Me decidí a ver esta película ya que, en aquellos momentos en que Ridley Scott se limitaba a producir Prometheus, John Spaiths iba a ser su director, además de guionista. He de decir que la película ha superado mis expectativas, teniendo en cuenta los defraudados comentarios que me han llegado sobre Prometheus.
El argumento es sencillo: dos jóvenes programadores han inventado una aplicación que permite a los jóvenes encontrar pubs, discotecas y locales de moda, y encontrarse en ellos. Algo así como el Four Squares de la parranda, por así decirlo. Sin embargo, cuando llegan a Moscú se encuentran con que su idea ha sido robada por un compañero de equipo, debido a un tecnicismo legal. Deprimidos, intentan ahogar su tristeza en alcohol, cuando se encuentran a dos americanas en la discoteca. También está allí su recién adquirido enemigo, para su desgracia. Entonces, se va la luz. Cuando salen, ven que el apagón es total. En el cielo ven algo similar a una aurora boreal, y de pronto miles de luminarias comienzan a caer del cielo. Una de ellas cae cerca, y pronto comprobarán que estas luminarias están vivas... y no son amistosas. Entonces se desata el caos. Corren de nuevo al interior, y consiguen encerrarse en un almacén en el sótano de la misma. Sobreviven allí durante días hasta que se termina la comida. No les quedará más remedio que salir, y enfrentarse a las misteriosas criaturas alienígenas para huir de Moscú.
La película cuenta con unos efectos especiales decentes. Quizá en un guiño a Predator, vemos de tanto en tanto a los personajes desde la perspectiva de los alienígenas. La forma en que estos eliminan a los humanos, y hacen rebotar las balas, también resulta bastante conseguida. Los alienígenas en sí mismos, en cuanto podemos verlos, son bastante feos y su diseño es bastante pobre. El hecho de que no sean antropomórficos consituye la única nota original.
La cinta tiene a su favor varios aciertos interesantes en su guión, en cuanto a romper determinados clichés. Quizá la única "licencia de guión" que se hayan tomado es que todos los rusos que los protagonistas encuentran hablen inglés. Algo que según he comprobado por mi propia experiencia, es mentira. Pero bueno, entiendo que eso facilita la visibilidad de la misma al público americano. Los diálogos no son el fuerte de la misma, pero como película de acción, tampoco esperaba gran cosa en este aspecto.
La fotografía es bastante impresionante. Para mí ha resultado chocante ver completamente desiertos o semidestruidos lugares de Moscú en los que había estado. Supongo que para quien no haya estado en la ciudad, el efecto no será tan visceral, pero imagino que es igualmente sorprendente. Desconozco cuál es la razón de elegir Moscú como escenario. Tal vez para ahorrar presupuesto, pero en esto también es algo en lo que Spaiths ha roto otro cliché del género de las invasiones alienígenas.
Nota: 6. Me ha hecho pasar un buen rato y me ha parecido decente, dentro de su género. Rompe algunos clichés, lo cual es un toque de originalidad que le da cierta calidad.
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