sábado, 10 de abril de 2010

Gato sobre un tejado


Gato se subió al tejado. No sabía muy bien por qué lo había hecho. No sabía muy bien porqué había abandonado siquiera su ciudad natal. ¿Huir de su hogar perdido? Tal vez. Cuando quiso saber dónde estaba, se subio al tejado. Y entonces sintió miedo. No se trataba de simple vértigo. No sólo sentía miedo de que pudiera hacerse daño al viajar. Gato miró hacia atrás, y se dio cuenta de lo lejos que había llegado... y cuán solo se encontraba. "Vine aquí buscando un nuevo hogar. Pero sólo he encontrado un camino que no termina. ¿Debo volver atrás?"

Pero Gato se dio cuenta, entonces de que no estaba seguro de conocer el camino de vuelta. Podría seguir su propio rastro, pero ya había llovido algo a su paso. Eso le había hecho sentir más limpio, pero también le había urgido a buscar un refugio que no había encontrado. Aunque ahora estaba seco, hacía frío. Necesitaba un refugio. Estiró su cuello y miró al horizonte. A lo lejos, en otra casa, vio luz, y una columna de humo saliendo de una chimenea. No sabía si aquel sería su nuevo hogar, pero parecía un buen lugar para pasar la noche.

"Y mañana, veremos qué ocurre", pensó Gato.

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