma sistemática a diario a partir de entonces.
  4. Combinación de diversas formas de lucha. En lo que consiste esta fase es crear un clima general de ingobernabilidad mediante la toma de símbolos de poder, edificios administrativos o instituciones de gobierno. En el caso de Ucrania, podemos citar la toma del Parlamento y los edificios administrativos y de gobierno tenida lugar del 20 al 22 de febrero. Venezuela no ha llegado todavía a este punto del conflicto, pero todos los días se suceden las marchas y el bloqueo de calles impidiendo la vida normal del resto de ciudadanos.
  5. Fractura institucional. En esta última etapa, que sólo Ucrania ha alcanzado por ahora, nos encontramos con la renuncia del Gobierno y la desestructuración del Estado. En el caso de Ucrania nos encontramos además con la posible secesión de dos regiones, Crimea y Lviv (en inglés). No obstante, Venezuela podría encontrarse cerca de esta fase con la paranoia por parte del Gobierno acerca de una conspiración. Puede que esta conspiración exista o no, pero sin duda constituye un signo de fragilidad creciente que podría convertirse rápidamente en caos institucional.
Como podemos ver, en ambos procesos supuestamente revolucionarios hay un plan organizado que responde a un programa diseñado "en laboratorio" y que ya ha sido antes puesto en práctica, aunque no a esta escala.

Por supuesto, esto no significa que la CIA esté organizando un siniestro plan para aislar a Siria de sus aliados previamente a una intervención militar mientras que se crean gobiernos afines a los EEUU. El manual de Gene Sharp está disponible en Internet al alcance de cualquiera, y es probable que miembros de la oposición de Ucrania o Venezuela pudieran haber asistido a sus conferencias y decidido poner en práctica este esquema. Es la simultaneidad de los hechos en un contexto en que EEUU ya ha intentado una vez justificar un ataque militar a ese país la que explica las motivaciones que la Agencia podría tener.

Conclusiones
Ya sea la CIA, la OPEP, el FSB, el lobby del petróleo, los oligarcas de dichos países o una combinación de grupos, o incluso sea realmente un movimiento espontáneo de gente que lucha por la libertad y la democracia hay algo que creo importante señalar: las revoluciones han demostrado ser, a lo largo de la historia, la forma en que un grupo minoritario interesado ha puesto sus intereses como causa común del pueblo para luego iniciar un tipo de opresión diferente. Muy pocas veces en la historia una revolución ha conducido a más libertad o mejores condiciones por parte de los habitantes de una nación. En cambio, los procesos de transición negociados han demostrado ser una forma mucho más eficiente de cambiar un régimen. Me despido de esta reflexión con una cita de Aristóteles, posiblemente el primer filósofo de la historia defensor de la democracia:
"En las democracias, las revoluciones son casi siempre obra de los demagogos."
FE DE ERRATAS: Ucrania se citaba incorrectamente como país productor de petróleo. Esta referencia ha sido eliminada. Gracias, Elpidio.