El dective Clive Thomson encendió otro cigarrillo. Llevaba veinte años trabajando como detective privado en Memphis, y había visto muchas cosas. No en vano se trataba de la ciudad del mundo con mayor número de esquizofrénicos. La mitad de aquellos individuos eran potenciales clientes suyos. Sin embargo, este caso se ganaba la palma. No le gustaba el aspecto de aquél hombre vestido con traje negro que se presentó en su despacho, pero traía un maletín lleno de dinero, y uno no es de piedra. Y tiene facturas que pagar.
Ahora estaba en aquél hotel, observando el caos que reinaba en la habitación. Una copa con champán derramado en el suelo. La copa estaba manchada de carmín. "Parece que te interrumpieron la fiesta, nena", pensó. Había huellas de zapatos de hombre. Más de un tipo de calzado. "¿Con varios hombres? No, estas huellas parecen más recientes que aquellas". Tres agujeros de bala sobre la cama. "Vale, marido vengativo entra por la puerta de una patada, saca su .38 y dispara a la chica infiel y al amante. No hay sangre, así que el marido no acertó. Y, ¿por donde salieron? Creo que estoy metiendo la pata en algo."
Con cuidado, entró en la habitación y se colocó al lado de la ventana. Miró hacia abajo. "No, habría que estar loco." Entró en el baño. Una ventana que da al patio de luces. "Eureka. Pero, ¿porqué no hay huellas de hombre?¿Y por qué hay otro agujero de bala aquí. ¿Tal vez el amante forcejeó con el marido para quitarle la pistola, mientras que ella huía por el baño, pero luego se zafó, y volvió a dispararle? No. La trayectoria de la bala... procede del baño. Ella le disparó a él."
Se fijó en la moqueta. Había manchas de sangre, casi imperceptibles. "Han limpiado. Aquí ha muerto un hombre, y lo han limpiado. Pero ella huyó por la ventana, y el amante se fue caminando por la puerta. Quizá fue él. O quizá el amante se fue antes de que el marido llegara. La limpieza sugiere entrenamiento y cierta frialdad, y la falta de dispersión indica que el disparo fue certero. ¿Sería una profesional?¿Policía, militar, tal vez?¿O una mata-hari?"
De acuerdo con la recepcionista, la mujer que ocupaba esta habitación tenía acento alemán, aunque usó un pasaporte mexicano. "Falso, con toda probabilidad. Es decir, que tenemos a una fugitiva alemana, suelta por ahí, armada y con entrenamiento militar. Maldita sea, ¿por qué acepté aquél maletín?"
Ahora estaba en aquél hotel, observando el caos que reinaba en la habitación. Una copa con champán derramado en el suelo. La copa estaba manchada de carmín. "Parece que te interrumpieron la fiesta, nena", pensó. Había huellas de zapatos de hombre. Más de un tipo de calzado. "¿Con varios hombres? No, estas huellas parecen más recientes que aquellas". Tres agujeros de bala sobre la cama. "Vale, marido vengativo entra por la puerta de una patada, saca su .38 y dispara a la chica infiel y al amante. No hay sangre, así que el marido no acertó. Y, ¿por donde salieron? Creo que estoy metiendo la pata en algo."
Con cuidado, entró en la habitación y se colocó al lado de la ventana. Miró hacia abajo. "No, habría que estar loco." Entró en el baño. Una ventana que da al patio de luces. "Eureka. Pero, ¿porqué no hay huellas de hombre?¿Y por qué hay otro agujero de bala aquí. ¿Tal vez el amante forcejeó con el marido para quitarle la pistola, mientras que ella huía por el baño, pero luego se zafó, y volvió a dispararle? No. La trayectoria de la bala... procede del baño. Ella le disparó a él."
Se fijó en la moqueta. Había manchas de sangre, casi imperceptibles. "Han limpiado. Aquí ha muerto un hombre, y lo han limpiado. Pero ella huyó por la ventana, y el amante se fue caminando por la puerta. Quizá fue él. O quizá el amante se fue antes de que el marido llegara. La limpieza sugiere entrenamiento y cierta frialdad, y la falta de dispersión indica que el disparo fue certero. ¿Sería una profesional?¿Policía, militar, tal vez?¿O una mata-hari?"
De acuerdo con la recepcionista, la mujer que ocupaba esta habitación tenía acento alemán, aunque usó un pasaporte mexicano. "Falso, con toda probabilidad. Es decir, que tenemos a una fugitiva alemana, suelta por ahí, armada y con entrenamiento militar. Maldita sea, ¿por qué acepté aquél maletín?"
Chan Chan Chaaaaaaaaaan... Cambio de argumento!! aiiiis justo cuando se ponía interesante el anterior... xD
ResponderEliminarLily
Jejeje... Nadie dijo que el anterior fuera a caer en el olvido, pero Helen también se merece un poco de atención. Y hace tiempo que tenía ganas de introducir algún personaje de "los malos" en escena.
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