miércoles, 14 de agosto de 2013

Google admite que los usuarios no disponen de privacidad


Hoy en Xataka me ha entristecido ver la noticia de que en el proceso judicial iniciado el 13 de julio de este año contra Google, los abogados de la compañía defienden que los usuarios no pueden esperar privacidad en el servicio. De acuerdo con dichos abogados, "el concepto de interceptación ilegal haría virtualmente imposible la prestación del servicio". Con lo cual, defienden, a lo que los demandantes llaman "interceptación ilegal" constituye el funcionamiento normal del servicio conforme a los Términos y Condiciones aceptados por el usuario.

Creo que dentro de esta defensa hay un grave error de concepto, que no sé si es intencionado (y me inclino a pensar que sí lo es). Uno de los conceptos transversales del derecho es el llamado principio de legalidad. De acuerdo con dicho principio, no importa cuáles sean las condiciones pactadas por las partes en un contrato privado. Dichas condiciones deben obedecer a la ley y si no lo hacen, aquellas clásulas son nulas de pleno de derecho. Esto supone que a efectos legales nunca han existido. Dos personas (físicas o jurídicas) no pueden, simplemente, hacer un pacto fuera de la ley. Por esta razón, no importa que los usuarios de Gmail "acepten" que sus correos sean interceptados. Dicho pacto entre Google y los usuarios es nulo de pleno derecho.

Sin embargo, habría que ir más allá. ¿Qué ocurre con los correos que puedan enviar los internautas a los usuarios de Gmail? Si Google admite su interceptación, no puede defenderse bajo la premisa de la aceptación de un contrato, porque dicha relación contractual no existe con los demás usuarios. De hecho, los propios abogados de Google admiten en su alegato que la ley CIPA no se aplica a los emails. Sin embargo, a raíz de la filtración de Snowden ha aparecido información que parece extraer lo contrario: auspiciándose en la ley CIPA, se han interceptado tanto llamadas telefónicas como correos electrónicos no solo en EEUU, sino en muchos otros países del mundo. 

La imagen que está en cabecera es parte de la web scroogled.com, lanzada por Microsoft para desprestigiar a Google por esta razón. De acuerdo con ellos, Google "lee cada palabra para lanzarte spam que se confundan con emails". No sé si a vosotros esto os ha pasado o no, pero a mí no me ha ocurrido. Sí admito que las notificaciones de Google+ pueden ser ligeramente molestas por no existir forma de evitarlas. Pero tampoco es que Google+ tenga tanta actividad que desborde mi correo. Pueden pasar semanas enteras entre cada una, por lo que en mi opinión es una queja infundada. Es más, hace años que dejé de usar el servidor de correo de Microsoft por lo mal que filtra el spam. Así que podríamos decir que "quien sea inocente que tire la primera piedra", no sólo en cuanto al spam, sino también en cuanto al espionaje al servicio de la NSA.

Finalmente, quiero terminar con una reflexión acerca de la dirección a la que se dirigen las comunicaciones online en la actualidad. Cada día resulta más evidente el hecho de que los gobiernos del mundo, especialmente EEUU (aunque no exclusivamente), utilizan Internet como una herramienta de represión. Entiendo que al ser Internet la mayor herramienta de comunicación en un mundo globalizado, se requiera tomar medidas para garantizar la seguridad de dichos Estados. No obstante, aquellos que precien llamarse democracias deberían considerar la dirección que están tomando en este asunto. Tal vez, y espero que no sea así, por preservar "el estilo de vida occidental" terminemos por renunciar a su piedra angular, la libertad de expresión.

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