domingo, 25 de noviembre de 2012

Mitos del teatro económico III: desapalancad, malditos.





Uno de los mitos más peligrosos del neoliberalismo en los últimos tiempos es el llamado desapalancamiento. Varios países de la UE, los republicanos en EEUU, el FMI y otros defensores del neoliberalismo lo vienen utilizando como otro de sus dogmas sin percatarse (o siendo conscientes de ello, no sé qué es peor) de que puede ser peor remedio que la situación actual. 

Para las instituciones neoliberales, ante la situación de diversos países con excesivo apalancamiento, la solución es desapalancar. ¿Qué es eso? El apalancamiento consiste en un ratio de deuda demasiado alto sobre el capital. Expliquémoslo con un ejemplo sencillo. Pongamos que tengo 100 manzanas. Esas 100 manzanas las vendo y obtengo 100 monedas. Sé que en un mes tendré otras 100 manzanas en mi cosecha, así que calculo que en un mes tendré 200 monedas. Por ello, decido endeudarme por 200 monedas, sabiendo que puedo pagar esa deuda. Eso sería un apalancamiento adecuado. Lo que muchos bancos europeos han hecho es endeudarse por 5000 monedas sin saber o no si va a haber cosecha. A eso se le llama "exceso de apalancamiento". El problema viene cuando los Estados se apalancan a su vez para poder rescatar a los bancos excesivamente endeudados. Entonces tenemos que los Estados se endeudan más allá de lo que pueden recaudar. El resultado de esta situación es la necesidad de un desapalancamiento, palabra con la que se refiere a la combinación de aumento de recaudación vía aumento de impuestos y la reducción de gastos mediante recortes en prestaciones sociales y/o privatización de las mismas.

Me decidí a escribir sobre este tema cuando al leer el Financial Times del 5 de noviembre (sí ha pasado bastante tiempo desde entonces) tanto Wolfgang Münchau como más recientemente (en la última cumbre iberoamericana) la Presidenta de Brasil Dilma Roussef han criticado severamente este proceso. La razón es que no todo el mundo puede desapalancar a la vez en una economía global. Esto significa que si todo el mundo se dedica a ahorrar y limpiar balances de deuda, la economía global se paraliza. El dinero que se dedica a pagar deudas "desaparece" cuando los acreedores repagan sus propias deudas. Por así decirlo, es como si en una casa todos sus habitantes, en vez de sacar el polvo, se dedican a pasarlo de una habitación a otra. 

El Blog Salmón tiene un interesante artículo sobre este tema, que recomiendo leer a quien le interese. Es bastante técnico, así que resumiendo el mismo en unas pocas líneas y de forma más sencilla, podría resumirse de esta forma. Lo que el autor del artículo viene a decir es que el apalancamiento y desapalancamiento no son simétricos: no tienen las mismas causas ni consecuencias. Mientras que el apalancamiento se hace con la expectativa de una futura ganancia que neutralice la deuda, el desapalancamiento se hace debido a una ganancia esperada que se ha frustrado, o aún peor: a consecuencia de una pérdida inesperada.  La consecuencia de ello es que mientras que en una situación de apalancamiento con el tiempo se volvería a una situación estable, en una de desapalancamiento nunca se volverá al curso normal: una vez se han hecho filetes con los bueyes en lugar de usarlos para cultivar el campo, nunca podremos volver a tener la misma cosecha.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Cosas por las que no imaginabas que pagarías



Stephen Dubner, en el blog Freakonomics, posteó hace unos días una petición a los lectores. A continuación sigue una selección de aquellos que me han parecido más curiosos o sorprendentes.

Comcast (un proveedor de servicios de Internet y televisión por cable) cobra a sus usuarios por las reparaciones aunque el fallo sea de la infraestructura de la propia compañía.

Verizon (una compañía de telefonía) cobraba a sus usuarios 30 $ por actualizar "gratuitamente" el modelo de iPhone de sus usuarios.

Para aquellos que cometan el grave pecado de seguir el reality Jersey Shore y quieran visitar dicha playa, que sepan que a pesar de ser pública, es de pago y cuesta unos 7-10$ por persona y día, según el lugar que uno reserve (hay que reservar por adelantado).

Aunque en la mayor parte de países de Europa es gratis, en EEUU se paga por envolver los regalos que uno compre en una tienda. Incluso en Navidad.

Una experiencia personal: En la mayor parte de países del norte de Europa, hay que pagar por usar los baños públicos en estaciones de tren, aeropuertos... Y a veces también en locales privados. Al menos en Suecia puedes pagar usando un smartphone.

Otra experiencia personal: en Portugal, la mayor parte de los restaurantes te ofrecen una variedad de entremeses mientras esperas por la comida. Quesos, patés y pan, normalmente. No están incluidos en el servicio. Aunque os recomiendo probar el paté de sardina.

Y algo que también me ha pasado: mientras que prácticamente cualquier hostal ofrece red wifi gratuitamente, la mayor parte de hoteles de cuatro o cinco estrellas cobran por ello.

Usar una tarjeta de credito en el extranjero supone tasas importantes, a pesar de que la tarjeta sea operada por una compañía multinacional con sedes en prácticamente cualquier país del mundo.

En Kazakhstán, algunos ascensores en viviendas privadas son de pago. No es gracioso cuando vives en un 12º piso. También en Kazakhstán, la mayor parte de discotecas son restaurantes de día, por lo que aparte de la entrada es necesario hacer un pedido de comida mínimo por valor de unos 10 $. Comida que son sobras del día, claro. Por no mencionar que 10$ es el triple de lo que cuesta comer en dicho restaurante... de día.

Muchos bancos cobran una tasa por devolver el cheque emitido por otra persona a nuestro favor, si esa persona no tiene fondos en su cuenta.

Ticketmaster cobra por imprimir en tu casa con tu propia impresora las entradas de los eventos que reservas a través de la página. Enviar las entradas por correo a casa es gratis. Además, en México, cobra 5$ al mes por enviar a casa "gratuitamente" una revista sobre los próximos eventos del país.

Otra desagradable experiencia personal: la conexión "gratuita" a los HotSpots de T-Mobile en Alemania resulta costar 9,95 € al mes si no eres cliente de una tarifa de datos de contrato o de ADSL. Incluso a pesar de haber pagado la conexión de datos para ese mes mediante prepago.

En Cairo, Egipto, hay que pagar por el papel de los baños públicos.

Los bancos del parque público de St. James Park en Londres son de pago.

mcDonalds cobra 60 céntimos de euro por las salsas en sus establecimientos en Bélgica.

El agua del grifo en cualquier restaurante holandés es de pago.

Un ejemplo español: debe pagarse una tasa por obtener una copia de tu expediente académico. Consultarlo en internet es gratis. Imprimirlo es gratis. Y compulsarlo  también es gratis. El valor jurídico es el mismo.

En Shangai, hay "pruebas de té gratis" para turistas. Con la pequeña excepción de que cuestan 100$ una vez las has probado. Y el "gorila" de la puerta sugiere que salir sin pagar es mala idea.

De nuevo, en Alemania, existen una serie de agencias "Arbeitsvermittlung" que cobran 2000 € por encontrarte trabajo. Supuestamente te devuelven el dinero cuando el Estado se lo pague. Claro, nunca te encontrarán trabajo y se quedarán con tu dinero.

En el aeropuerto de Norwich, en Reino Unido, los pasajeros que quieran pasar del área de check-in a su correspondiente puerta de embarque deben pagar una "tasa de desarrollo del aeropuerto" de 5 £. Algo que en el resto de aeropuertos del mundo es gratis ya que es condición necesaria para poder acceder al avión cuyo pasaje ya han pagado.

En fin, esto es todo por esta vez, aunque son muchos los timos que existen en el mundo. Espero vuestros comentarios y feedback, y tal vez pueda haber una segunda parte con lo que recopile y siga averiguando.