miércoles, 30 de noviembre de 2011

El mundo que no fue (II): la invasión aérea


La idea de que los hombres pudieran atacar a sus vecinos en naves aéreas es muy antigua. Tan pronto como en el siglo XII a.C., diversos textos sánscritos recogieron en ellos los vimanas, "palacios" o "carros voladores" que transportaban a los dioses. También la mitología griega recogió esa idea, con el mito de Dédalo e Ícaro y sus alas mecánicas.

No obstante, el mito fue haciéndose realidad tras la llegada de la Ilustración. Aparecieron los primeros globos, y con ello comenzo la historia de la navegación aérea. Uno de los grandes fracasos de dicha historia fue el dirigible. Antes incluso de su desarrollo y utilización masiva, Julio Verne se adelantó (como tantas otras veces) al publicar Robur el Conquistador. En esta obra (que viene reflejada por la ilustración que encabeza la entrada), un pirata aéreo aterrorizaba a la población del mundo con ataques rápidos e imprevistos. Unos años más tarde se popularizaba su uso tanto civil como militar. H.G. Wells describía en La Guerra del Aire, en 1908, un conflicto militar usando aeronaves. No se imaginaba que muy poco tiempo después, en 1911, tendría lugar por un piloto italiano, Giulio Gavotti, el primer bombardeo de la historia contra el ejército otomano durante la guerra que ambas potencias mantenían en Libia. No fue muy glamouroso, ya que dicho "bombardeo" consistió en que el intrépido oficial se metió varias granadas en los bolsillos, que lanzó a un campamento enemigo desde su avión.


Giulio Gavotti, en su avión.

Curiosamente, el Imperio Otomano denunció la acción como una vulneración del Derecho de Guerra, aunque no fue escuchada. Gavotti ganó mucha popularidad, y la prensa convirtió al caballero de villano en héroe. No obstante, H.G. Wells concibía esa guerra aérea con dirigibles. Cosa que no ocurriría durante la I Guerra Mundial, que aunque vio algunos dirigibles de combate especialmente por parte de ataques alemanes a Inglaterra; la primera guerra aérea se libró con aviones, mucho más rápidos y versátiles. Sería el principio del fin del dirigible, escenificado por el abandono de la estación de atraque de aeronaves del Empire State Building para ser reconvertido en mirador turístico... tras el turbulento período de la crisis del 29, donde fue escenario de múltiples suicidios.


Escena de Sky Captain y el Mundo del Mañana (2004)


Otro gran mito de la ciencia-ficción fue el jet-pack o mochila-cohete. Apareció por primera vez en Armaggedon 2149 A.D., la primera historia de Buck Rogers, publicada en 1928. La idea no dejó de calar en los creativos ingenieros alemanes del III Reich, que intentaron crear algo similar. El proyecto Himmelstürmer (link en inglés) no llegó a lo que pretendía el mando militar de la Luftwaffe, soldados capaces de atravesar volando las líneas enemigas. No obstante, sí les permitió crear un dispositivo capaz de realizar saltos calculados de unos 60 metros, con el fin de enviar ingenieros militares al otro lado de campos de minas. Estos diseños quedarían obsoletos con la invención de las tácticas de paracaidismo durante la propia guerra.

Tropas alemanas "sobrevolando" el campo de batalla.

Puede que en otro universo paralelo Alemania hubiera conquistado Inglaterra con stürmtruppers equipados con mochilas-cohete salidos de zeppelines armados. Pero en este las mochilas-cohete son todavía algo totalmente carente de practicidad por el coste de producción y la alta especialización que necesita el "piloto".

A pesar de que los dirigibles son cosa del pasado (salvo con fines publicitarios), tal vez cabría plantearse su reutilización, utilizando técnicas modernas para su construcción y mejora. Se trata de un transporte más económico que un avión (en términos de tonelaje/autonomía tiene la mejor tasa después del transporte marítimo), es silencioso, menos contaminante y requiere infraestructura prácticamente nula para su aterrizaje y despegue. Por esta razón en los últimos años y con el petróleo más caro que nunca, se comienza a pensar en transportes alternativos. El dirigible está entre ellos. Así, el ejército de los EEUU ha mostrado cierto interés en su utilización para el transporte de material militar en territorio enemigo, con el proyecto Millenium Airship. En el caso del uso civil, hay algunas iniciativas, como la del SkyHook JHL-40, un dirigible destinado al transporte de carga en áreas remotas. Respecto del transporte de pasajeros, en este artículo se citan algunas iniciativas de tipo turístico.

¿Volverán los dirigibles a surcar los cielos? Tal vez esta sea una buena idea para "reflotar" (¡en sentido literal!) nuestro maltrecho sector turístico. A una velocidad punta de 200 km/h, un dirigible podría cubrir un hipotético trayecto Santander-Plymouth en unas cuatro horas y media, bordeando la costa francesa, y a un coste mínimo, tal vez incluso cero, si se materializan las iniciativas de instalar placas fotovoltaicas para alimentar los motores.

viernes, 25 de noviembre de 2011

No es país para Glasnot



A finales de los 80, cuando la Unión Soviética confió a Mikhail Gorvachov el gobierno de una federación desgobernada y en una situación de crisis tan dramática como la que hoy vive Europa, dos fueron los pilares sobre los que sostuvo la reforma política y económica a la que sometió su país: Democracia (Perestroika) y Transparencia (Glasnost). Sin embargo, citando metafóricamente el título de la película, España parece que no es país para Glasnost, a pesar de encontrarse en un punto crítico de su historia. Mariano Rajoy ha obtenido democráticamente la confianza de los españoles para sacarlos de la crisis, pero al menos en sus primeros días de trabajo en el proceso de transición para formar el nuevo gobierno y definir las líneas de actuación del mismo, la transparencia ha brillado por su ausencia.

Paso a citar algunos ejemplos. A fecha de hoy se desconoce quién será el nuevo ministro de economía en la delicada situación que se encuentra el país, con bonos a dos años pagándose casi al 6% en niveles de 1997, lo cual es insostenible a largo plazo. Tampoco ha comparecido el futuro Presidente, Mariano Rajoy, para aclarar porqué se reúne antes con banqueros que con políticos. Lo cual no tiene que ser necesariamente malo (aunque resulta dudoso). Y no se trata sólo de eso, si no que desde el domingo simplemente no ha comparecido en absoluto. Total secretismo parece la consigna del futuro nuevo gobierno, pero los medios económicos extranjeros comienzan también a criticar este mutismo, que no hará sino perjudicar las expectativas de los inversores.

No obstante, puede apreciarse la diferencia entre la transparencia de unos y otros. Mientras que en España, el futuro presidente mantiene un silencio absoluto, Angela Merkel ha declarado sobre el contenido de su conversación teléfonica de ayer con Mariano Rajoy (en alemán). Así, Rajoy ha constatado a Angela Merkel que España necesitará un rescate por parte del BCE, y que los Presupuestos del Estado recortarán el déficit en 60.000 millones. Son las primeras claves sobre el guión de la recuperación económica que Rajoy guarda celosamente. Si existe una razón para ello, es algo que desconocemos.

Espero que esta política cambie de opinión, pues veo difícil que los españoles puedan confiar en un líder que oculta el rumbo que mantiene. La democracia, sin transparencia, se convierte en un teatro de sombras chinas, donde solo podemos conjeturar a través de las sombras que tras una sábana se proyectan.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Algo huele a podrido en los estados de Europa


Nada menos que William Shakespeare pone título a esta entrada nº 100 del blog. En el momento que empecé con este blog, no sabía cuánto duraría. Me picó una mosca literaria que me metió el gusanillo de ir escribiendo lo que se me pasaba por la cabeza. Aunque todavía no tengo proyectos literarios serios (o no tengo tiempo de ponerme en serio con los proyectos literarios que tengo), el blog siempre se ha mantenido ahí. Cada semana una entrada, algunas semanas más, otras ha sido imposible. Pero en los más de dos años que ya cumple, la frecuencia inicial se ha mantenido estable.

Este blog no ha tenido nunca un gran número de visitas, pero visitantes de al menos diez países han visto esta página desde toda clase de soportes y sistemas operativos. Por lo tanto, me alegra que la difusión mundial del blog sea a día de hoy un hecho. En particular, quiero dedicar un afectuoso saludo a mis fans de México, donde parece que tengo un nutrido grupo de seguidores ya que es el segundo país después de España en número de visitas.

Entrando ya en materia, puse ese nombre a esta entrada, por la cita de Marcelo en Hamlet, de William Shakespeare. ¿La razón? Porque al igual que Marcelo en la obra del dramaturgo inglés, yo también me huelo una conspiración en todo lo que está suciediendo. El último indicio, la dimisión de Yorgos Papandreu como primer ministro de Grecia y la formación de un gobierno de transición posiblemente con Lukas Papademos a la cabeza. Este es el segundo nombramiento sospechoso en lo que va de año, seguido del Mario Draghi. Draghi llegó al cargo tras llegar a ser (no se sabe bien por qué, pero sí que su predecesor sigue cumpliendo pena de prisión por una dura -y posiblemente injustificada- condena sobre el caso de la OPA de BBVA sobre la Banca Nazionale dil Lavoro, a la cual Antonio Fazio se opuso) Gobernador del Banco de Italia después de un periodo en Goldman Sachs, en el cual supervisó la auditoría que se hizo a Grecia para poder entrar en el euro, la cual más adelante se reveló que contaba con datos falsos que Goldman Sachs, en la persona de Draghi, decidió ignorar aparentemente como parte de la estrategia de la compañía, que ya entonces previó un escenario similar al presente. En esa época era presidente del Banco Central Europeo el susodicho Lukas Papademos. Éste se fio de los datos falseados ofrecidos por Draghi y su compañía, que propiciaron la entrada en el euro de un activo envenenado como eran las finanzas públicas griegas. Además, en su periodo de gobernador del Banco de Italia, Draghi consintió o no supo prever la inestable situación de la economía de su país, la cual se encuentra ahora en el ojo de un huracán financiero que viaja a gran velocidad hacia el oeste... en dirección hacia España. Por si fuera poco, tras la más que probable salida de Berlusconi de su puesto el día de hoy, se configura como probable un "gobierno técnico" presidido por Mario Monti, miembro de la más que polémica Comisión Trilateral. Estos tres personajes tienen en común haber sido altos cargos políticos de la Unión. Monti y Draghi estuvieron trabajando juntos en el mismo departamento de la Universidad de Trento, y el segundo coincidió en sus estudios de economía con Papademos en la Universidad de Massachussets. Puesto que ambos eran estudiantes de doctorado, es bastante probable que se conocieran personalmente entonces. Ambos tuvieron como mentores a dos Premios Nobel de ideología neoliberal, Robert Solow y Franco Modigliani. No voy a entrar en más suspicacias, pero a mí estos tres personajes me resultan de lo más sospechoso.

Mientras se negocia en Bruselas los detalles para el segundo rescate de Grecia, destaca el informe publicado hace una semana y media por Poul M. Thomsen sobre la recuperación islandesa. Podéis encontrar aquí ese informe en español. Así, la recuperación de este pequeño país, el primero en caer a causa de la crisis, se basó en los siguientes puntos (y cito literalmente el informe):

"
  • Primero, se formó un equipo de abogados para asegurar que las pérdidas de los bancos no fueran absorbidas por el sector público. Al final, el sector público tuvo naturalmente que intervenir y garantizar que los nuevos bancos estuvieran suficientemente capitalizados, pero quedó al margen de las enormes pérdidas del sector privado. Esto fue un logro muy importante.
  • Segundo, el objetivo inicial del programa consistió exclusivamente en estabilizar el tipo de cambio. En este caso, se utilizaron medidas no convencionales, especialmente los controles de capital.
  • Tercero, se dejó que los estabilizadores automáticos operaran plenamente durante el primer año del programa, lo que permitió retrasar el ajuste fiscal. Esto contribuyó a apuntalar la economía en un momento de grandes tensiones.
  • Cuarto, se racionalizó la condicionalidad, que se centró en la cuestión clave en ese momento: reconstruir el sector financiero. Si bien al final será necesario aplicar reformas en algunos ámbitos de la economía a nivel más general, estas no formaron parte del programa."
Analicemos y comparemos las medidas que se han tomado en Islandia, Grecia y España (aunque en los dos últimos casos, son casi identicas, aunque todavía no tan profundas en nuestro país). Lo primero que hizo Islandia fue evitar que las pérdidas de los bancos fueran absorbidas por el sector público. En Grecia y en nuestro país, en cambio, se ha procedido al rescate y recapitalización de los bancos afectados por la crisis financiera. Eso ha convertido una deuda privada en pública. Es decir, que Grecia y España han hecho exactamente lo contrario que Islandia en este aspecto. No es un buen punto de partida.

Lo segundo fue estabilizar el tipo de cambio. Para ello, asegura Thomsen que se usaron medidas no convencionales como el control de capitales. Es evidente, que cuando se produce una situación de especulación que termina en una huida masiva de capitales, debe darse coto a estos. Sin embargo, en la zona Euro, no se ha tomado ni una sola medida en este sentido. Es más, la premisa sigue siendo la libertad total del flujo de capitales.

En cuanto se refiere a los estabilizadores fiscales automáticos (aquí hay un informe sobre el asunto, referido a America latina, pero válido en cuanto a la teoría), mientras que como sugiere Thomsen se han mantenido sin ser afectados para permitir su operatividad, los países de la zona euro aplicaron una política fiscal expansiva para estimular la demanda. Tal y como afirma el Banco de España en su artículo sobre la eficacia de las políticas fiscales en la zona euro, "la eficacia de las expansiones fiscales contracíclicas (discrecionales) suele verse mitigada por los retrasos en la aplicación de las medidas presupuestarias, la dificultad de destinarlas específicamente a los hogares y a las empresas más afectados y, más en general, la incertidumbre en torno a la respuesta de la economía a los programas de gasto de carácter temporal o a recortes de impuestos". El hecho es que si observamos los datos del año 2009, ya la propia Comisión transmitía un mensaje bastante moderado en cuanto a la efectividad de las políticas aplicadas.

Por último, Thomsen detalla que aunque se implementaron algunas medidas para reformar la economía general, el núcleo duro de las mismas se contró en reconstruir el sector financiero. Esto consisitio en la nacionalización de todo el sistema bancario para hacer un pago selectivo de los compromisos adquiridos. Una medida importante es la reestructuración de las deudas de los hogares y las pequeñas empresas. Entre tanto, en Europa, ni se han nacionalizado bancos, ni se han adoptado medidas para aliviar las deudas de los ciudadanos y las pequeñas empresas que constituyen el grueso del tejido económico de la Unión.

En conclusión, que algo huele a podrido en Europa. No hay razón para que la salida de la crisis se esté alargando deliberadamente, más que engrosar las cuentas de los especuladores que por lo que arrojan los datos, se han convertido en quienes ostentan el timón de Europa ante la tormenta económica que estamos viviendo.