jueves, 3 de junio de 2010

Spanischman in Deutschland #7: Viena

Se ha hecho esperar, pero he aquí el relato de una de las mayores aventuras que he vivido hasta ahora. Era la primera vez que viajaba solo, tan lejos. Por supuesto, estaba bastante nervioso, así que dejé todo bien atado. El viaje desde Augsburg a Viena fue como la seda. Como tenía entonces algo de trabajo, aproveché el mismo para terminarlo. Me sentí como un auténtico yuppie, buscando asientos con algún enchufe cerca para mi portátil. Algo que resulta toda una utopía en España, en Alemania no es tan raro. Ahora a mi vuelta he descubierto que están siendo incorporados en los nuevos trenes. Ya iba siendo hora.

Y llegué a Viena. Encontrar mi hotel no fue (demasiado) difícil. Mi apartamento era realmente grande y cómodo. Además, estaba cerca del centro, pero en un lugar muy tranquilo. Además, fue muy barato. En fin, ideal. Tras instalarme, y darme una ducha, no tardé en salir a dar una vuelta, y ver Viena de noche. No quedé en absoluto defraudado. Es una ciudad mágica, tiene algo especial. No en vano fue la capital de dos imperios. Por la tarde estuve paseando por la ribera del Danubio, e incluso tuve ocasión de ir a una playa artificial allí. Finalmente, por la noche tuve la oportunidad de ver una función de teatro-cabaret "underground". Fue muy divertida.

Los siguientes días estuve visitando palacios y museos diversos, en concreto el Schönbrunn, el Hofburg, y los Apartamentos Imperiales. Sobre ello, puedo decir que quedé ampliamente asombrado por las figuras del Emperador Francisco José I y por la de su esposa, la (trágicamente) famosa Emperatríz Sisí.

Sobre el primero, quedé agradablemente impresionado su carácter trabajador y patriota. Se consideraba a sí mismo "el primer funcionario del Estado", y en consecuencia, trabajaba desde las primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche. Además, nunca denegó audiencia a nadie, sin importar su clase social o procedencia, toda persona tuvo en su momento, audiencia con el Emperador. Además, fue un hombre dedicado en cuerpo y alma a la paz. Al contrario que otros Estados de Europa, Austria-Hungría fue el único que no buscó crear colonias. en África, o Asia En palabras suyas, "¿Cómo puedo pensar en expediciones coloniales, cuando nos rodean y miran hambrientos Alemania, Rusia, y Francia?" Otro detalle que muestra su carácter es su despacho. En él, los invitados a audiencia, sin importar que fuera el campesino más humilde, se sentaban en ricos sillones. Él, sin embargo, utilizaba una simple silla de madera. No voy a negar que siempre me he mostrado contrario a la monarquía. No obstante, incluso con su alta cuna, fue un gobernante que reconoció que su poder provenía del pueblo, y se mostró toda su vida como su servidor más leal. Pocos políticos electos en la democracia de nuestro siglo se comporta de esa manera.

Acerca de Sisí... sobre ella hay autnénticos mares de tinta escritos. No obstante, sí destacaré unos pocos detalles que me impresionaron sobre ella. En primer lugar, el hecho de que se hiciera un tatuaje en un hombro. Sólo una prueba de su carácter progresista. Aunque siempre evitó la política, intercedió ante su marido por la independencia de Hungría. Aunque los húngaros no consiguieron lo que buscaban, Sisí sí evitó que el Parlamento enviara al ejército para acabar con los rebeldes y que su marido, el Emperador Francisco José dictara un estatuto muy amplio de autonomía para los húngaros. Sisí fue, toda su vida, una mujer independiente. Algo que no gustó nada a su suegra María Victoria, pero que tampoco pudo evitar. Aunque Francisco José amó su esposa toda su vida, Sisí no la correspondió, y terminaron por vivir completamente separados, con Sisí atendiendo lo justo a sus obligaciones como Emperatriz. El resto del tiempo lo pasó viajando. Y fue en uno de esos viajes, cuando fue asesinada por un anarquista italiano, que de hecho, no tenía planeado matarla. Simplemente, un desliz ocultando la identidad de la Emperatriz propició que se hiciera pública su presencia. En ese momento, su asesino decidió cambiar de objetivo, por un "pez" mucho más gordo.

Algo que me llamó mucho la atención de Viena son la cantidad de perros que hay. Aproximadamente el 60% de los vienenes tienen perro, y éstos tienen permiso para entrar en casi cualquier sitio (menos en los supermercados). Pero, a pesar de lo que se podría pensar, las calles están impolutas. Se ve que allí tienen más conciencia a la hora de sacar a los perros de paseo.

Y por supuesto, no perdí la ocasión de probar la melange, el café típico de Viena. Pocas veces he probado un café tan bueno!

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Sobre noticias diversas, espero que ahora que por fin he regresado de mis viajes, pueda publicar muchas cosas que tengo en mi cabeza y apuntes. Paciencia, eso sí. Pronto empezaré a publicar el relato de una nueva partida de rol, en este caso, de Rifts, un juego de rol de ciencia ficción y horror sobrenatural. Además, tengo pensada la continuación de "El Agente" y de "La Leyenda del Prisionero".