sábado, 29 de agosto de 2009

Brujería en Edimburgo - Caminos Separados


En la última entrada prometí que hablaría hoy sobre cómo se las desempeñaron los jugadores de mi crónica de Witchcraft, ante las difíciles alternativas que se les planteaban. Los agentes Mr. Smith y Mr. Thomson decidieron poner las cartas sobre la mesa, y revelaron a Bartowski, mcAdams y Ulysses que pertenecían a una organización llamada "Les Soldats". Les ofrecieron dos posibilidades: unirse a ellos, o un impredecible retorno a sus celdas, hasta que decidieran "qué hacer con ellos". No era muy difícil adivinar su decisión. Les informaron brevemente sobre la forma en que se pondrían en contacto con ellos (unos teléfonos móviles especialmente diseñados, conocidos como Dispositivos Hermes), y les advirtieron de las graves consecuencias que tendrían, de traicionar a la organización. Tras eso, siguió un periodo de cierta inactividad y recuperación, durante un par de días.

Durante ese tiempo, los otros miembros del reparto consiguieron recuperar el libro y devolverlo a la Capilla Rosacruz en el Colegio Universitario. La Condesa Orsini, Tribuno Regente de la Capilla les agradeció por su desempeño, y anunció a Bloch y Biggings que en el día de fin de año, serían iniciados formalmente, y siendo ascendidos al rango de escudero. También prometió a Herbert una recompensa por proteger a la Capilla. Los dos Rosacruces, comenzaron a estudiar el libro. Sin embargo, al día siguiente, recibieron una visita (un motorista sin identificar), que les dejó un "paquete": una caja con una cabeza de caballo. ¿Simple broma o advertencia? Nueva pregunta que han de responder. El resto del día transcurrió sin más incidentes, con Bloch y Biggings continuando sus estudios, llegando a la conclusión, al cabo de los dos días de revisión del grimorio, que se trataba de un largo conjunto de rituales para la convocación de un ser de otro mundo, un Dios Loco, que respondía al nombre de Ctulhu. El ritual se compone de una serie de rituales menores que desvinculan ciertos objetos con una serie de sellos. Una vez abiertos todos los sellos, es posible realizar el ritual final para "abrir la puerta" al Dios Loco.
El siguiente día, los recién reclutados agentes de Les Soldats reciben una nueva misión. Deben capturar a un "hombre de arena", un agente durmiente, de una organización enemiga. Este individuo es un mentalista que ha probado ser muy escurridizo. A los agentes se les proporciona un contacto que les puede dar información sobre el objetivo, que responde al nombre de Lei Wong. Su contacto, un italiano llamdo Vincenzo Giannetto, un traficante de armas, les proporciona información sobre donde pueden localizar a Wong: en su trabajo del Hospital St. Elizabeth, en las afueras de la ciudad.
Mientras se dirigen hacia allí, "Penny" Woodville, una amiga Rosacruz de Biggings, que había recibido el encargo de encontrar a los "Rosacruces perdidos", les avisa que ha localizado a mcAdams en un restaurante de las afueras. Sin embargo, cuando llegan allí, ya no están. "Penny" les advierte entonces que está en el Hospital St. Elizabeth.
Allí, los agentes de Les Soldats intentan a encontrar a Wong sin éxito. Su única pista, una joven de aspecto extravagante que se comunica telepáticamente con mcAdams para decirle "El Dr. Wong no desea ser molestado", tras lo cual toma una moto, y huye. Los agentes la persiguen, al tiempo que los Rosacruces y Herbert hacen lo propio con los agentes de Les Soldats. Tras una escena propia de "The Italian Job", o una película similar, la joven se pierde entre las calles con su moto, y los agentes se dirigen a su base, seguidos por sus colegas. Cuando llegan allí, sin embargo, se la encuentran vacía. Utilizando sus Dispositivos Hermes, los agentes de Les Soldats se ponen en contacto con Thomson, para comunicarle sobre el fracaso de la misión. Thomson les indica que ya habrá nuevas oportunidades, y que deberán ir a un nuevo lugar en donde se les proporcionará nueva información.
En ese momento, los agentes son confrontados por Bloch y Herbert. Tras una conversación, Bloch utiliza sus poderes mentales para interrogarlos psíquicamente, obteniendo cierta información (sus ex-compañeros trabajan para una organización llamada Les Soldats, han sido maltratados por ellos, y son los dueños del Grimorium Verum). Bloch les ofrece su ayuda en su "misión", bajo la hipótesis de que quizá eso ayude a liberarlos, cosa que los recién reclutados Soldats rechazan. Sin llegar a un acuerdo, cada uno de los dos grupos retorna a su coche, partiendo por caminos separados...

viernes, 28 de agosto de 2009

Brujería en Edimburgo



Hoy voy a hablar de la crónica que dirijo del juego de rol Witchcraft (Brujería, que se diría en idioma de Cervantes). Se trata de un juego de rol sobre magia y misterio en un mundo al borde del colapso por fuerzas de origen sobrenatural, con una agenda oculta. Contra estas fuerzas, y entre sí, cábalas y organizaciones secretas luchan cada día.


Mi crónica está ambientada en la ciudad de Edimburgo, en Escocia. Los personajes son miembros a prueba de la Hermandad de los Rosacruces, una sociedad dedicada al estudio de la magia y los fenómenos sobrenaturales.


El Reparto se compone de los siguientes personajes:

- James Herbert: un Inmortal Verdadero, un heredero de la antigua Atlantis, que vive hoy una vida desdichada, debido a su mala suerte y su tendencia a estar en el medio de los problemas. Se trata de un guerrero formidable, por eso los Rosacruces le han ofrecido cierto refugio a cambio de sus servicios como Protector de la Cohorte de Edimburgo.

- Chuck Bartowski: profesor de Folklore y Mitología Gaélica en el Colegio Universitario de Humanidades y Ciencias Sociales Adam Smith, adscrito a la Universidad de Edimburgo. Ex-agente del Mossad israelí, buscó una vida más tranquila en Escocia, pero se ha encontrado con todo lo contrario a lo que esperaba. Tal vez sus habilidades como medium le puedan ayudar... o tal vez lo metan en más problemas.

- Ulysses "Noimporta": otro profesor del Colegio Universitario, recién iniciado en la magia. Cuenta con un pasado oscuro, que todavía está por revelar.

- Marcus Biggings: arquitecto, proviene de una familia de "rancio abolengo" en los Rosacruces, lo que le ha otorgado cierta posición entre ellos. No obstante, aún está por probar si su nombre se corresponde con sus aptitudes. Es un especialista en la invocación de seres angelicales y magia protectora.

- Peter Bloch: un individuo oportunista y siempre de buen humor. Educado en Francia, se trata de un ladrón de guante blanco, que se beneficia de sus aptitudes como mentalista para salir de los problemas que él mismo crea. Y para ayudar a sus compañeros, claro está.

- Neal mcAdams, alias John O'Flannagan: un agente del MI-5, y hábil ilusionista, que utiliza sus habilidades al servicio de los Rosacruces y de la Corona de Inglaterra.

La sinopsis de la crónica, hasta el momento, podría ser la siguiente: los Miembros del Reparto recibieron, de forma abrupta, la visita de un hombre agonizante, portando un grimorio antiguo. El individuo falleció casi en el acto, tras advertirles de que corrían un gran peligro. Desde ese momento, diversos enemigos han salido a su paso para obtener el libro, poniendo sus vidas en peligro desde entonces. En primer lugar, fueron unas pequeñas criaturas que no supusieron un gran peligro. Desde entonces, las cosas han empezado a ir en una espiral descendente. En un momento de especial tensión, Neal mcAdams dio una vuelta de tuerca a la ya complicada situación, asesinando a sangre fría a otros dos agentes del MI-5, que venían a interrogarlos a casa de Biggings, donde todavía permanece el libro, custodiado con conjuros de protección. Todos los que estaban en la casa de Biggings (es decir, todos menos James Herbert) fueron capturados por una fuerza de asalto de una organización desconocida, que se hacía pasar por los SAS británicos. De estas instalaciones, mediante la magia, consiguieron huir Biggings y Bloch, pero los otros, aún teniendo la oportunidad de hacerlo, decidieron permanecer donde estaban. Por si la jornada no hubiera deparado pocas sorpresas, más se sorprendieron los jugadores capturados cuando volvieron a ver a Mr. Smith y Mr. Thomson, los agentes del MI-5 "fallecidos", interrogándolos, pefectamente vivos y enteros. No sólo eso, les ofrecieron la posibilidad de unirse a su organización... si colaboraban.


¿Quiénes son los individuos que los han capturado? ¿Cómo pudieron sobrevivir Mr. Smith y Mr. Thomson? ¿Cómo podrán los jugadores salir de esas misteriosas instalaciones?¿Cambiarán su libertad por la servidumbre hacia esta misteriosa organización de agenda oculta? ¿O conseguirán realizar algún plan de huida?

Más respuestas, mañana.

jueves, 27 de agosto de 2009

El Agente: Archivo #003 - El juramento del coyote

El Coyote se sentó frente a él, observándolo. Analizándolo. Kevin, permaneció en donde estaba, sosteniendo la mirada al animal. Recordó, de pronto, a Demóstenes, y cómo denominaba a los extranjeros como utlänning, usando un término de origen nórdico. El significado de aquella palabra denotaba a otro ser de la misma raza o especie, pero de otra tierra, de otro habla. Una comprensión no verbal se forma entre el nativo y el utlänning, pues son espíritus afines. Pensó que igual que él se hallaba en el desierto, obligado a permanecer allí toda la noche, lo mismo le pasaba al Coyote. Finalmente, se adentró en a tienda, tomó una lata de conservas con algo de carne, y la vertió en un plato de plástico, colocándola cerca del animal, que lo observaba curioso. Cuando se apartó, aquél empezó a devorarla. Al cabo de un rato, terminó, se lamió los labios, y se tumbó.
"Bueno, al menos ya no estoy solo", se dijo. "Lo que todavía no sé, es porqué estoy aquí". Debía encontrar respuestas. Había demasiado que no le habían contado, y era el momento de hallar la verdad. Al cabo de un rato, al mismo tiempo que él lo hacía, involuntariamente, mirando al cielo, como jurando en silencio, el coyote se levantó. "Éste es mi último trabajo para la Corporación. Una vez termine, quiero saber toda la verdad sobre ellos. Y luego se acabó, me marcharé. Es un juramento."
El coyote, mirando al cielo, aulló, sellando el pacto.

miércoles, 26 de agosto de 2009

El Agente: Archivo #002 - La Hora Bruja



Dejó la revista a un lado. Incluso dentro de la tienda, el calor era insoportable, y Kevin se sentía incapaz de dormir. Como el barco de su padre, la mente del agente bogaba de un rincón a otro de la memoria, en busca del momento que provocó que estuviera en este lugar, en este momento.

El joven siempre tuvo una vena viajera. Con sangre de navegantes de ambos lados del océano -de Galicia, en España, por parte de su padre, y de Terranova, Canadá, por parte de madre-, Kevin siempre estuvo de aquí para allá. No obstante, nunca se sintió demasiado en casa, cuando estaba en Terranova, o cuando viajaba a Galicia a visitar a sus primos españoles. Para los españoles, siempre fue demasiado frío, mientras que para los canadienses, carecía de la rudeza propia de aquella tierra. Ni siquiera su aspecto denotaba una procedencia concreta. Su pelo castaño era herencia paterna, pero tenía los ojos pardos, una mezcla de los ojos oscuros de su padre, y de los ojos verdes y luminosos de su madre. Era más alto que sus primos, pero carecía de la envergadura habitual de los hombres del norte.

Su mente dio un salto en el tiempo, a su etapa universitaria en Vancouver. Allí había tenido buenas experiencias, y por primera vez se había sentido integrado en algún lugar. Cuando terminó sus estudios, añoró quedarse. Incluso consideró ampliarlos para lograr una plaza como profesor. Sin embargo, cuando recibió la oferta de la Corporación, no lo pensó dos veces.

La Corporación. Al principio, parecía otro gigante financiero más, interesado en contratar un joven con talento. Ni siquiera la entrevista de trabajo le hizo pensar qué le esperaba. Si hubiera sabido que acababa de ser reclutado por una organización dedicada a dominar el mundo, no estaba seguro de que hubiera aceptado. La paga era buena, de eso no había duda. Y la posibilidad de viajar a menudo, y visitar lugar nuevos también lo atraía. Claro que Kevin no sabía entonces que acabaría en el medio del desierto.

Miró su reloj. Apenas era la una de la madrugada. La hora bruja. La hora en que los demonios asaltan a los hombres, y les traen falsas esperanzas, o les atacan para infundirles terror. Por algún motivo, Kevin pensó que estirar un poco las piernas le ayudaría a conciliar el sueño. Fue entonces cuando, ante él, mirándolo de frente, apareció el Coyote.

Efecto Mariposa

"Un aleteo de las alas ayer, significa un gran cambio hoy. Trabajemos juntos para mantener el presente inevitable".
Puede que los viajes en el tiempo estén todavía muy lejos, pero en cualquier caso, la frase que aparece en el póster (que, por cierto, se pueden encargar aquí) me ha hecho reflexionar un rato sobre el efecto mariposa. A menudo, no nos damos cuenta de cómo pequeñas cosas pueden afectar enormemente a nuestra vida en el futuro. Tampoco nos damos cuenta cómo unas pocas pequeñas cosas que hagamos (o dejemos de hacer hoy) pueden significar un gran cambio en el mañana. Por eso, pequeños gestos como saludar a los que te rodean diariamente, (no sólo amigos), poner el hibernación el ordenador cuando nos vamos a tomar un café en medio de la jornada laboral, o apagar la luz de la habitación en la que estemos cuando salimos de ella, puede contribuir a crear un mundo mejor en el que vivir.
Y a continuación, sigue el relato sobre El Agente. ¿Sobrevivirá a las inclemencias del desierto de Sonora?

martes, 25 de agosto de 2009

El Agente: Archivo #001 - Peregrinación.


"No debería haber aceptado esta misión", pensó Kevin mientras conducía el viejo jeep por la polvorienta carretera del desierto. Lo cierto, es que tampoco le habían quedado muchas opciones. Un día, había recibido una llamada de su Supervisor, el siempre misterioso Sr. Gray, llamándole a su despacho. Mr. Gray era un hombre de mediana edad, de pelo gris, de traje gris, de aspecto gris, y, Kevin estaba seguro, de mente gris y de pasado también gris. Posiblemente gris oscuro.
-Tiene una nueva asignación, Agente. En el sobre se contiene todo lo que necesita para comenzar la misión. Mañana debe coger el primer vuelo hacia Tucson, Arizona. En el aeropuerto debe usar la llave en la taquilla con el número indicado. Allí encontrará más instrucciones.
Y ya está. Le miró de arriba a abajo, y tan sólo añadió.
-¿Alguna pregunta?
-No, Mr. Gray.
-Aprende rápido, joven. Hoy tiene el resto del día libre. Aprovéchelo para prepararse para su asignación.
"Maldito desierto. Maldito trabajo..." murmuraba Kevin para sí, mientras la radio tocaba canciones rancheras. Se desanudó un poco la corbata, y tomó un trago de agua. Había decidido ser precavido, y aunque el viaje implicaba cruzar el desierto apenas unas pocas horas hasta llegar a Caborca, en el estado de Sonora, México, llevaba una tienda de campaña, provisiones y agua para tres días, y... *PUM*
"Oh, no por favor, no". Miró el cuadro de mandos del coche. Posiblemente un fallo de la batería. Se bajó del coche, y abrió el capó, tosiendo ante la vaharada de humo que salió. Se apartó, y agitó las manos, como si eso fuera a ser de alguna utilidad. Cuando el humo comenzó a disiparse, observó el interior. "Habrá que cambiar la batería... ¿Por qué aceptaría este maldito trabajo?".
Cogió su móvil, y llamó al número de asistencia en carretera. Por suerte para él, hubo cobertura. Por desgracia, le dijeron que hasta mañana no podrían acercarse con una batería nueva. Le preguntaron si llevaba provisiones, y contestó que sí. Lo que dijo el individuo al otro lado del teléfono terminó por aplastar sus ánimos:
-Monte su tienda al lado del coche, deje el teléfono encendido, y encienda un fuego. No se aleje del lugar en ningún momento. No es el primer viajero que se comen los coyotes.
Sin apenas pensar en ello, Kevin montó su tienda de campaña, al lado mismo del coche. Puso la alarma del mismo, tendió un saco de dormir y sus pocas posesiones (el teléfono móvil, la nevera con las provisiones, la maleta con su ropa y una revista que compró en el aeropuerto para hacer tiempo), y se dispuso a pasar la noche en el desierto.

Un día singular



Esta primera entrada de hoy la dedico a dos personajes singulares, dos librepensadores que espero que me sirvan en cierto modo de inspiración en esta aventura narrativa que comienzo. El primero de ellos es Galileo Galilei, cuyo telescopio, que veis en la imagen, cumple hoy 400 años. Galileo, como sabéis, fue el primer científico en anunciar la Teoría Heliocéntrica. Por ello, y por ciertos asuntos de faldas que no vienen al caso, fue procesado por la Inquisición. Ante ella, se arrepintió de lo que había anunciado; aunque la leyenda dice que, al salir del tribunal, se volvió hacia los magistrados y les dijo: "Eppuor si muove", lo cual en italiano significa "Y sin embargo se mueve", en referencia al movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
Exactamente 372 vueltas alrededor del Sol más tarde del día en que Galileo terminó su telescopio, otro librepensador, Linus Torvald, anunció en el foro de comp.os.minix lo siguiente:
"Estoy creando un sistema operativo (libre) (por puro hobby, no será tan grande ni profesional como GNU) para clones AT 386(486). Llevo trabajando en ello desde abril y ya empieza a estar listo (…) Cualquier sugerencia será bienvenida, pero no puedo prometer que las ponga todas en práctica :-)"
Ese día se toma hoy como el nacimiento de Linux, el primer sistema operativo libre. Aquí podéis encontrar una breve historia de dicho SO. Tengo que confesar que no lo uso, pero sigo conservando en casa una copia de la versión 3.0 para el día en que me harte de Windows.
Last but not least, pronto vendrán más entradas, pero no os acostumbréis a actualizaciones diarias ;)