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miércoles, 7 de marzo de 2012

Así fallara la reforma laboral (V)




La reforma laboral ya casi tiene fuerza de ley. Sigue el trámite parlamentario, pero es poco probable que veamos novedades. Varios grupos han presentado enmiendas ¿Servirán para algo? Lo dudo mucho, hay muchas razones por las cuales el fracaso de la reforma esté más que previsto. Incluso podría ser perjudicial a corto plazo. Y el largo plazo tal vez no sea una opción. De acuerdo con el columnista del Financial Times, Tim Wolf, la reforma tardará "unos cuantos años" en tener efecto. Así que va para largo.

He esperado hasta este momento para pronunciar mi opinión, aparte de porque quería informarme mejor, también porque me pareció precipitado dar una opinión sobre un decreto ley, que podría no ser convalidado (no sé como, tal vez con una epidemia de salmonela en el grupo popular a causa de marisco en mal estado, o algo así). Si bien es cierto que tal cosa estuvo siempre fuera de discusión por parte del PP (que fueran a admitir algún tipo de enmienda, no lo de celebrar mariscadas; estoy seguro que gracias al Presidente se hará más de una estos días).

Además, hay que tener en cuenta que la reforma no se quedará en este punto. Las propias autonomías podrían imponer un régimen todavía más restrictivo respecto de aquellos ámbitos que son de su competencia. Ejemplos de ello son las polémicas reformas del empleo público en Galicia y Castilla-León.

Con todo, estamos ante una reforma que a corto plazo supondrá un incremento del paro, en tanto que aumenta la dualidad y la confusión normativa al añadir nuevos tipos de contrato, sin eliminar los que ya existen. Pero analicemos los argumentos en detalle:

1.- Se mantiene la dualidad. Este es mayor problema de nuestro mercado laboral. No estoy seguro de si he insistido lo suficiente en este tema, así que por si acaso, insistiré un poco más. La dualidad es mala, muy mala. Como dicen los chicos de Politikon en el enlace que adjunto, hay dos posibilidades: o tienes un mercado flexible y desregulado en el que haya una gran rotación y temporalidad, pero el acceso al empleo sea sencillo (ejemplo de ello sería Alemania). O bien tienes un mercado laboral basado en contratos fijos bien protegidos, lo cual tiene la ventaja de crear estabilidad, y la estabilidad proporciona crecimiento porque los trabajadores consumen y ahorran una parte, lo cual genera riqueza a través de fondos de inversión y planes de pensiones. Pero nuestro mercado no tiene nada de eso. Tiene un mercado dual: trabajadores muy protegidos en sus empleos indefinidos y colectivos (especialmente vulnerables) como jóvenes, mujeres, mayores de 45 años e inmigrantes, en situación de cuasi-marginación por la altísima rotación de sus contratos, que no se ve respaldada con acceso fácil a nuevos puestos de trabajo. Eso causa que nuestro mercado laboral tenga todas las desventajas de un mercado desregulado, y ninguna de sus ventajas. Lo ideal sería un mercado laboral con un contrato único. Pero el gobierno ignoró totalmente esa propuesta.

2.- Nos tendremos que rascar el bolsillo. Por una doble vía, además. En primer lugar, a través de las subvenciones que se ofrecen al empleador, que desequilibran todavía más el déficit de la Seguridad Social. En un momento especialmente delicado para ésta, el gobierno está jugando con fuego. No serán ellos los que se quemen, no obstante. La otra vía es a través del incremento de la rotación del mercado laboral. Al incrementarse dicha rotación (vía despido objetivo por pérdidas, la trampa del periodo de prueba de un año que permite despidos libres a jóvenes, y otras), se producirá un incremento de personas que soliciten la prestación por desempleo, aunque estén parados por menos tiempo (o eso cree el gobierno). Aunque aumente el número de afiliados, también lo hará el número de demandantes de prestaciones, lo cual a efectos prácticos no soluciona nada o empeora las cosas.

3.- Los jóvenes siguen siendo de usar y tirar. Si hemos llegado casi al 50% de paro juvenil, no es porque los jóvenes sean unos perroflautas zopencos y vagos. A pesar de que algunos así lo piensen. Lo cierto es que la llamada generación Y es la mejor preparada de la historia. No obstante, son (somos) objeto de la mayor precariedad laboral desde el siglo XIX. Hasta el punto de que un porcentaje alarmante se está decantando por la emigración. No son los emigrantes de los años 50. Son (somos) gente con estudios, con conocimientos de idiomas, de las nuevas tecnologías, muy adaptables al medio, y sin vínculos económicos en España. La consecuencia de ello es el peligro de que consigan un trabajo estable en el extranjero... y se queden. Esta reforma laboral introduce un nuevo contrato para fomentar la contratación de jóvenes, es cierto, pero se queda en papel mojado cuando se apareja a un periodo de prueba de un año. Es cierto que la empresa puede obtener bonificaciones en la Seguridad Social, si mantiene ese contrato durante tres años. Pero también puede optar por despedir sin coste y contratar a otra persona joven que le sustituya. No se introducen, en cambio, formas de compatibilizar trabajos y estudios, como ocurre en el resto de Europa, que puedan facilitar la independencia y el desarrollo económico y social.

4.- La formación, de nuevo olvidada. Se introduce la cuenta de formación, como una forma de acreditar la educación y capacidad de un trabajador. Sin embargo, tiene muchos problemas. En primer lugar, no tiene efectos retroactivos, lo cual perjudica a los trabajadores en activo. En segundo lugar, no se establecen mecanismos que certifiquen que esa formación en la empresa se presta de forma efectiva. Ante lo cual, se abre la puerta a numerosos abusos. Tampoco se introducen mecanismos que permitan incentivar la innovación en el marco de la formación en el trabajo. Sigue teniendo un carácter meramente instrumental, la llamada "titulitis" que afecta a nuestro mercado laboral. Y así seguirá, creando parados para la exportación.

5.-Las agencias de colocación adquieren el mismo valor que la agencia pública de empleo. Ya he comentado antes que esta clase de empresas camina al filo de la legalidad. Dotar a estas sociedades de la capacidad de colocar a los parados es bueno, dentro de unos límites (la legalidad, por ejemplo). Dotarles de la autoridad para penalizar a los que no escojan esa opción, puede ser peligroso. Las ETTs son empresas privadas. Se lucran con la cesión de trabajadores. No les importa en absoluto que el trabajador tenga que operar en condiciones infrahumanas, o que, para el caso, se le retribuya de alguna forma.

6.- Despidos, despidos por todas partes. Esto tiene menos complejidad de lo que parece. Si pretendes crear empleo, no puedes basar una reforma laboral en el despido. "Así se contratará más". Pues ya veremos. Por de pronto, es fácil llegar a la conclusión de que si bajas el precio de un producto, habrá más gente dispuesto a comprarlo. Esto funciona igual: si bajas el precio del despido, habrá más empresas dispuestas a despedir. La propia previsión del gobierno es que se destruyan de aquí a final de año, más de medio millón de puestos de trabajo. ¿Y sin reforma, llegaríamos a los diecisiete millones por fin? Por otra parte, liberalizar los EREs de forma que se puedan hacer sin autorizacion administrativa, es una pesadilla conceptual. Mañana habrá cola en la Seguridad Social para comunicarlos.

En conclusión, esta reforma laboral es un desastre tan premeditado que me cuesta pensar que no vaya a necesitar una vuelta de hoja radical antes de final de año. Huelga laboral habrá seguro. Que sirva o no de algo, es otra cosa. El gobierno parece ahora mismo valiente al respecto, pero luego llegarán los tirones de orejas del extranjero por parte de los "mercados", y el gobierno volverá a echar la culpa al PSOE, y seguirá sin hacer nada (el gobierno, y me temo, también el PSOE). Ya lo veréis.

Enlace

viernes, 17 de febrero de 2012

Así fallará la reforma laboral (IV)


Está visto que esta serie de artículos sobre la reforma laboral va a tener más entregas que Saw y un final igual de dramático. Al fin y al cabo, ambos van de recortar cosas, ¿no? Chistes fáciles aparte, esta semana he estado analizndo el texto legal, pero también las reacciones al mismo. Y antes de entrar en el ánalisis de la reforma en sí, hay algunas cosas que me gustaría aclarar y rebatir en esta entrada. Fundamentalmente, lo que daría en denominar "grandes mitos del mercado laboral español". Muchos de los argumentos que se están dando pro y contra a la reforma parten de errores conceptuales importantes, alimentados no sé si por ignorancia, interés político/económico, o una mezcla de ambos.

Ahí van algunas pedradas:
1.- El abaratamiento del despido es positivo porque contribuye al movimiento del mercado laboral. El abaratamiento del despido puede ser positivo, (aunque mayormente, tiene un efecto neutro). La principal razón es una cuestión de dumping social. El coste de despido incrementa los costes de la actividad productiva, y por tanto, la hace menos eficiente. De acuerdo. Por lo tanto, el argumento en favor de reducir el coste de despido tiene sentido en un contexto en el cual existe igualdad de oportunidades entre trabajadores. Sin embargo, en un mercado dual de trabajadores como el nuestro, lo que provoca es una mayor temporalidad. Es decir, que la reducción del coste de despido incrementa la contratación pero también el despido (empresarios que antes no estaban dispuestos a despedir ahora lo están, ya sea para reconvertir trabajadores regulados por la normativa antigua a otros regulados por la nueva; o simplemente porque si se regulan por la nueva norma es rentable despedir). Además, esto se cristaliza con la dualidad de nuestro mercado laboral. El empresario no va a despedir a los "jarrones Ming" de su plantilla (trabajadores altamente ineficientes, pero con una antiguedad tal que supone un alto coste de despido), sino al empleado joven que ha contratado el mes pasado y cuya indemnización por desempleo es ridícula.

2.- La flexibilidad del mercado es positiva. Cierto, pero solo en parte. La flexibilidad es positiva en un mercado laboral donde la expectativa de encontrar un nuevo empleo es elevada. De tal manera que si la alternativa está entre dejar mi puesto de trabajo o desplazarme a la Cochinchina, manteniendo todas las cargas financieras actuales (hipoteca, familia, etc), más los costes adicionales de desplazarse al nuevo destino; elegir dejar el puesto de trabajo no suponga un riesgo traumático de incurrir en marginación. No es el caso del mercado laboral español, que se caracteriza por un porcentaje muy elevado de parados de larga duración. Por otra parte, la flexibilización del mercado y el aumento de potestades del empresario, facilitan que éste no cree puestos de trabajo nuevos, sino que adapte los existentes a sus posibilidades. Dado que el trabajador tiene la opción de rescindir su contrato, en aquellos casos en los que no haya acuerdo (y siempre va a haber un porcentaje de ellos), el trabajador se va a la calle sin subsidio. Sin garantías de poder volver a incorporarse al mercado, en las condiciones actuales. Es decir, que la flexibilidad puede incrementar la dualidad, y también el paro.

3.- Los jueces son quienes mejor determinan el coste del despido. A pesar de mi total respeto por la actividad judicial, creo que quienes más eficientemente determinan el coste del despido son trabajador y empresario. Es decir, deben favorecerse los mecanismos de mediación laboral, no eliminarlos (o limitarlos hasta dejarlos mutilados) como hace el decreto. La razón está en los costes indirectos que supone la judicialización del despido. Estos costes indirectos incluyen por una parte los salarios de tramitación y por otra parte el coste del propio juicio. Ni lo uno, ni lo otro, es un coste que debería dejar de ser tenido en cuenta. Además, también favorece a la eficiencia una mayor transparencia en la relación laboral, si ambas partews conocen a priori el coste de terminar la relación laboral. Dejándolo al arbitrio del juez, simplemente se consigue mayor oscuridad.

4.- Abaratar el despido contribuye a reactivar el mercado. Es un poco incidir sobre lo dicho, pero reduciendo costes unilateralmente vía salario, y ofreciendo precios más bajos, no se contribuye a una mayor competitividad. Se ajusta la oferta y la demanda en un equilibrio más bajo, en todo caso. Mientras que en la lado de la demanda, el único valor variable que afecta a la misma es el multiplicador del consumo, en el lado de la oferta los precios de los productos y los salarios son los principales valores que la configuran. Si se reducen los salarios, los empresarios se encuentran con que sus costes son menores, y por tanto pueden reducir costes y reducir el precio de los productos. Por su parte, los trabajadores se encuentran con un sueldo menor, aunque la rebaja de precios aumenta su renta. Eso es lo que debería aumentar el consumo y producir una espiral de crecimiento. Sin embargo, si los empresarios no reducen precios (y por tanto, su propio beneficio) en favor de la expansión del mercado, lo único que se produce es una reducción de la renta disponible de los trabajadores, que consumirán menos y por tanto aumentarán la espiral depresiva. ¿Qué puede influir en que los empresarios reduzcan o no los precios? En un mercado de información perfecta, el empresario sabe que reducir precios va a provocar un aumento de la demanda. Sin embargo, en el mundo real, eso no ocurre así. En primer lugar, uno de los pilares de la economía es que los agentes son racionales, y siempre procuran maximizar su beneficio. Por esa razón, ante la decisión de aumentar el beneficio y reducir precios con la incertidumbre de si eso provocará un aumento del consumo que compense los beneficios perdidos en la reducción de costes, el empresario decidirá quedarse con los beneficios.

5.- Hay que ayudar a las PYMEs, porque representan más del 90% de nuestro tejido empresarial. NO, NO, y NO. Y esto me cuesta decirlo, porque yo mismo me plantée (y no descarto del todo) montar mi propio negocio. Es cierto que crear una empresa en España es una pesadilla conceptual. Hay demasiadas trabas burocráticas y barreras financieras de entrada. Es cierto que se deben apoyar a las start-ups. Pero hay más motivos que supongan que es negativo ayudar más a las PYMEs. En primer lugar, porque nuestra economía padece una suerte de "síndrome de los tres chiflados". Tenemos demasiadas empresas pequeñas, y pocas tienen la dimensión como para exportar. Claro, las empresas que exportan son las grandes. ¿Qué nos va a servir para salir de la crisis? La exportación. Por eso que debemos favorecer el crecimiento de las empresas, su agrupación en clústeres, así como la fusión entre ellas. Sólo de esa forma se puede lograr la masa crítica suficiente como para que se produzcan economías de escala en la exportación. Y sólo la exportación nos va a sacar de la recesión. La matemáticas no mienten. La ecuacion de la oferta agregada es Y=C+G+I+X-M. Es decir, que la renta es igual al consumo (actualmente en descenso, por la reducción de la capacidad de ahorro y la reducción de la renta disponible, ambos factores que afectan al multiplicador del consumo) más el gasto público (de su reducción creo que no hay ni que hablar, es evidente) más la inversión (sin crédito por parte de las entidades financieras ni del Estado, este es prácticamente cero en la actualidad) más las exportaciones y menos las importaciones (España tiene en su balanza de pagos el segundo peor déficit del mundo). Es decir, en estos momentos, lo único que suma a la demanda son las exportaciones. Y las PYMEs no pueden afrontar un aumento de las exportaciones eficientemente. Además, hay otro factor a tener en cuenta. Es el desincentivo a crecer que tienen las PYMEs cuando dejan de serlo y pierden las subvenciones que se aparejan a su condición. Debido a que las PYMEs se miden por el número de trabajadores, y no otros parámetros, prefieren aumentar la carga de sus trabajadores, que contratar otros nuevos.


VIDA EXTRA: Sobre el polémico punto quinto (sabía que traería cola), quiero hacer una matización. No digo que las pymes sean el mal y que haya que exterminarlas. Hay que filtrar esas ayudas, distinguir el trigo de la paja, con el objeto de lograr una reconversión del modelo empresarial en uno fundamentado en la exportación. La exportación, ciertamente, no es tan difícil. Puede hacerse, incluso por una empresa pequeña. Pero tiene barreras de entrada logísticas: el transporte es caro. Eso supone que o bien incrementas el precio (y te haces menos competitivo), o bien reduces tu margen de beneficios, que se puede compensar si tienes un volumen de ventas adecuado. Pero hay una tercera vía: reducir los costes logísticos mediante economías de escala, y esto es algo que solo pueden llevar a cabo empresas grandes o empresas pequeñas a través de la agrupación en clústeres. Como nuestro modelo empresarial es el de las pymes, la opción más racional es ayudar sólo a las pymes con un compromiso de crecimiento o de clusterización y una estrategia definida de exportación.Enlace

viernes, 10 de febrero de 2012

Así fallará la reforma laboral (III)

Se masca la tragedia. Hace unos días me preguntaba si Rajoy se creería su reforma laboral. Bien, ya sabemos que no. Pese a ello, sigue adelante porque lo piden desde fuera a gritos. El problema que tiene Rajoy es que si ahora la lía parda, puede producirse una masacre en las elecciones andaluzas y que el PSOE gane de nuevo, aunque sea con apoyo del Partido Andalucista. Por eso tenía que hilar muy fino, y a pesar de que De Guindos califique la reforma como "extremadamente agresiva", yo la calificaría como café descafeinado. Sin azúcar. Lo más grave que no solo se mantenga la dualidad, sino que en la práctica, se aumente. Deprimente.

Es otra oportunidad perdida para España, que verá como el paro sigue aumentando hasta que, terminadas y ganadas las elecciones andaluzas, el Gobierno se ponga "serio" y meta el hachazo de verdad "porque la anterior reforma fue insuficiente". Una vez más, como es típico en España independientemente del color, el Gobierno lleva a cabo un rendimiento subóptimo para obtener un rendimiento electoral.

No obstante, no me voy a meter en cuestiones de ciencia política, sino a analizar la reforma que hoy se aprueba. Aunque con este Gobierno podemos tener sorpresas de última hora (no sería de extrañar). Desglosaré una por una las medidas que están previstas aprobar hoy:

-Rebajas del despido: al adoptar como preferente el contrato para el fomento de empleo (que tanta efectividad ha tenido), se generalizará el despido a 33 días. Esto será de aplicación también a contratos antiguos, pero en una escala doble desde la entrada en vigor. Lo cual puede crear algunas disfunciones en cuanto a los trabajadores contratados en 2012 (que serán cuatro gatos, pero también tienen sus derechos).

Ejemplo: Un trabajador contratado 33 días antes de la entrada en vigor de la reforma, y despedido el mismo día de su publicación, no tendrá derecho a 45 dias de salario pese a que la reforma no es retroactiva.
Además, el despido por causas objetivas se rebaja a 20 días, y se aumentan dichas causas. Veremos si esto no degenera en una generalización del despido objetivo en la sombra, algo que me temo ocurrirá.

La caída de la facturación será también motivo de despido objetivo. La idea tiene su lógica: si una empresa factura menos, tiene unos costes marginalmente superiores para producir cada unidad de producto. Si despide a los trabajadores que "exceden" su necesidad de personal para la nueva facturación, se produce un ajuste de eficiencia. OK, aceptado. No obstante, espero que se establezcan unos criterios objetivos concretos, o esto puede ser el despiporre. El peligro es que los empresarios despidan por encima del número óptimo de trabajadores, para aumentar la carga de trabajo de los restantes o reemplazarlos por temporales.

-Potenciación del contrato a tiempo parcial: Se otorga al empresario plena discrecionalidad en cuanto a la fijación de horarios (esto ya era más o menos así, aunque supongo que se salvarán escollos como preavisos, posibilidad de negociación sindical y otras gaitas administrativas). Además habrá bonificaciones y reducciones en la cotización. Además, se "flexibilizarán" (vete tú a saber qué quieren decir con eso) los contratos para que se pueda despedir a los jóvenes a menor coste (¡que alegría, que alboroto!). Recordad que por tiempo parcial se entiende cualquier contrato por tiempo inferior a las 1800 horas anuales. Es decir, 1799 horas trabajadas al año (lo cual da siete horas y pico al día, sin contar horas extras) es un contrato a tiempo parcial. Eso no va a cambiar. Con lo cual, hay más potenciales abusos en perspectiva.

-Negociación colectiva: Una de las chorradas estrella de esta reforma. Las empresas podrán descolgarse de los convenios colectivos regionales. Lo cual viene significando su agonía y posterior muerte, porque en general cualquier convenio de empresa será más restrictivo que uno general. Los trabajadores tienen su fuerza en el número. Además, los convenios colectivos (de cualquier tipo) no podrán renovarse indefinidamente, sino que caducarán una vez transcurrido el plazo de su vigencia. Espero que en este punto, se establezca un régimen de derecho supletorio eficaz, porque podemos tener situaciones de extraños vacíos legales en el futuro. Lo cual supone más disfunciones e ineficiencia.

-Empleo juvenil: Rajoy también ha chupado bronca por esto. Lo cual es normal, porque ni siquiera Zimbabwe tiene una tasa de paro juvenil tan alta. Con todo el respeto a Zimbabwe, España está por debajo incluso de los países del tercer mundo. Así que eran necesarias medidas contundentes. ¿Cuáles son? Bien, pues la capitalización del 100% de la prestación en orden a la apertura de un negocio. Fin. Salvo que tengas la intención de crear una empresa y tengas derecho a paro, esta reforma no va contigo. Que levanten las manos los que estén en este caso. ¿Nadie? Bien, pues eso. No sé en qué planeta vive Rajoy, pero allí los jóvenes deben ser señores con bigote que se les caen los billetes del bolsillo. Si al menos se introdujeran ayudas a la creación de empresas, reducción de trámites... algo, pues esta medida tendría algo de positivo. En las condiciones actuales, es papel mojado. Y los jóvenes seguiremos igual, o peor, teniendo en cuenta lo dicho sobre la contratación a tiempo parcial.

-Liberalización de los EREs: este sí que es un gol por la escuadra. Decidí hacer un aparte respecto de la negociación colectiva, porque merece ser comentado. España será el primer país de la OCDE en que los EREs no necesitarán autorización administrativa. De tal forma que a partir de ahora, la decisión de realizar EREs será enteramente del empresario. Entiendo que reducir trabas burocráticas siempre es bueno, y que esto permitirá que muchos EREs actualmente paralizados se lleven a trámite, lo cual puede que permita que algunas empresas aumenten eficiencia. No os extrañe, sin embargo, que en los próximos meses/años se multipliquen cuando otros empresarios se sumen a la ola, precisamente con el objeto de reemplazar trabajadores con contrato antiguo a otros con contrato de despido más barato. Quizá esto sea lo más injusto de esta reforma, porque los justiciados serán personas que lleven muchos años trabajando y que serán sustituidos por otros trabajadores con contratos mucho más precarios.

-ETTs operarán en la contratacion pública: la contratación de interinos o trabajadores laborales de la Administración podrá ser hecha por ETTs. Se supone que con el objeto de evitar el fraude en el desempleo. No veo la relación, y de hecho, sospecho que provocará lo diametralmente contrario. No es nuevo que las ETTs caminan en el filo de la navaja en cuanto a legalidad.

Por lo demás, se introducen algunos cambios menores que no aportarán gran cosa a la eficiencia general del mercado o de la economía. Tan pronto como se publique, y pueda examinarla en detalle, veremos si se confirma todo lo que he dicho, o tenemos algún otro cambio de última hora.


miércoles, 1 de febrero de 2012

Así fallará la reforma laboral (II)

Ya ni el propio Rajoy cree que nadie le apoye en la reforma, salvo quizá la patronal. Yo que esperaba sacar mil entradas de esto, pero parece que la cosa no va a dar para mucho. Pero no os preocupéis, todavía hay partido.

En primer lugar, el tiempo de la negociación entre patronal y sindicatos se ha terminado. Básicamente llegaron al acuerdo de no estar de acuerdo ni entre ellos, ni con el gobierno. Aprobaron un tibio acuerdo incremento salarial (0,5%) y temas menores como trasladar festivos, prejubilaciones, solución extrajudicial de conflictos y otras minucias que poco afectan al mercado laboral en bruto.

Este es el mejor escenario que el PP podría esperar, en el que no les queda "más remedio" que legislar a golpe de martillo e imponer una reforma a disgusto de todos. Tan a disgusto, que ante el Primer Ministro finlandés (en la imagen), Rajoy admitía que le costaría una huelga general. Ya hablé de las medidas que pretende imponer el gobierno, pero veremos en qué quedará la cosa de acuerdo con los últimos cables.

1.- Simplificación de contratos. Por suerte, no se va a implantar de forma generalizada el contrato para el fomento de empleo indefinido (¡BIEN!), sino que... se incentivará también el trabajo a tiempo parcial (¡ERROR!) y el teletrabajo (WTF!?). La idea de fomentar el trabajo a tiempo parcial suena muy bien cuando pensamos en trabajar cinco horas al día, en vez de ocho. Pero debemos tener en cuenta que nuestro ET configura la jornada laboral en funcion de horas-año, no horas-día. Lo que esto significa es que podremos tener jornadas de ocho horas durante seis meses, y nada de trabajo otros seis. Y la mitad de vacaciones, porque efectivamente, tendríamos un trabajo a tiempo parcial. Qué diablos. Si en vez de las 1080 horas-aaños de un contrato a tiempo completo, tenemos 1079 (digamos que nos dan una hora libre al año), el contrato ya es a tiempo parcial. Hasta que no se modifique este criterio, cualquier reforma que tienda a "fomentar el trabajo a tiempo parcial" está abocada a un sinfín de abusos, engaños, pleitos y fracaso en general. Lo del teletrabajo parece una buena idea. Veremos cómo se configura. En principio, muchos de los inconvenientes del trabajo han sido solucionados, y hasta Forbes ha hecho una lista de los "teletrabajos mejor pagados".

2.- Despido a 20 días, 33 para los improcedentes. Una demanda clásica de la patronal, que se reduzca el coste de despido. Yo todavía estoy intentando entender en qué beneficia esto a a mejorar la contratación. Si los empresarios tuvieran problemas para pagar los despidos, pero necesitaran fuerza de trabajo, contratarían por un sueldo menor. De esa forma, se reducirían los costes de la fuerza de trabajo, tanto en cuanto a salarios como en indemnizaciones cuando fueran despedidos. La única forma en que esto pueda beneficiar a la contratación es que los empresarios despidan y contraten con la misma frecuencia, de tal forma que no contraten de nuevo a los mismos trabajadores. Esto supondría que, aunque la tasa de paro se mantendría igual, el mercado de trabajo se movería más y por tanto, se haría más competitivo y eficiente. No obstante, tengo mis dudas de que esto vaya a suceder. Introducir una medida que como máximo efecto positivo mantenga igual el nivel de paro es suicida. De hecho, FEDEA habla aquí (en su principio #4) de que las empresas que provoquen una mayor rotación del mercado, deberían contribuir más con mayores cotizaciones a la Seguridad Social. Esto se debe a que una mayor rotación del mercado de trabajo aumenta la carga del Estado para proteger a los desempleados, especialmente si no se produce una ágil reincorporación del trabajador al mercado. De hecho, en caso de que ésta no se produzca podríamos vernos con un incremento de la tasa de paro.

3.- Implantación del modelo austriaco. El modelo austriaco es bueno. No en vano pasó de una situación bastante mala, a ser el país con menor tasa de paro de Europa. No obstante, también es cierto que el modelo que se pretende introducir aquí no es igual, porque se mantendrá la dualidad de contratos temporales e indefinidos. Me remito al estudio de FEDEA, donde dice: "si se mantiene la dualidad entre trabajadores con contratos indefinidos y temporales, y el fondo de capitalización sólo se aplicara a los indefinidos, no sólo no se acabaría con la dualidad, sino que ésta se ampliaría al aumentar las diferencias entre ambos tipos de contrato, con lo cual podríamos incluso llegar a una mayor “trampa de la temporalidad”, esto es, una mayor rotación entre contratos temporales con periodos intermedios de desempleo o inactividad. Pero si dicho fondo se aplicara también a los contratos temporales, la brecha entre indefinidos y temporales se mantendría en términos similares a la existente actualmente con lo que tampoco serviría esta medida para reducir la dualidad. Por este motivo, y tal como recomiendan los expertos, el modelo mixto debería hacerse con la implantación adicional del CICA. Un contrato único de esta naturaleza reduciría los problemas antes aludidos, al imponer un perfil creciente y suave de la indemnización por despido con la antigüedad". Y lo que es peor, incluso hay quien dice que el coste laboral no se reduce para el empresario en el modelo austriaco.
Enlace
La única buena noticia es que la UE ha puesto la lupa en el paro juvenil de España y los demás países con tasas de paro juveniles en aumento. El hecho de que uno de cada dos españoles menor de treinta años esté en paro, es un despropósito que nos pone a todos en peligro. Por eso, la UE ha decidido dedicar 10.700 millones de euros sobrantes del FSE para este fin. Pero no serán para gastar alegremente, sino que dichos fondos deberán ir acompañados de un plan de empleo que el gobierno ha de presentar en abril y de la "auditoría" a la que un grupo de expertos de la UE someterá el mercado laboral español.

VIDA EXTRA: La Secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, ante la nueva cifra del paro por encima de los 5,5 millones de deseampleados declaró que "además de la profunda crisis económica que está viviendo este país, las reformas laborales puestas en marcha por el Gobierno anterior no han evitado que el despido sea el principal mecanismo de ajuste ante la caída de la demanda". Lo cual refuerza mi argumento sobre que reducir el coste de despido nos lanza directamente al abismo. Si los empresarios despiden al coste actual, a menor coste habrá más despidos, no menos.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Así fallará la reforma laboral (I)


A pesar de que el presidente electo sigue dando largas a las expectativas de los medios y de los ciudadanos de que diga "esta boca es mía", poco a poco vamos teniendo pistas de cuál será su agenda. Recortará el déficit "a cualquier precio", y hará una reforma laboral pero ya. Cinco Días muestra las claves de esa reforma. Parece ser que el documento de trabajo del que parte el equipo de gobierno (sea quien sea ese equipo) son las enmiendas realizadas por el PP a la anterior (desastrosa) reforma laboral. No hay queja al respecto, pero un servidor cree que hay otras reformas más urgentes. Tal vez lo que falle no es el mercado laboral, sino nuestro tejido empresarial, en especial la pequeña empresa.

Puse numeral a este artículo, porque presumo que no será la única vez que hable de ello.

1.- Flexibilidad interna. La idea en este punto es la de modificar los art.s 22 y 39 del Estatuto de los Trabajadores, que establecen los grupos profesionales y la movilidad funcional. De acuerdo con lo que se baraja, el empresario podría variar con libertad las funciones del trabajador. De esta forma, pasamos del modelo de trabajadores especializados a trabajadores mcGyver, capaces lo mismo de arreglar un roto que un descosido. Aunque soy prudente hasta verlo en el BOE, suponiendo que siga la línea de las enmiendas presentadas, se establecen como únicas limitaciones "las exigidas por lastitulaciones académicas o profesionales precisas para ejercer la prestación laboral y por la pertenencia al grupo profesional." Sin embargo, el párrafo siguiente cuasi invalida todo lo anterior, porque dice "La movilidad funcional para la realización de funciones no correspondientes al grupo profesional sólo será posible si existiesen razones técnicas u organizativas que la justificasen y por el tiempo imprescindible para su atención. En el caso de encomienda de funciones inferiores ésta deberá estar justificada por necesidades perentorias o imprevisibles de la actividad productiva". Es decir, que un ingeniero perfectamente pueden ponerlo a apretar tornillos en la fábrica al día siguiente "si es perentorio". Es un decir, pero con este modelo se acabó lo de "trabajo en lo que quiero". A partir de ahora trabajarás en lo que tu jefe quiere. Los del mundillo leguleyo ya sabemos cómo funciona esto. Siempre es perentorio. Si no lo es, ya lo dirá el juez. Mientras tanto, ancha es Castilla. Por supuesto, esto facilita que las empresas cuenten con menos trabajadores que puestos de trabajo, y alteren las funciones de los que tienen "por urgente necesidad" según les convenga. En definitiva, el resultado es una menor contratación, perjudicando el mercado laboral.

2.- Simplificación de contratos. Por una vez, debo aplaudir que alguien obedezca al sentido común. Un país no puede tener cuarenta modalidades de contrato laboral, como el nuestro. Sin embargo, el contrato base a partir de la reforma sería el de fomento de empleo estable. ¡ERROR! Esto supondría una generalización de la indemnización por despido a 33 días, en lugar de los actuales 45. Más o menos previsible, y si sirve para reducir la temporalidad de los contratos, aceptable. El problema es que este modelo de contrato está demostrando ser un fiasco, ya que representa uno de cada cuatro nuevos contratos. Además, los contratos fijos suponen un 6,89% del total, lo cual no era comparable desde 1996, cuando al gobierno de Aznar se le apareció el dios del neoliberalismo y decidió hacer la reforma laboral que dio barra libre para la contratación temporal. No será una sorpresa si los empresarios pasan de largo de lo que les ofrezcan y siguen haciendo contratos temporales. FAIL en 3,2,1...

3.- Descuelgue de los convenios. La justificación de esta medida está en flexibilizar la negociación colectiva, para adaptarla a las condiciones específicas de cada empresa. Es un dardo al corazón de los sindicatos, que verían destruida su capacidad de fuerza. Probablemente sea causa suficiente como para convocar una huelga general (como si lo otro se la soplase, vamos). Sin embargo, también supone un pèrjuicio para los trabajadores. La razón se encuentra en que será casi imposible que un trabajador sepa cuáles son las normas que regularán su puesto de trabajo. Además, la presión del empresario sobre los delegados de personal siempre es más efectiva que sobre un remoto representante provincial o nacional. Por más vueltas que le doy, incluso siendo retorcido, no encuentro en qué puede esto mejorar la situación económica.

4.- Intermediación. En este punto se hace referencia a la contratación pública de empleados. Actualmente está prohibido a las Administraciones Públicas contratar empleados en ETTs, salvo para campañas de publicidad, recabación de datos y otras tareas puntuales. Si se retira esa prohibición, aparte de enviar al garete los principios de publicidad y concurrencia del acceso al empleo público, nos encontraremos colateralmente con la muerte de las oposiciones y de las listas de contratación interina. ¿Porqué cubrir un puesto de trabajo con un funcionario, o con un trabajador de una lista de contratación, cuando puedes tener a un trabajador cedido por una ETT? Cuando deje de ser necesario, al banquillo. Sin duda, es una medida que permitirá a la Administración ahorrar millones, pero que también mandará al traste el sistema de empleo público y su estatuto. En definitiva, creará una bolsa de trabajadores temporales sin derecho a prestaciones, marginalizándolos.

5.- Formación. Se planea modificar la formación en el seno del puesto de trabajo. La idea es poner un mínimo de horas anuales de formación (BIEN), y que estas se acumulen y publiciten. Se pone como mínimo veinte. Más que mínimo, yo lo consideraría pírrico, pero bueno. La idea es buena. Lo que me alarma es la implantación del modelo alemán de formación profesional para paliar el desempleo juvenil. La idea es buena en cierto sentido, pero tiene algunos inconvenientes graves para su implementación efectiva. Yo que he vivido y trabajado en ese país puedo hablar un rato sobre el tema. Para empezar, es inconcebible para los alemanes separar la formación profesional del modelo educativo. Ambas cosas son parte del mismo sistema. No parece que los planes de Mariano Presidente vayan por esos derroteros. En segundo lugar, aunque en España nos guste imitar a los norteuropeos pensando que todo lo hacen bien, igual no siempre es cierto. Puedo deciros que los estudiantes alemanes en prácticas son explotados de mala manera. Para muestra un botón: muchas empresas alemanas se ahorran el servicio de limpieza de sus locales, encargándoselo a los estudiantes en prácticas. ¿Vaya chollo, verdad? En tercer lugar, aunque la idea de que un estudiante pueda hacer períodos de prácticas profesionales durante su formación puede ser interesante en términos de orientación laboral, también provoca que los alemanes retrasen más su entrada efectiva en el mercado. Entrar más tarde en el mercado laboral significa mayor dependencia de la familia, menor posibilidad de formar una familia, menor natalidad, menor PIB. Sabemos cómo va esto. Además, una mayor facilidad de las empresas para tener trabajadores gratuitos (porque estos estudiantes en prácticas no cobran NADA por su trabajo) supone menor contratación, y por tanto, más desempleo. En mi opinión, el modelo alemán de formación profesional no es exportable a España, y creo que será un grave error adoptarlo.

Otras "minucias" que se contemplan en la reforma:
-Eliminación del FOGASA, y adopción del "modelo austriaco". Volvemos al tema de imitar a los demás, sin pensar en si es eficiente aquí. En Austria puede tener un sentido, donde la insolvencia de empresas -que es alta, de un 5,9%- está sostenida en cuanto a prestaciones de los desempleados por un fuerte sistema de seguridad social, sostenido fundamentalmente por los sindicatos. Aquí tenemos un procentaje de empresas en concurso que dobla al ya alto baremo austríaco. Con lo cual, el peligro potencial de que una persona se vaya al paro porque su empresa entre en concurso y se pase meses o años sin cobrar (teniendo en cuenta que nuestra justicia funciona al paso de un oso artítrico en hibernación) es elevado.
-Prohibición de las huelgas con motivo de modificación del convenio. Puesto que las huelgas políticas están prohibidas en nuestro país, así como las huelgas solidarias, el único tipo de huelga que es legal es la que tiene como motivo servir de medida de presión ante la modificación o negociación de convenios, esto supone en la práctica la prohibición definitiva del derecho de huelga. A currar se ha dicho, panda de vagos.

Con lo cual, ejerciendo de Nostradamus, mis predicciones son:
1.- Habrá una huelga general.
2.- No servirá de nada.
3.- El gobierno dirá que intentó negociar, pero no sirvió de nada.
4.- Aprobará la reforma por decreto
5.- No servirá de nada.
6.- En un año, tendremos el mismo o mayor índice de paro.

Y me cito a mí mismo para revisar de aquí a un año cuántas acerte en mi quiniela particular.