sábado, 11 de abril de 2015

Chappie


Durante el último año, la ciencia-ficción ha estado de enhorabuena, con un gran número de estrenos, algunos de los cuales con un gran nivel. El último que he tenido la posibilidad de ver es Chappie, de Neill Blomkamp, conocido por ser el director entre otras obras de Distrito 9 y Elysium. Además, ha sido elegido ni más ni menos que para el reboot/spin-off (todavía no queda muy claro) de la saga Alien. Chappie es una obra profundamente personal como lo fue Distrito 9 y eso es algo que se nota en algunos detalles de la película, que señalaré más adelante.

El argumento de la película es relativamente simple: la película nos sitúa en un futuro cercano en el cual debido a su alto nivel de criminalidad, la policía de Johannesburgo acepta crear la primera fuerza policial robótica del mundo. Los robots, fabricados en Sudáfrica por la compañía Tetra Vaal son un éxito. Sin embargo, sus inteligencias artificiales son muy limitadas: tan sólo son marionetas, carne de cañón para reducir a los miles de gángsteres fuertemente armados que viven en la ciudad. Su diseñador, un joven ingeniero llamado Deon (interpretado por Dev Patel, que os sonará por sus papeles en Slumdog Millionaire, The Newsroom y El nuevo exótico Hotel Marigold) quiere ir más allá, y aprovechando un modelo defectuoso implementa en él una versión experimental de la IA que adquiere pensamiento independiente propio. Cuando pretende llevarse a su casa el modelo defectuoso, es secuestrado por una banda de gángsteres americanos (interpretados por los raperos sudafricanos del dúo Die Antwoord; Ninja y Yo-Landi Visser; y el actor José Pablo Cantillo, con el cual Blomkamp ya trabajó en Elysium y que también es conocido por su papeles televisivos en The Walking Dead y Sons of Anarchy) que se ven atrapados en el país por sus deudas con un señor del crimen (Brandon Auret, que también apareció en Elysium). Los gángsteres terminarán por quedarse el robot autoconsciente, bautizado como Chappie. Entre tanto, otro de los ingenieros de la compañía, Vincent (Hugh Jackman, al cual no hace falta que presente), buscará la forma de que su propio modelo sea considerado por la CEO de la compañía (Sigourney Weaver, a quien tampoco es necesario que presente) y la policía de la ciudad por todos los medios a su alcance.

La película es tal vez el proyecto más personal de Blomkamp hasta la fecha. Prueba de ello es que la compañía que fabrica los robots que aparecen en la película lleve el nombre de Tetra Vaal, el mismo con el cual Blomkamp tituló un corto que dirigió en 2004 en el cual se extrae ya el núcleo del palnteamiento de la película: robots policías patrullando por Johannesburgo. Podéis ver el corto a continuación. Como veréis, el diseño de los rangers de Chappie era ya entonces una realidad. También en el corto se deja entrever alguna de las escenas introductorias de Chappie, en donde se nos presenta a esta fuerza policial.



Como ocurrió con los anteriores proyectos de Blomkamp, el tono de la película es sumamente crítico y aunque la historia sea la misma que miles de veces se ha contado, Blomkamp tiene la habilidad de romper todos los tópicos para hacerla propia y original: no solo cambia el escenario situando la historia en su Johannesburgo natal, si no también el hecho de que los protagonistas sean criminales. Todo ello con el trasfondo de una historia en la cual el principal protagonista, el robot Chappie, es perseguido al fin y al cabo por tener pensamiento independiente. Esto es en sí mismo una sutil pero dura crítica a la sociedad capitalista actual.

En cuanto al apartado visual, la película está bien lograda. A menudo las escenas de acción cuentan con efectos de slow-motion que en parte le dan un cierto aire de cómic, lo cual no deja de ser llamativo. Tanto los rangers como el Moose se mueven con efectividad y naturalidad.

Finalmente, y como es de esperar, la banda sonora corre a cargo de los raperos protagonistas. A continuación os dejo el tema Enter the Ninja, que figura en los créditos de la película.


Mis últimas palabras las quiero dedicar a una crítica no de la película en sí misma, que me ha parecido excelente, sino a la difusión que ha tenido en las salas de cine. El hecho de que sea una producción relativamente independiente al menos en mi ciudad la ha relegado a una única sala, en horario de madrugada y durante apenas tres semanas, posiblemente por el mero hecho de haber coincido con el estreno de Fast and Furious 7, la cual tuvo al menos veinte salas. No critico a quienes pueda gustarles la saga de F&F, pero sí creo que se ha prejuzgado notablemente el éxito que podría tener desde las distribuidoras. Espero que tengáis la suerte de poder verla en el cine, pero si no es así, Netflix ya ha adquirido los derechos para su distribución en DVD en EEUU, por lo que confío en que pronto estará también disponible a través de la plataforma de televisión a la carta. En este enlace podéis consultar las fechas de lanzamiento en diversas plataformas.

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