miércoles, 28 de diciembre de 2011

Stop #SOPA






No, este post no es un alegato encedido en contra de ese plato tan recurrido en invierno. Sí pretende ser un alegato encendido, pero contra una iniciativa legislativa que está cerca de ser aprobada en EEUU, y que tendrá una influencia directa en la vida de millones de internautas, por no decir en toda la política internacional. Eso es SOPA. Se trata del acrónimo con el que se conoce la "Stop Piracy Online Act". En teoría, otra iniciativa más para detener la piratería en Internet,una de tantas, cosa rutinaria. ¿No? No.

Desde hace días que vengo pensando en cuál sería mi próxima entrada del blog. Había estado estudiando la posibilidad de escribir algo conmemorando los 111 años de historia del cine, o tal vez cómo se está portando el nuevo gobierno en sus primeros días de funcionamiento. Ambos son temas interesantes, pero lo cierto es que hoy he estado averiguando algo sobre SOPA, y mañana habrá una jornada de protesta "Mueve tu dominio" contra dicha iniciativa.

¿Qué es SOPA?

SOPA es una iniciativa legislativa que obligaría a los proveedores de Internet a dar de baja las DNS de los dominios que contengan contenido que vulnere los derechos de autor. Dicho así, hasta suena bien. Sin embargo, dentro de esta definición inocua, hay un contenido perverso. Quien mejor lo ha definido (para mi gusto) es Quino, que nos ha proporcionado una ilustrativa viñeta de Mafalda sobre el tema.

Como es obvio, para poder determinar qué contenidos vulneran la ley de propiedad intelectual de EEUU, se "escanearían" todos los contenidos de Internet: correos, páginas web, TODO. Si envías un enlace a un amigo con un vídeo que resulta infringir dicha ley, podrías encontrarte al día siguiente sin conexión a Internet, independientemente de que vivas en EEUU, España, Zimbabwe o la Guayana Francesa.

Diversos grupos de internautas y activistas han preparado un gráfico que expresa de forma bastante clara cómo funciona el sistema. Eso sí, en inglés.

¿POR QUÉ?

Podríamos aducir muchas cosas acerca de un senador republicano de Tejas, como es Lamar Smith. En su haber cuenta con un importante historial de lucha contra la piratería en Internet. También es cierto que Holywood ha financiado sus campañas desde hace diez años. Aunque esta conexión era más o menos previsible, no lo es tanto de otras 142 empresas que apoyan el proyecto de ley.

Para ellas, su puesta en marcha resultará muy lucrativa, por supuesto. Muchas de ellas son editoriales (como Random House), discográficas (EMI, Warner), pero hay también otras sociedades cuya conexión es más oscura, como la Liga de Fútbol Americano, o alguna industria farmacéutica (PhRMA).

¿CÓMO SURGIÓ?

El bloqueo de DNS es un sistema que ya cuenta con algunos años de experiencia. Antes de que los gobiernos se fijaran en la utilidad de este sistema, existían diversos programas que permitían usarlo para el control parental. Ciertamente, con toda la información que circula en Internet, poder contar con alguien que clasifique los sitios web e impida a los menores acceder a contenidos prohibidos o peligrosos, resultó ser un negocio lucrativo para algunas empresas de software como GoDaddy y un servicio útil para padres con cierta conciencia. Aquí se explica su funcionamiento.

El problema surgió cuando algunos gobiernos autoritarios decidieron asumir el papel de padres de sus inconscientes y rebeldes ciudadanos. China, Siria e Irán, para ser más concretos. Mediante este sistema, comenzaron a bloquear webs "antisistema" de los activistas democráticos. Censura que llegó a afectar a la propia administración americana. Esto no supuso un grave daño a los internautas del resto del mundo, porque la infraestructura de Internet no está en esos países.

El problema grave surge cuando los lobbys de la industria cultural americana comienzan a fijarse en el sistema, y deciden que emplearlo sería una buena forma de prevenir la piratería. Rápidamente convencieron a un grupo de senadores para proponer una iniciativa legislativa en ese sentido.

¿POR QUÉ ES TAN GRAVE?

En EEUU reside lo que se denomina "la espina dorsal de la Red". Es decir, el grueso de la infraestructura que soporta Internet: no solo proveedores de servicio, sino también empresas dedicadas a la compra, registro y mantenimiento de dominios. Estas empresas serían las que actuarían de censores a instancia del gobierno americano. Bastaría con una denuncia anónima para que nuestra página web fuera bloqueada. Debido a ello, podéis suponer que los proveedores de servicios de correo, blogs y redes sociales comenzarán a monitorizar todo el contenido que sus internautas publican con el fin de que sus actividades no se vean interrumpidas. Y aquí es donde llega hasta tí. Tu actividad en Internet será observada, impidiéndote compartir determinados enlaces que no respeten los derechos de autor en EEUU, o puedan motivar su incumplimiento.

Aquí hay un vídeo en el que explica su funcionamiento, y la influencia en tu actividad normal.

¿QUÉ PUEDO HACER YO?

1.- Mañana es el día de "mueve tu dominio". Esta campaña anti-SOPA consiste en mover el dominio de la página web de todos los internautas posibles a hostings que no apoyen la iniciativa. Comprueba si tu página web está dentro de la lista, y si ha publicado alguna declaración al respecto, o pregúntales directamente. Si apoyan SOPA; mañana es un buen día para actuar moviendo tu dominio a otro hosting.

2.- Envía e-mails a las empresas que apoyan la inciativa, protestando contra su apoyo a la iniciativa. Puedes usar plataformas como Actuable, Change.org, o Causes.com para conseguir apoyos al envío masivo de correos.

3.- Si tienes cierto dominio fluido del inglés, puedes dirigirte al propio Lamar Smith, y/o a los demás senadores que apoyan la iniciativa pidiéndoles que no la propongan al Congreso.

4.- Wikipedia también está en contra de esta iniciativa. como ha manifestado en su blog. De hecho, podrían verse obligados a cerrar, con lo que ello supondría. Seguramente tú también la usas a diario. Quizás ahora, más que nunca, sea el momento de proporcionarles apoyo.

5.- Probablemente sea una buena idea informar al Parlamento Europeo sobre la cuestión. Aquí puedes encontrar el formulario electrónico para presentar una petición al Parlamento Europeo.

EDIT:
6.- Revers Robocall permite (mediante el pago de una cuota de 10 $) grabar un mensaje que será transmitido de forma automática a través de teléfono, a los políticos que apoyan SOPA. Si no sabes qué hacer con el dinero del aguinaldo de tu jefe o de algún familiar, esta es una buena opción para decirles "cuatro cosas" a los responsables de este despropósito legislativo.

jueves, 15 de diciembre de 2011

You'll eventually walk alone, England


Muy a pesar de que el resonado himno popular del Liverpool FC sea "You'll never walk alone" ("Nunca caminarás a solas"), es posible que ese sea exactamente el rumbo al que se dirige Inglaterra. Los últimos días, no obstante, he venido oyendo (y leyendo) toda una plétora retórica acerca de lo malvados que son los ingleses y lo bien que estaríamos sin ellos. Y no ha dejado de recordarme a aquella escena de 1984 (libro o película, da igual) en la cual Oceanía cambiaba de alianza y el Gran Hermano declaraba que Eurasia era a partir de entonces y siempre había sido su más mortal enemigo. Este revisionismo de la historia parece haberse convertido en la forma de recriminar a Reino Unido que nunca arriman el hombro cuando los demás lo hacen. Crítica en parte razonable, pero nadie habla de otros grandes quejicas de la Unión, como es el caso de Dinamarca.

Los ingleses tienen sus motivos para "aislarse" de Europa, que no del mundo. Por una parte, tienen su Commonwealth, y por otra parte tienen su relación especial con EE.UU. Este país ha estado también apartándose cada vez más de Europa en cuanto a economía. Así, parece cada día más claro que la solución a la crisis económica pasa por dos vías ideológicas en cuanto a economía. Así, los "bernankistas" americanos defienden una política económica centrada en aumentar la renta real y el PIB, sin tener en cuenta el riesgo de inflación; mientras que los "merkelistas" europeos defienden una política centrada en lo monetario y de control del precio del dinero y la liquidez que asume como inevitable una recesión económica.

Todo ello apunta a un eventual distanciamiento de EEUU con Europa, que se podría acentuar con una victoria (poco probable) de los republicanos en las elecciones de 2012. Una eventual ruptura de Reino Unido y su salida de la Unión Europea pronunciaría más este distanciamiento mientras que Europa se acerca a Rusia en busca de financiación. ¿Podríamos encontrarnos ante una realización de la escena mencionada de 1984, con Vladimir Putin operando como Gran Hermano europeo? Sé que resulta bastante chocante que la Alianza Atlántica pudiera fracasar, pero mientras que en Europa el antiamericanismo de la población es rampante, no existen graves prejuicios contra los rusos. De hecho, se podría decir lo contrario.

Aunque es un escenario muy remoto, me escama considerablemente que ningún gobernante europeo haya hecho la más mínima declaración acerca del posible fraude electoral en Rusia. Claro que, Rusia puede ser acreedor de buena parte de los países de Europa, y como diríamos en Galicia, "donde manda patrón, no manda marinero".

Personalmente opino que sería un craso error que Reino Unido abandonara la Unión Europea. Y no soy el único en pensarlo. No obstante, tampoco es posible que permanezcan enrocados tratando de aferrarse a los últimos resquicios de su soberanía nacional, cuando su "aliado especial" al otro lado del charco pide "decisiones rápidas". Si van a ser un obstáculo no ya en el proceso de integración, sino en la la solución de la crisis de deuda soberana, tal vez deberían considerar regresar a la EFTA y ser miembro del EEE como los demás miembros de ésta. Incluso podrían estar dentro del Espacio Schengen.

Así que, navegando entre dos mundos, Inglaterra podría acabar caminando sola, y eso sería un desastre para todos. Enlace

viernes, 2 de diciembre de 2011

Así fallará la reforma laboral (I)


A pesar de que el presidente electo sigue dando largas a las expectativas de los medios y de los ciudadanos de que diga "esta boca es mía", poco a poco vamos teniendo pistas de cuál será su agenda. Recortará el déficit "a cualquier precio", y hará una reforma laboral pero ya. Cinco Días muestra las claves de esa reforma. Parece ser que el documento de trabajo del que parte el equipo de gobierno (sea quien sea ese equipo) son las enmiendas realizadas por el PP a la anterior (desastrosa) reforma laboral. No hay queja al respecto, pero un servidor cree que hay otras reformas más urgentes. Tal vez lo que falle no es el mercado laboral, sino nuestro tejido empresarial, en especial la pequeña empresa.

Puse numeral a este artículo, porque presumo que no será la única vez que hable de ello.

1.- Flexibilidad interna. La idea en este punto es la de modificar los art.s 22 y 39 del Estatuto de los Trabajadores, que establecen los grupos profesionales y la movilidad funcional. De acuerdo con lo que se baraja, el empresario podría variar con libertad las funciones del trabajador. De esta forma, pasamos del modelo de trabajadores especializados a trabajadores mcGyver, capaces lo mismo de arreglar un roto que un descosido. Aunque soy prudente hasta verlo en el BOE, suponiendo que siga la línea de las enmiendas presentadas, se establecen como únicas limitaciones "las exigidas por lastitulaciones académicas o profesionales precisas para ejercer la prestación laboral y por la pertenencia al grupo profesional." Sin embargo, el párrafo siguiente cuasi invalida todo lo anterior, porque dice "La movilidad funcional para la realización de funciones no correspondientes al grupo profesional sólo será posible si existiesen razones técnicas u organizativas que la justificasen y por el tiempo imprescindible para su atención. En el caso de encomienda de funciones inferiores ésta deberá estar justificada por necesidades perentorias o imprevisibles de la actividad productiva". Es decir, que un ingeniero perfectamente pueden ponerlo a apretar tornillos en la fábrica al día siguiente "si es perentorio". Es un decir, pero con este modelo se acabó lo de "trabajo en lo que quiero". A partir de ahora trabajarás en lo que tu jefe quiere. Los del mundillo leguleyo ya sabemos cómo funciona esto. Siempre es perentorio. Si no lo es, ya lo dirá el juez. Mientras tanto, ancha es Castilla. Por supuesto, esto facilita que las empresas cuenten con menos trabajadores que puestos de trabajo, y alteren las funciones de los que tienen "por urgente necesidad" según les convenga. En definitiva, el resultado es una menor contratación, perjudicando el mercado laboral.

2.- Simplificación de contratos. Por una vez, debo aplaudir que alguien obedezca al sentido común. Un país no puede tener cuarenta modalidades de contrato laboral, como el nuestro. Sin embargo, el contrato base a partir de la reforma sería el de fomento de empleo estable. ¡ERROR! Esto supondría una generalización de la indemnización por despido a 33 días, en lugar de los actuales 45. Más o menos previsible, y si sirve para reducir la temporalidad de los contratos, aceptable. El problema es que este modelo de contrato está demostrando ser un fiasco, ya que representa uno de cada cuatro nuevos contratos. Además, los contratos fijos suponen un 6,89% del total, lo cual no era comparable desde 1996, cuando al gobierno de Aznar se le apareció el dios del neoliberalismo y decidió hacer la reforma laboral que dio barra libre para la contratación temporal. No será una sorpresa si los empresarios pasan de largo de lo que les ofrezcan y siguen haciendo contratos temporales. FAIL en 3,2,1...

3.- Descuelgue de los convenios. La justificación de esta medida está en flexibilizar la negociación colectiva, para adaptarla a las condiciones específicas de cada empresa. Es un dardo al corazón de los sindicatos, que verían destruida su capacidad de fuerza. Probablemente sea causa suficiente como para convocar una huelga general (como si lo otro se la soplase, vamos). Sin embargo, también supone un pèrjuicio para los trabajadores. La razón se encuentra en que será casi imposible que un trabajador sepa cuáles son las normas que regularán su puesto de trabajo. Además, la presión del empresario sobre los delegados de personal siempre es más efectiva que sobre un remoto representante provincial o nacional. Por más vueltas que le doy, incluso siendo retorcido, no encuentro en qué puede esto mejorar la situación económica.

4.- Intermediación. En este punto se hace referencia a la contratación pública de empleados. Actualmente está prohibido a las Administraciones Públicas contratar empleados en ETTs, salvo para campañas de publicidad, recabación de datos y otras tareas puntuales. Si se retira esa prohibición, aparte de enviar al garete los principios de publicidad y concurrencia del acceso al empleo público, nos encontraremos colateralmente con la muerte de las oposiciones y de las listas de contratación interina. ¿Porqué cubrir un puesto de trabajo con un funcionario, o con un trabajador de una lista de contratación, cuando puedes tener a un trabajador cedido por una ETT? Cuando deje de ser necesario, al banquillo. Sin duda, es una medida que permitirá a la Administración ahorrar millones, pero que también mandará al traste el sistema de empleo público y su estatuto. En definitiva, creará una bolsa de trabajadores temporales sin derecho a prestaciones, marginalizándolos.

5.- Formación. Se planea modificar la formación en el seno del puesto de trabajo. La idea es poner un mínimo de horas anuales de formación (BIEN), y que estas se acumulen y publiciten. Se pone como mínimo veinte. Más que mínimo, yo lo consideraría pírrico, pero bueno. La idea es buena. Lo que me alarma es la implantación del modelo alemán de formación profesional para paliar el desempleo juvenil. La idea es buena en cierto sentido, pero tiene algunos inconvenientes graves para su implementación efectiva. Yo que he vivido y trabajado en ese país puedo hablar un rato sobre el tema. Para empezar, es inconcebible para los alemanes separar la formación profesional del modelo educativo. Ambas cosas son parte del mismo sistema. No parece que los planes de Mariano Presidente vayan por esos derroteros. En segundo lugar, aunque en España nos guste imitar a los norteuropeos pensando que todo lo hacen bien, igual no siempre es cierto. Puedo deciros que los estudiantes alemanes en prácticas son explotados de mala manera. Para muestra un botón: muchas empresas alemanas se ahorran el servicio de limpieza de sus locales, encargándoselo a los estudiantes en prácticas. ¿Vaya chollo, verdad? En tercer lugar, aunque la idea de que un estudiante pueda hacer períodos de prácticas profesionales durante su formación puede ser interesante en términos de orientación laboral, también provoca que los alemanes retrasen más su entrada efectiva en el mercado. Entrar más tarde en el mercado laboral significa mayor dependencia de la familia, menor posibilidad de formar una familia, menor natalidad, menor PIB. Sabemos cómo va esto. Además, una mayor facilidad de las empresas para tener trabajadores gratuitos (porque estos estudiantes en prácticas no cobran NADA por su trabajo) supone menor contratación, y por tanto, más desempleo. En mi opinión, el modelo alemán de formación profesional no es exportable a España, y creo que será un grave error adoptarlo.

Otras "minucias" que se contemplan en la reforma:
-Eliminación del FOGASA, y adopción del "modelo austriaco". Volvemos al tema de imitar a los demás, sin pensar en si es eficiente aquí. En Austria puede tener un sentido, donde la insolvencia de empresas -que es alta, de un 5,9%- está sostenida en cuanto a prestaciones de los desempleados por un fuerte sistema de seguridad social, sostenido fundamentalmente por los sindicatos. Aquí tenemos un procentaje de empresas en concurso que dobla al ya alto baremo austríaco. Con lo cual, el peligro potencial de que una persona se vaya al paro porque su empresa entre en concurso y se pase meses o años sin cobrar (teniendo en cuenta que nuestra justicia funciona al paso de un oso artítrico en hibernación) es elevado.
-Prohibición de las huelgas con motivo de modificación del convenio. Puesto que las huelgas políticas están prohibidas en nuestro país, así como las huelgas solidarias, el único tipo de huelga que es legal es la que tiene como motivo servir de medida de presión ante la modificación o negociación de convenios, esto supone en la práctica la prohibición definitiva del derecho de huelga. A currar se ha dicho, panda de vagos.

Con lo cual, ejerciendo de Nostradamus, mis predicciones son:
1.- Habrá una huelga general.
2.- No servirá de nada.
3.- El gobierno dirá que intentó negociar, pero no sirvió de nada.
4.- Aprobará la reforma por decreto
5.- No servirá de nada.
6.- En un año, tendremos el mismo o mayor índice de paro.

Y me cito a mí mismo para revisar de aquí a un año cuántas acerte en mi quiniela particular.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El mundo que no fue (II): la invasión aérea


La idea de que los hombres pudieran atacar a sus vecinos en naves aéreas es muy antigua. Tan pronto como en el siglo XII a.C., diversos textos sánscritos recogieron en ellos los vimanas, "palacios" o "carros voladores" que transportaban a los dioses. También la mitología griega recogió esa idea, con el mito de Dédalo e Ícaro y sus alas mecánicas.

No obstante, el mito fue haciéndose realidad tras la llegada de la Ilustración. Aparecieron los primeros globos, y con ello comenzo la historia de la navegación aérea. Uno de los grandes fracasos de dicha historia fue el dirigible. Antes incluso de su desarrollo y utilización masiva, Julio Verne se adelantó (como tantas otras veces) al publicar Robur el Conquistador. En esta obra (que viene reflejada por la ilustración que encabeza la entrada), un pirata aéreo aterrorizaba a la población del mundo con ataques rápidos e imprevistos. Unos años más tarde se popularizaba su uso tanto civil como militar. H.G. Wells describía en La Guerra del Aire, en 1908, un conflicto militar usando aeronaves. No se imaginaba que muy poco tiempo después, en 1911, tendría lugar por un piloto italiano, Giulio Gavotti, el primer bombardeo de la historia contra el ejército otomano durante la guerra que ambas potencias mantenían en Libia. No fue muy glamouroso, ya que dicho "bombardeo" consistió en que el intrépido oficial se metió varias granadas en los bolsillos, que lanzó a un campamento enemigo desde su avión.


Giulio Gavotti, en su avión.

Curiosamente, el Imperio Otomano denunció la acción como una vulneración del Derecho de Guerra, aunque no fue escuchada. Gavotti ganó mucha popularidad, y la prensa convirtió al caballero de villano en héroe. No obstante, H.G. Wells concibía esa guerra aérea con dirigibles. Cosa que no ocurriría durante la I Guerra Mundial, que aunque vio algunos dirigibles de combate especialmente por parte de ataques alemanes a Inglaterra; la primera guerra aérea se libró con aviones, mucho más rápidos y versátiles. Sería el principio del fin del dirigible, escenificado por el abandono de la estación de atraque de aeronaves del Empire State Building para ser reconvertido en mirador turístico... tras el turbulento período de la crisis del 29, donde fue escenario de múltiples suicidios.


Escena de Sky Captain y el Mundo del Mañana (2004)


Otro gran mito de la ciencia-ficción fue el jet-pack o mochila-cohete. Apareció por primera vez en Armaggedon 2149 A.D., la primera historia de Buck Rogers, publicada en 1928. La idea no dejó de calar en los creativos ingenieros alemanes del III Reich, que intentaron crear algo similar. El proyecto Himmelstürmer (link en inglés) no llegó a lo que pretendía el mando militar de la Luftwaffe, soldados capaces de atravesar volando las líneas enemigas. No obstante, sí les permitió crear un dispositivo capaz de realizar saltos calculados de unos 60 metros, con el fin de enviar ingenieros militares al otro lado de campos de minas. Estos diseños quedarían obsoletos con la invención de las tácticas de paracaidismo durante la propia guerra.

Tropas alemanas "sobrevolando" el campo de batalla.

Puede que en otro universo paralelo Alemania hubiera conquistado Inglaterra con stürmtruppers equipados con mochilas-cohete salidos de zeppelines armados. Pero en este las mochilas-cohete son todavía algo totalmente carente de practicidad por el coste de producción y la alta especialización que necesita el "piloto".

A pesar de que los dirigibles son cosa del pasado (salvo con fines publicitarios), tal vez cabría plantearse su reutilización, utilizando técnicas modernas para su construcción y mejora. Se trata de un transporte más económico que un avión (en términos de tonelaje/autonomía tiene la mejor tasa después del transporte marítimo), es silencioso, menos contaminante y requiere infraestructura prácticamente nula para su aterrizaje y despegue. Por esta razón en los últimos años y con el petróleo más caro que nunca, se comienza a pensar en transportes alternativos. El dirigible está entre ellos. Así, el ejército de los EEUU ha mostrado cierto interés en su utilización para el transporte de material militar en territorio enemigo, con el proyecto Millenium Airship. En el caso del uso civil, hay algunas iniciativas, como la del SkyHook JHL-40, un dirigible destinado al transporte de carga en áreas remotas. Respecto del transporte de pasajeros, en este artículo se citan algunas iniciativas de tipo turístico.

¿Volverán los dirigibles a surcar los cielos? Tal vez esta sea una buena idea para "reflotar" (¡en sentido literal!) nuestro maltrecho sector turístico. A una velocidad punta de 200 km/h, un dirigible podría cubrir un hipotético trayecto Santander-Plymouth en unas cuatro horas y media, bordeando la costa francesa, y a un coste mínimo, tal vez incluso cero, si se materializan las iniciativas de instalar placas fotovoltaicas para alimentar los motores.

viernes, 25 de noviembre de 2011

No es país para Glasnot



A finales de los 80, cuando la Unión Soviética confió a Mikhail Gorvachov el gobierno de una federación desgobernada y en una situación de crisis tan dramática como la que hoy vive Europa, dos fueron los pilares sobre los que sostuvo la reforma política y económica a la que sometió su país: Democracia (Perestroika) y Transparencia (Glasnost). Sin embargo, citando metafóricamente el título de la película, España parece que no es país para Glasnost, a pesar de encontrarse en un punto crítico de su historia. Mariano Rajoy ha obtenido democráticamente la confianza de los españoles para sacarlos de la crisis, pero al menos en sus primeros días de trabajo en el proceso de transición para formar el nuevo gobierno y definir las líneas de actuación del mismo, la transparencia ha brillado por su ausencia.

Paso a citar algunos ejemplos. A fecha de hoy se desconoce quién será el nuevo ministro de economía en la delicada situación que se encuentra el país, con bonos a dos años pagándose casi al 6% en niveles de 1997, lo cual es insostenible a largo plazo. Tampoco ha comparecido el futuro Presidente, Mariano Rajoy, para aclarar porqué se reúne antes con banqueros que con políticos. Lo cual no tiene que ser necesariamente malo (aunque resulta dudoso). Y no se trata sólo de eso, si no que desde el domingo simplemente no ha comparecido en absoluto. Total secretismo parece la consigna del futuro nuevo gobierno, pero los medios económicos extranjeros comienzan también a criticar este mutismo, que no hará sino perjudicar las expectativas de los inversores.

No obstante, puede apreciarse la diferencia entre la transparencia de unos y otros. Mientras que en España, el futuro presidente mantiene un silencio absoluto, Angela Merkel ha declarado sobre el contenido de su conversación teléfonica de ayer con Mariano Rajoy (en alemán). Así, Rajoy ha constatado a Angela Merkel que España necesitará un rescate por parte del BCE, y que los Presupuestos del Estado recortarán el déficit en 60.000 millones. Son las primeras claves sobre el guión de la recuperación económica que Rajoy guarda celosamente. Si existe una razón para ello, es algo que desconocemos.

Espero que esta política cambie de opinión, pues veo difícil que los españoles puedan confiar en un líder que oculta el rumbo que mantiene. La democracia, sin transparencia, se convierte en un teatro de sombras chinas, donde solo podemos conjeturar a través de las sombras que tras una sábana se proyectan.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Algo huele a podrido en los estados de Europa


Nada menos que William Shakespeare pone título a esta entrada nº 100 del blog. En el momento que empecé con este blog, no sabía cuánto duraría. Me picó una mosca literaria que me metió el gusanillo de ir escribiendo lo que se me pasaba por la cabeza. Aunque todavía no tengo proyectos literarios serios (o no tengo tiempo de ponerme en serio con los proyectos literarios que tengo), el blog siempre se ha mantenido ahí. Cada semana una entrada, algunas semanas más, otras ha sido imposible. Pero en los más de dos años que ya cumple, la frecuencia inicial se ha mantenido estable.

Este blog no ha tenido nunca un gran número de visitas, pero visitantes de al menos diez países han visto esta página desde toda clase de soportes y sistemas operativos. Por lo tanto, me alegra que la difusión mundial del blog sea a día de hoy un hecho. En particular, quiero dedicar un afectuoso saludo a mis fans de México, donde parece que tengo un nutrido grupo de seguidores ya que es el segundo país después de España en número de visitas.

Entrando ya en materia, puse ese nombre a esta entrada, por la cita de Marcelo en Hamlet, de William Shakespeare. ¿La razón? Porque al igual que Marcelo en la obra del dramaturgo inglés, yo también me huelo una conspiración en todo lo que está suciediendo. El último indicio, la dimisión de Yorgos Papandreu como primer ministro de Grecia y la formación de un gobierno de transición posiblemente con Lukas Papademos a la cabeza. Este es el segundo nombramiento sospechoso en lo que va de año, seguido del Mario Draghi. Draghi llegó al cargo tras llegar a ser (no se sabe bien por qué, pero sí que su predecesor sigue cumpliendo pena de prisión por una dura -y posiblemente injustificada- condena sobre el caso de la OPA de BBVA sobre la Banca Nazionale dil Lavoro, a la cual Antonio Fazio se opuso) Gobernador del Banco de Italia después de un periodo en Goldman Sachs, en el cual supervisó la auditoría que se hizo a Grecia para poder entrar en el euro, la cual más adelante se reveló que contaba con datos falsos que Goldman Sachs, en la persona de Draghi, decidió ignorar aparentemente como parte de la estrategia de la compañía, que ya entonces previó un escenario similar al presente. En esa época era presidente del Banco Central Europeo el susodicho Lukas Papademos. Éste se fio de los datos falseados ofrecidos por Draghi y su compañía, que propiciaron la entrada en el euro de un activo envenenado como eran las finanzas públicas griegas. Además, en su periodo de gobernador del Banco de Italia, Draghi consintió o no supo prever la inestable situación de la economía de su país, la cual se encuentra ahora en el ojo de un huracán financiero que viaja a gran velocidad hacia el oeste... en dirección hacia España. Por si fuera poco, tras la más que probable salida de Berlusconi de su puesto el día de hoy, se configura como probable un "gobierno técnico" presidido por Mario Monti, miembro de la más que polémica Comisión Trilateral. Estos tres personajes tienen en común haber sido altos cargos políticos de la Unión. Monti y Draghi estuvieron trabajando juntos en el mismo departamento de la Universidad de Trento, y el segundo coincidió en sus estudios de economía con Papademos en la Universidad de Massachussets. Puesto que ambos eran estudiantes de doctorado, es bastante probable que se conocieran personalmente entonces. Ambos tuvieron como mentores a dos Premios Nobel de ideología neoliberal, Robert Solow y Franco Modigliani. No voy a entrar en más suspicacias, pero a mí estos tres personajes me resultan de lo más sospechoso.

Mientras se negocia en Bruselas los detalles para el segundo rescate de Grecia, destaca el informe publicado hace una semana y media por Poul M. Thomsen sobre la recuperación islandesa. Podéis encontrar aquí ese informe en español. Así, la recuperación de este pequeño país, el primero en caer a causa de la crisis, se basó en los siguientes puntos (y cito literalmente el informe):

"
  • Primero, se formó un equipo de abogados para asegurar que las pérdidas de los bancos no fueran absorbidas por el sector público. Al final, el sector público tuvo naturalmente que intervenir y garantizar que los nuevos bancos estuvieran suficientemente capitalizados, pero quedó al margen de las enormes pérdidas del sector privado. Esto fue un logro muy importante.
  • Segundo, el objetivo inicial del programa consistió exclusivamente en estabilizar el tipo de cambio. En este caso, se utilizaron medidas no convencionales, especialmente los controles de capital.
  • Tercero, se dejó que los estabilizadores automáticos operaran plenamente durante el primer año del programa, lo que permitió retrasar el ajuste fiscal. Esto contribuyó a apuntalar la economía en un momento de grandes tensiones.
  • Cuarto, se racionalizó la condicionalidad, que se centró en la cuestión clave en ese momento: reconstruir el sector financiero. Si bien al final será necesario aplicar reformas en algunos ámbitos de la economía a nivel más general, estas no formaron parte del programa."
Analicemos y comparemos las medidas que se han tomado en Islandia, Grecia y España (aunque en los dos últimos casos, son casi identicas, aunque todavía no tan profundas en nuestro país). Lo primero que hizo Islandia fue evitar que las pérdidas de los bancos fueran absorbidas por el sector público. En Grecia y en nuestro país, en cambio, se ha procedido al rescate y recapitalización de los bancos afectados por la crisis financiera. Eso ha convertido una deuda privada en pública. Es decir, que Grecia y España han hecho exactamente lo contrario que Islandia en este aspecto. No es un buen punto de partida.

Lo segundo fue estabilizar el tipo de cambio. Para ello, asegura Thomsen que se usaron medidas no convencionales como el control de capitales. Es evidente, que cuando se produce una situación de especulación que termina en una huida masiva de capitales, debe darse coto a estos. Sin embargo, en la zona Euro, no se ha tomado ni una sola medida en este sentido. Es más, la premisa sigue siendo la libertad total del flujo de capitales.

En cuanto se refiere a los estabilizadores fiscales automáticos (aquí hay un informe sobre el asunto, referido a America latina, pero válido en cuanto a la teoría), mientras que como sugiere Thomsen se han mantenido sin ser afectados para permitir su operatividad, los países de la zona euro aplicaron una política fiscal expansiva para estimular la demanda. Tal y como afirma el Banco de España en su artículo sobre la eficacia de las políticas fiscales en la zona euro, "la eficacia de las expansiones fiscales contracíclicas (discrecionales) suele verse mitigada por los retrasos en la aplicación de las medidas presupuestarias, la dificultad de destinarlas específicamente a los hogares y a las empresas más afectados y, más en general, la incertidumbre en torno a la respuesta de la economía a los programas de gasto de carácter temporal o a recortes de impuestos". El hecho es que si observamos los datos del año 2009, ya la propia Comisión transmitía un mensaje bastante moderado en cuanto a la efectividad de las políticas aplicadas.

Por último, Thomsen detalla que aunque se implementaron algunas medidas para reformar la economía general, el núcleo duro de las mismas se contró en reconstruir el sector financiero. Esto consisitio en la nacionalización de todo el sistema bancario para hacer un pago selectivo de los compromisos adquiridos. Una medida importante es la reestructuración de las deudas de los hogares y las pequeñas empresas. Entre tanto, en Europa, ni se han nacionalizado bancos, ni se han adoptado medidas para aliviar las deudas de los ciudadanos y las pequeñas empresas que constituyen el grueso del tejido económico de la Unión.

En conclusión, que algo huele a podrido en Europa. No hay razón para que la salida de la crisis se esté alargando deliberadamente, más que engrosar las cuentas de los especuladores que por lo que arrojan los datos, se han convertido en quienes ostentan el timón de Europa ante la tormenta económica que estamos viviendo.

jueves, 27 de octubre de 2011

Internet y el nacimiento de la democracia-red


Estos días, que he estado especialmente separado de Internet me han permitido reflexionar sobre la importancia de la red en nuestras vidas cotidianas. Hace años se hablaba de que nos hallábamos en camino hacia el desarrollo de una sociedad de la información, entendida como una sociedad donde la información sería públicamente accesible por todos en todo momento. Lamentablemente, eso es de momento una utopía. Es cierto que el desarrollo de Internet en los últimos diez años ha permitido que gran parte de la información sea accesible por la gran parte de la población mundial. La Primavera Árabe de este año es un ejemplo claro de cómo la información compartida ha dotado de poder a las personas para determinar su régimen político. Ese fenómeno, gracias a la transmisión de esa información, ha producido un efecto contagio en las sociedades europeas como un efecto de ondas hasta provocar el inicio del movimiento 15-M en España. Y ese movimiento ha despertado todavía más consciencias para provocar que la información llegue hasta EEUU y se produzca allí el movimiento “Occupy Wall Street”. Todos ellos movimientos revolucionarios de incierto futuro, pero con un denominador común: su origen está en la libre transmisión de la información a través de Internet.

¿Cuáles son entonces los límites para hacer real esa aparentemente utópica concepción de la sociedad como una consciencia global? Todavía hay resquicios sociales, políticos y sobre todo económicos que presenten barreras para la completa transformación de la civilización tal y como la entendíamos hace cuestión de veinte años. ¿Cuáles son estas barreras? Se trata sin duda de la intención de los poderes que hasta ahora han construido el sistema, por cuyos pilares temen ahora que comienzan a resquebrajarse. La sociedad, cada vez más hastiada por las exigencias a las que se ve sometida para mantener los privilegios de las entidades bancarias sin las cuales se desmoronaría (teóricamente) nuestra economía, ataca cada vez más fuerte a esos pilares. Las entidades bancarias, a su vez, se constituyen en guardianes de quienes ostentan la capacidad de toma de decisiones. Mediante el secreto bancario, circulan a nuestro alrededor, invisibles, utilizando la propia Internet, ingentes masas de dinero por parte de personajes anónimos. Desde hace unos años, dichos personajes se han visto manipulados por aquellos que hasta ahora eran sus servidores, propiciando un cambio en la balanza de poderes. “Los gobiernos no sirven para nada. Standard & Poor’s es quien gobierna el mundo”. Eso decía cierto broker británico a la BBC hace unas semanas.

¿Son entonces estas agencias las que impiden el cambio? No, ellas son simplemente los nuevos gurús de la religión del todopoderoso dólar (no tan poderoso, últimamente). La crisis financiera se produce en origen a causa de un intento de ocultar información al público, de un intento de estafa a nivel global. Los bancos pican, y se arruinan. Los Estados deben salvar a los bancos mediante fondos de rescate y recapitalizaciones, a cuenta de los ciudadanos. El mismo broker decía que llevaba años soñando con una crisis como esta. Aunque este personaje es una caricatura de quienes realmente representa, un guiñol agitado ante las masas como distracción, sí es una muestra de la ideología que los actuales poderes financieros ostentan.

El baluarte del inmovilismo está, en cambio, en los agentes del sistema político. Son ellos los que poco tienen que ganar y mucho que perder con la transformación de la sociedad piramidal en una sociedad-red horizontal. En semejante clase de sociedad, mantener los privilegios que hasta ahora disponían se antoja prácticamente imposible. La corrupción de esta clase social se ha extendido de una forma tan grave que es difícil saber no ya cuál es grado de contagio, sino si existen células sanas en el organismo. Hasta principios de este siglo, es decir, hasta la irrupción masiva de Internet en nuestra sociedad, ésta se configuraba de forma piramidal pese a su carácter democrático. El político se mostraba todavía como un princeps, el primero entre iguales. Era elegido para gobernar a las masas, puesto que las masas eran incapaces de gobernarse a sí mismas. Era imposible que las masas tomaran decisiones de forma colectiva, puesto que era imposible que todos los ciudadanos cupiesen en un parlamento. Hasta que Internet lo hizo posible. La clase política se ha convertido en un estamento obsoleto, y aparece ahora como la nobleza en pleno periodo barroco: un elemento engorroso, que consume valiosos recursos de una sociedad que los necesita. Por lo tanto, a pesar de sus intentos de mantenerse en el poder, la fuerza del cambio a la que se enfrentan es una fuerza irresistible que terminará por arrollarles. Nunca en la historia humana un sistema se ha mantenido mucho tiempo después de que algo lo hace obsoleto. La velocidad de la transformación de ese sistema puede ser mayor o menor, pero la tecnología que hace posible compartir la información propicia la aceleración del cambio. “Lo que antes llevaba un siglo, ahora lleva cien días”, tal y como dijo E. Punset ante una asamblea en la Plaza de Sol.

En este momento, la sociedad ya ha cambiado. Comenzó a cambiar hace años, en los que comenzó a circular el concepto de governanza. De acuerdo con ese criterio, se aprobó el 18 de febrero de 2005 un código de buen gobierno en nuestro país. Existen códigos de buen gobierno en diferentes países con fechas muy similares. En aquel momento, adoptar formas de coordinación interinstitucional e intergubernamental comenzaba ya a hacerse algo imperativo. Sin embargo, nadie era consciente entonces de que la interrelación entre diferentes niveles institucionales y la necesidad de consenso en las actuaciones desde el nivel macro hasta el micro serían insuficientes. Durante unos años hemos vivido en la ficción de que los gobiernos son capaces de tomar decisiones para favorecer a sus ciudadanos. No ha sido hasta el comienzo de la (mal llamada, en mi opinión) crisis financiera de 2008 que hemos comprobado que los gobiernos se hayan secuestrados. Ya no gobiernan para favorecer a los ciudadanos que los han votado, si no para mantener un mundo que ya no existe. Se produce así una brecha que cada vez se agranda más. Recientemente ha tenido lugar el 15-O, el primer día de furia a nivel mundial. Estamos ante un fenómeno inusitado, muestra del mundo que Internet ha creado. Por una parte, una ciudadanía global que interactúa a través de la Red para organizarse con unos motivos y unos lemas comunes. Por otra parte, obsoletos gobiernos nacionales que tratan de echar de las calles a los manifestantes mediante la violencia, “el último recurso de los imbéciles”, como decía ¿Gandhi? (¡comprobar!). El resultado está todavía por ver, pero cada día es menos probable que el sistema se sostenga ante una desidia generalizada de los habitantes del mundo por una democracia capitalista que ahora agoniza.

Algunas ideologías políticas también obsoletas pretenden ahora capitalizar este momento de crisis para tratar de implantar sus creencias. Ni el marxismo, ni el fascismo son sistemas apropiados para solucionar los problemas económicos y sociales que afronta el mundo actual. Aunque el concepto de democracia digital se asimile en gran medida al anarquismo, tampoco se pretende la abolición de los Estados, sino su transformación. La democracia sigue siendo igualmente válida, bajo los mismos principios: libertad, igual y fraternidad. El Estado de Derecho es una conquista valiosísima, que no se puede tirar abajo ahora. Esto es algo que tanto los políticos como los revolucionarios más extremistas deben entender. Lo que tenemos entre manos es un sistema obsoleto que necesita ser actualizado para responder a las necesidades y vicisitudes de la sociedad, pero no es un sistema fallido como sí lo son el comunismo y el fascismo. No abundaré en ello ahora, pero la prueba de ello es patente: basta echar un vistazo al mapa y comprobar que estos dos sistemas ocupan la menor parte de los Estados del globo. Todos los demás son democracias con ciertas diferencias menores. Algunas mantienen a monarcas de nombre, pero cuyo poder es nimio por no decir inexistente. Algunas otras adquieren la forma de república, en diferentes formas. Mientras que en unas ciertas religiones tienen carácter oficial, en otras se opta por la libertad religiosa.

¿Cómo debe transformarse la democracia?

No es una pregunta fácil de responder, pero el punto esencial es el desplazamiento del proceso de toma de decisiones de los políticos hacia los ciudadanos. La participación ciudadana ha de convertirse en el instrumento clave para esta nueva democracia construida en red, en lugar de la estructura piramidal que ha existido hasta ahora. Así, a pesar de la necesidad de un cuerpo técnico que ejecute las decisiones populares, la decisión y la fiscalización de las mismas debe depender única y exclusivamente de la voluntad popular, expresada de forma libre y directa, sin intermediarios que la tergiversen y reinterpreten bajo sus propios opacos intereses.

La forma de realizar esta reforma debe ser a través de un proceso constituyente, en el cual la voluntad popular tenga la voz protagonista. Solamente a través de una Constitución puede quedar suficientemente blindados los derechos participativos en las instituciones democráticas.

Ya es un hecho patente la necesidad de este cambio, antes de que se produzca de forma violenta. La frustración de millones de ciudadanos en todo el mundo se ha ido extendiendo como la pólvora desde primavera. Lo que en principio se creyó que sería una manifestación de mero carácter regional, se ha ido extendiendo por todo el mundo. Una vez más, la teoría de Samir Amin, de acuerdo con la cual los sistemas se ven superados no desde su centro, sino desde su periferia se está cumpliendo. En un principio, se creyó desde el núcleo de nuestra civilización que las protestas de la Primavera Árabe se limitarían a esos países, cuando los regímenes autoritarios que los rigen no fueron capaces de gestionar adecuadamente las consecuencias nacionales de la crisis financiera mundial. Sin embargo, la llama de la revolución terminaría por extenderse a España, un país occidental y democrático. Y aunque no ha tenido el carácter dramáticamente violento de los países árabes, su influencia ha sido fundamental, sobretodo porque las vicisitudes de los indignados españoles son las de un colectivo altamente educado, informado y con gran capacidad de autoorganización y autogestión. Se ha creado así un lobby donde antes no existía, reclamando cambios radicales no ya en un sistema dictatorial, sino en la democracia liberal. De acuerdo con ellos, esta democracia no lo es en realidad. Más arriba ya he explicado el porqué. De suerte que nos topamos con que la democracia española ha adoptado un carácter casi isabelino en cuanto a la significancia de la alternancia en el poder. Unos y otros tienen en su programa las mismas políticas, que les vienen dictadas de Europa y de los agentes del mercado.

Pero no se detuvo ahí, sino que los españoles supieron ganarse la atención de los medios de todo el mundo, hasta el punto de conseguir la transmisión a donde nadie pensaría que nunca emergería un movimiento revolucionario: EEUU. El movimiento Ocuppy Wall Street se ha extendido ya por todo el país. Al menos de momento, estos movimientos tienen un carácter marcadamente pacífico y no acaban de ganar el apoyo mayoritario de la sociedad. Pero es un hecho el que se han convertido en líderes de opinión para un gran número de ciudadanos del mundo occidental. Los políticos, que solo ven al corto plazo, desdeñan los éxitos de estos movimientos, sin darse cuenta de que está plantada una semilla de desconfianza y desidia hacia ellos en una parte creciente de la sociedad. ¿Cuál es el punto en el que la separación entre los ciudadanos y la clase política se convierte en un barranco insalvable? De acuerdo con Abraham Lincoln, "Una papeleta de voto es más fuerte que una bala de fusil". Aunque todavía no ha habido ningún gobierno que haya caído en occidente a causa del cambio producido por la crisis, es un hecho que no tardará en producirse. España e Italia parecen que serán los primeros, pero es muy probable que no sean los únicos. Los líderes europeos se muestran cada vez más debilitados ante sus electores, y es probable que se produzca un cambio político en toda Europa en 2012. Pero yo quiero ir más allá. ¿Hasta qué punto la clase política se sentiría legitimada para gobernar ante una reducción cada vez más drástica de la participación electoral? ¿Tendrán la honradez suficiente como para aceptar el desafío que supone devolver parte de la soberanía que les fue entregada por los ciudadanos?

Por desgracia, hasta el momento parece poco probable que este cambio vaya a producirse de forma inmediata, pero estoy seguro de que igual que tenemos una generación perdida de jóvenes en el mundo, reclamando por sus derechos; tenemos una generación perdida de políticos apoltronados en sus privilegios. Tal vez la siguiente generación, aquellos surgidos de las asambleas y las protestas, ya sea por participación propia, o porque esos jóvenes son los progenitores de esa generación de líderes que propiciarán el cambio de la democracia piramidal a la democracia-red. Aunque mucho me extrañaría que, a la velocidad que se está produciendo los cambios, hubiera que esperar tanto tiempo. Mientras tanto, lo único que podemos hacer los ciudadanos es mantener un ojo crítico, despertar, y desconfiar de aquellos que nos decían que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, abocándonos a mantenernos callados mientras pagamos los platos rotos de la especulación de los agentes financieros con nuestro dinero.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Shutter Island


Aunque empiece a ser un poco monotemático, el cine vuelve a los Archivos Olvidados. Tengo algunos proyectos en mente para el blog, pero de momento se están quedando en el tintero por falta de tiempo. Mientras tanto, ahí va la reseña de esta interesante película.

La película trata de la investigación de la fuga de una "paciente" de un recinto penal psiquiátrico situado en Shutter Island, en el año 1948. Dos agentes del Departamento de Justicia son asignados al caso, entre los cuales se halla nuestro protagonista. Este lugar aislado es el lugar donde un psquiatra pone en práctica sus radicales métodos para tratar a tan singulares pacientes como delincuentes con problemas mentales. La investigación pronto implicará cada vez más a nuestro detective en una espiral cuyo final me pareció bastante sorprendente.

Aspectos a destacar de la película son la fotografia y escenografía de la película. La climatología juega un papel importante en la película, y ha sido cuidada al detalle. Asimismo, el vestuario está impecable. Los efectos especiales, sin ser excesivamente groseros, son bastante notables y cumplen su función de introducirnos en este pequeño mundo donde las fronteras entre lo real y lo irreal, los recuerdos y los sueños, son difusas.

La banda sonora (por así llamarla), sin ser destacable, cumple una función ambiental importante. El hecho es que Martin Scorsese colaboró con Robbie Robertson para crear y utilizar un conjunto de material previamente grabado. Otro detalle curioso sobre la música es que ¡¡SPOILER!!: la escena en la que Teddy Daniels llega al campo de concentración, el oficial nazi está escuchando una obra de Gustav Mahler, un compositor judío.

Como detalle curioso, Martin Scorsese sometió a los miembros del reparto y al equipo técnico durante la fase de pre-producción a largas sesiones nocturnas de películas que trataban los estilos y temas presentes en la película. Entre ellas se encontraba Titicut Follies, una película de Frederick Wiseman rodada en 1967, la cual llegó a estar prohibida durante mucho tiempo y exponía el (mal)trato al que se sometía a los criminales trastornados.

¡¡SPOILER!!:
  • El título de la película es un anagrama de "Verdades y Mentiras", lo cual define bastante el carácter de la película.
  • En la escena en la que Teddy habla en sueños por primera vez con Laedis se oye un grito. La escena siguiente se emite al revés, con el humo del cigarro entrando en este, en lugar de salir.
  • Otra escena pensada para trastornar al público es la escena en la que Teddy y su compañero Chuck interrogan a una paciente. En ella, la mujer pide al compañero de Chuck que le traiga un vaso de agua, lo cual hace. Cuando la mujer se lo lleva a la boca para beber, no lo tiene en las manos.
NOTA: 7,5. El guión está muy cuidado, y se mantiene el suspense hasta el dramático final. Por lo demás, la película no es de sobresaliente. Con todo, la recomiendo encarecidamente.

martes, 30 de agosto de 2011

Sin Identidad


"Sin Identidad" es una película a la que le tenía ganas, especialmente por mi visita a Berlín recientemente. Sé que es una tontería, pero reconocer los lugares donde se desarrolla una película por haber estado en persona en ellos siempre es un aliciente. Lo cierto es que la película no me defraudó en absoluto. Tiene buen ritmo, y desde el principio nos va dejando pistas que luego se unen para formar el rompecabezas destrozado que es la memoria del Dr. Martin Harris.

El argumento es sencillo, a priori: un biólogo americano de prestigio viaja con su esposa a Berlín para asistir a una importante conferencia sobre biotecnología. Sin embargo, se olvida en el aeropuerto una maleta en la que va toda su documentación. Cuando vuelve, sufre un accidente de tráfico. La taxista le salva la vida, pero luego desaparece. Martin Harris pierde la memoria sobre su identidad, se encuentra solo, sin documentación en un país extranjero cuyo idioma desconoce. Una situación de lo más traumática, pero que cualquiera de nosotros podría sufrir. Quizá por eso uno se identifica con el protagonista con facilidad. Diré que yo siempre viajo con dos identificaciones, por si me ocurre algo parecido. No obstante, lo que parece casual, es totalmente intencional.

La película, tras ponernos en esta situación, nos muestra como un Martin Harris está cada vez más confuso y desesperado por recuperar su identidad y su vida. Pero pronto se dará cuenta de que ha sido víctima de un complot, una pieza más dentro de una conspiración donde todos los elementos están bien definidos... salvo el de Martin Harris, el hilo suelto que hará desvelar todo el tapiz.

En cuanto a los demás elementos, quiero destacar el buen uso que se ha hecho de los diálogos en versión original. Muchos extras hablan en alemán, sin que se haga ninguna traducción. A medida que transcurre la película, el propio protagonista comienza a dirigirse a ellos soltando alguna palabra o frase en dicho idioma. Se trata de un buen retrato de una situación de inmersión lingüística repentina. Otro aspecto a destacar es la fotografía y escenografía: el hotel, la discoteca, el bar turco... hasta el despacho del detective están recreados al milímetro para mostrarnos Berlín no solo por fuera, sino también "por dentro".

El guión es decente, sin ser genial. Hay dos o tres escenas en las que se producen giros de trama inesperados, que le dan ritmo a la película. Por lo demás, el desarrollo de la película es previsible. Quizá dando menos información, la película hubiera tenido más tensión y habría ganado algunos enteros. Las escenas de acción, por su parte, cumplen su función aunque la típica persecución de coches no está muy lograda, y resulta poco creíble que un coche marcha atrás tenga tracción y aceleración suficiente como para huir de otro que le persigue marcha adelante. No soy un experto en esta materia, así que tal vez me equivoque. A mí me pareció bastante artificial.

Nota: 7. Un buen thriller, con el que pasar dos entretenidas horas. Me alegro de no haberla visto en el cine, porque posiblemente hubiera sido mucho más crítico.

domingo, 21 de agosto de 2011

Mi General


A veces te encuentras que hay películas buenas en televisión, y ayer fue uno de esos días. Motivado con que TVE no pone publicidad en sus películas, me atreví a ver esta "españolada", y resultó que me quedé bastante satisfecho. Como se puede ver en el cartel, el reparto tiene de lo mejorcito del cine español de hace unos años. El argumento de la película fue lo que enganchó, pero el desarrollo de la misma me mantuvo sentado hasta el final.

Situémonos. Finales de los años ochenta. España acaba de entrar en la OTAN y en la CEE. Dejábamos de ser un país de opereta con un ejército a tono, y comenzábamos a ser considerados un país respetable y una potencia militar estratégica a tener en cuenta. Como país más austral de Europa, es nuestro deber patriótico para con nuestros camaradas europeos y atlánticos estar a la altura de las circunstancias, preparados para cualquier contingencia. Y eso incluye una eventual guerra espacial contra los rojos. Como parte de la estrategia de Reagan llamada "Guerra de las Galaxias", España debía formar a sus generales en los últimos adelantos en tecnología militar aeroespacial.

Es decir, que necesitaban un curso de reciclaje.

Ahí empieza lo cómico. Un grupo heterogéneo de personajes egregios, de sólida experiencia militar en la Guerra Civil y en la Guerra de África, de méritos más que demostrados, debía someterse a un cursillo en el cual un grupo de jóvenes oficiales ingenieros y científicos militares les debía poner al día con nociones tan alejadas de las trincheras, de los fusiles Mauser o de la Batalla del Ebro como los cañones de plasma, la inserción orbital de tropas o la guerra nuclear.

Sin embargo, no es fácil para semejante grupo empezar a recibir órdenes, someterse no sólo a un programa que les es totalmente ajeno, sino también a un grupo de jóvenes resabidos con su formación científica, que ellos nunca tuvieron. Eso causa conflictos y pronto los jóvenes comenzarán a sentirse viejos al tener que someter a tan levantisca tropa mientras que los viejos se sentirán de nuevo jóvenes al revivir sus tiempos de academia militar en tiempos de la República.

Todo ello propicia una reflexión sobre la juventud y la vejez, sobre lo nuevo y lo viejo. Sobre el sistema educativo y sobre el papel del ejército en nuestra sociedad tecnológica. Y todo ello aderezado con grandes (muy grandes) dosis de humor, con cierta pizca de ternura y de amor maduro.

En cuanto al resto de aspectos de la película, pasan un tanto desapercibidos. La fotografía nos muestra una ciudad desconocida, llena de cables, torres y publicidad; que se va modernizando en pleno desarrollo de la película como una muestra de la máquina tecnológica que no cede un instante de descanso y que perturba a los "alumnos generales". La banda sonora se limita sobretodo a tonadillas de los años cincuenta, las favoritas de los "alumnos generales". Es bastante limitada y no destaca aunque tampoco estorba. El guión a veces resulta un tanto atropellado. Tal vez sea intencional cortar ciertas escenas de forma un tanto apresurada, a mi juicio. No obstante, creo que más bien la producción se vio limitada a la hora del metraje disponible. Con todo, el ritmo de la película es bueno, y no decae en ningún momento.

Nota: 7. Para ser una típica "comedia ligera española", me ha parecido una obra interesante para pasar hora y media sentado ante el televisor viendo a las viejas glorias de nuestro cine haciendo el papel de viejas glorias de un ejército anquilosado, que pretende ponerse al día a marchas forzadas. Algo muy español, podría decirse.

miércoles, 10 de agosto de 2011

La weimarización de Europa


Algo está sucediendo en Europa, a medida que la "crisis económica" (porque no estamos en una recesión, de eso ni hablar) se alarga y se profundiza. La gente común se está movilizando, levantando. Sin embargo, hay movimientos telúricos por debajo. Mientras los gobiernos aprueban medidas para las cuales ningún ciudadano los ha votado, esos ciudadanos protestan. Y algunos se aprovechan. No sé quién causa todo esto, ni a quien beneficia. Pero las revueltas en Inglaterra, cuya violencia me parece a una vez deleznable y deprimente, me han hecho reflexionar: ¿estamos ante una weimarización de Europa?

Me explico que quiero decir con "weimarización". La República de Weimar fue el nombre que se le dio a la primera república alemana. Esa república se caracterizó por varias cosas: la baja aceptación social, derivada de la baja representatividad, la agitación social derivada de la crisis de 1929, y la fragmentación política que permitió que un partido totalitario se hiciera con las riendas del poder. Y precisamente, parece que los ingredientes para un caldo de cultivo semejante los tenemos. Revueltas progresistas, atentados terroristas de extrema derecha, crisis económica, malestar social... todo ello está presente en la sociedad europea. Me costaría creer que la extrema derecha se hiciera con el poder en el continente, pero si esto sigue escalando... no me extrañaría demasiado.

Ciertamente los gobiernos democráticos han dejado de representar a los ciudadanos, pero eso no debe servir de excusa para apoyar movimientos antidemocráticos. Todo lo contrario, debemos procurar una regeneración democrática que represente los intereses de los ciudadanos de forma fidedigna. Un gobierno totalitario, con los recursos de espionaje que proporciona Internet, sería un desastre mucho peor que cualquier pesadilla orwelliana. Ya quedé bastante consternado por la capacidad de observación y monitorización que disponía la Stasi en la antigua RDA, cuando visité el museo y centro de investigación histórica de la misma, en Berlín. Recuerdo claramente una carta enviada a un domicilio, en el que se detallaban las actividades "delictivas" de un joven: fumar en el metro, tirar latas en la calle en lugar de las papeleras, vestir a la moda "punk", asistir a conciertos de rock ilegales, etc. Un gobierno totalitario a día de hoy es capaz de una monitorización mucho más estrecha. Prueba de ello es China, donde la vigilancia policial llega a las propias viviendas de los ciudadanos, como publicó el diario "La Gran Época" en este artículo. Otros países como Irán están procurando cortar el acceso de sus ciudadanos a Internet, con el fin de poder monitorizarlos e impedir la organización de movimientos disidentes a través de la red. Sin embargo, todo esto nos suena a lejano, ¿verdad? Aquí no estamos tan lejos, ya que España apoya el fin de la neutralidad en la red. Eso podría suponer que nuestra conexión a Internet se viera limitada a los servicios que contratamos: colocarnos en un túnel de hormigón en el que el Gran Hermano (o la compañía telefónica) decida qué vemos y oímos.

Lamentablemente, mucho me temo que nuestro voto pueda servir de poco para impedir que esto ocurra. Lo único que podemos hacer es que nuestra voz se oiga, que los poderes ocultos consideren el riesgo de dejarse llevar por su ambición desmedida. Una acción demasiado radical en una dirección, puede provocar una reacción inesperada en el otro sentido. Eso es tanto un advertencia para los Altos como para los Bajos. Pase lo que pase, salvemos la democracia. Lo lamentaremos cuando sea demasiado tarde.

lunes, 8 de agosto de 2011

Los Señores de la Instrumentalidad I


Con cierto retraso desde que terminé de leerlo, he aquí la crítica de un libro que compré de forma casual en una estación de tren en uno de mis habituales viajes. El subtítulo "Piensa azul, cuenta hasta dos" hace referencia al que la editorial ha considerado relato central de esta colección. Dicho sea de paso, que la foto se corresponde con la edición que he manejado: la colección de bolsillo Byblos de Ediciones B. Como indica la imagen, el precio es asequible. Si todos los libros tuviesen la relación calidad/precio de este volumen, creo que las editoriales tendrían muchos menos problemas.

En primer lugar, convendría hablar un poco de quién es Cordwainer Smith. Y la respuesta es que este hombre no existe, si no que es uno (de los muchos) seudónimos usados por Paul Myron Anthony Linebarger. Hay tres cosas que han influido mucho en la obra de Linebarger: uno es su experiencia en China, otra su interés por la psiquiatría y otra es la Revolución China y la Segunda Guerra Mundial. Esto se nota en su a veces extraño modo de narrar. A menudo las descripciones de los personajes son parcas, casi inexistentes. Linebarger también tiene una forma muy peculiar de desarrollar su universo particular. Primero lo destruye, luego toma las piezas, y construye algo nuevo de lo que queda.

Como se anticipa más arriba, este volumen es el primero de una serie de ellos. Además, "Los Señores de la Instrumentalidad", traducción bastarda de "Instrumentality of Mankind" se caracteriza no por ser una serie de novelas, si no de relatos que transcurren en un único universo. En ello, Smith/Linebarger se asemeja también a los escritores tradicionales chinos (o eso es lo que he leído, no he leído mucha literatura china aparte de ensayos filosóficos). Probablemente otro motivo más terrenal es que Linebarger nunca contempló la ciencia ficción como una profesión, si no como una afición. Con todo, "Los Señores de la Instrumentalidad" tiene un tono levemente moralizante en cuanto al papel de la guerra, la tecnología y la propaganda en la sociedad occidental. También, aunque de forma más sutil, se hace una crítica a la sociedad china en relatos como "Cuando llovió gente" y "Del planeta Gustible".

La edición ordena los relatos de forma internamente cronológica, es decir, en orden cronológico dentro del universo creado por el autor, no por la fecha de creación de los mismos por el autor. Esto nos permite ir contemplando la evolución del mismo a lo largo de los 14000 años de evolución del mismo. El primero de los relatos, "¡No, no, Rogov, no!" nos ofrece una anticipación de lo que será el resultado de la creación de la Instrumentalidad de lo Humano: el alcance de la perfección estética, como muestra del pináculo de la evolución. Sin embargo, llegar hasta allí llevará un gran sufrimiento. Las guerras atómicas devastarán la Tierra y crearán un mundo salvaje en el que apenas quedan restos de la civilización pasada: los menshonjaggers (en mi opinión, una ácida crítica a las SS alemanas), el subpueblo, los no perdonados y los verdaderos hombres se manifestarán entonces. A través de varios relatos, que se nos muestran los eventos que conducirán a la fundación de la Instrumentalidad de lo Humano. Se han sentado las bases del universo que Linebarger nos quiere mostrar, porque es la Instrumentalidad la que conduce al hombre hacia las estrellas, utilizando en primer lugar a los observadores. "Los observadores no viven en vano" nos acerca a la vida de estos cyborgs cuasi sectarios desde una perspectiva humana. Se trata, en mi opinión, uno de los mejores relatos de la colección, en tanto que nos muestra el contraste entre hombre y máquina, de lo humano y lo inhumano, de cómo el deber va más allá de las normas y de cómo forzar los límites de lo humano crea auténticos héroes.

Los siguientes relatos son un poco más ligeros, pero no menos interesantes. Nos muestran la nueva era de la navegación espacial. Son relatos más íntimos, más centrados en lo psicológico. El tercero de esta serie, "El juego de la rata y el dragón" nos habla de otra figura importante, los luminictores, así como de la raza alienígena más extraña de toda la ciencia ficción: los dragones. ¿Por qué dragones? No es que viajando por el espacio se hallan encontrado a estas criaturas legendarias. Simplemente porque estas criaturas son las que están más allá del espacio conocido. Los dragones de Linebarger son enloquecedores en su mero concepto, casi ctulhoideos. Los telépatas les dieron ese nombre, por su combinación de hambre, inteligencia y odio.

Los siguientes relatos nos muestran una cierta evolución tanto tecnológica como social en la humanidad. Tras dominar la mecánica temporal, el viaje espacial muestra nuevos desafíos y posibilidades. "Solo en Anacrón" es un bello (aunque corto) ejemplo de ello. Además, nos muestra los primeros indicios de la antiutopía en que la Instrumentalidad se ha convertido en "El crimen y la gloria del Comandante Suzdal" y en el relato que cierra el libro, "¡Dorada era la nave!¡Oh, oh, oh!".

Nota: 8. He descubierto una saga muy interesante y que recomiendo a todo el mundo, ya sean lectores habituales de ciencia ficción o no. Los relatos de este libros son en general bastante cortos, por lo que la lectura del libro se hace muy ágil. Aunque el orden recomendado de lectura es el de publicación, realmente no hay inconveniente en que nos saltemos alguno y luego volvamos atrás. No encontraremos detalladas descripciones de maquinaria propias de la ciencia ficción dura. Aunque el universo de Cordwainer Smith es verosímil, en muchas ocasiones nos encontraremos con cosas sorprendentes, graciosas o incluso ridículas. Todos los relatos incluyen cierto humor ligero que recuerda a películas de los años cincuenta. Hay poco que se pueda criticar del libro. Tal vez la poca profundidad con la que ciertos eventos son narrados. Relatos como los dedicados a la fundación de la Instrumentalidad darían para novelas enteras, pero ocupan apenas cincuenta páginas en total.

miércoles, 27 de julio de 2011

Spanischmann in Deutschland #9: Berlin


Berlín es una ciudad de contrastes. Lo nuevo y lo antiguo se cruzan por doquier en esta urbe. La ciudad es enorme: en superficie, es cuatro veces la ciudad de Barcelona. Desde la Fernsehturm, a 203,78 metros, no es posible ver el final de la ciudad. El hecho de que fuera arrasada por la guerra varias veces en los últimos doscientos años ha influido mucho en su forma y también en la cultura de sus habitantes. Se trata, a priori de una ciudad abierta, en la que cualquier persona es bienvenida... o esa es la fama que tiene. No obstante, me temo que la crisis económica ha cambiado un tanto las cosas. Si algo me he percatado en mi estancia en Berlín es la creciente hostilidad con la que se recibe allí a los españoles. No muy diferente a la que se percibe entre los españoles acerca de los inmigrantes que llegan de otros países. Lo cual es una pena, pues arruina una reputación que Berlín se había ganado a pulso con lugares como el Centro Tachelles (link en alemán, pero si hacéis click en "history" podréis ver una selección de fotos del edificio).

Aunque es difícil imaginar cómo sería la vida de los berlineses en la época del muro (aunque he visitado dos museos que lo ilustran bastante bien, el DDR Museum y el Museo de la Seguridad del Estado), todavía se notan ligeras diferencias entre ambas ciudades. Principalmente, la abundacia de monumentos en favor del comunismo o la unión soviética en un lado, y la abundacia de centros comerciales en el otro. No obstante, la zona alrededor de Alexanderplatz está llena de vida a cualquier hora del día, y existe un enorme centro comercial, Alexa, en el que se aglutinan las principales marcas internacionales.

Si tuviera que elegir ahora mismo un barrio de Berlín, escogería sin duda Spandau. Con su cercanía a la Museuminsel, y al propio río Spree, su vida nocturna, su cercanía al centro y su aspecto de (como llaman los berlineses) "Disneylandia comunista", es un barrio que me recordó enormemente a Camden en Londres. Por lo tanto, un barrio al que la visita es obligada especialmente para la gente joven.

Finalmente, os propongo dos recomendaciones de cine alemán, para conocer un poco mejor el Berlín antes y después de la caída del muro: "La vida de los otros" y "Good Bye, Lenin!". Vedlas en ese orden, y quedáos con la fotografía. El cambio es sutil, pero se va haciendo cada vez más grande. Aunque todavía no la he visto (y no me atrevo a recomendarla), supongo que si queréis tener un vistazo del Berlín actual, la tercera película con la que deberíais completar el maratón de cine sería "Sin Identidad", que transcurre en la capital alemana.

P.S.: También es recomendable, si pensáis en viajar a la capital alemana o simplemente conocer un poco mejor la ciudad de forma amena que veáis el capítulo que el programa de la Sexta "Planeta Finito" le ha dedicado a Berlín; presentado para la ocasión por Paco León.

domingo, 10 de julio de 2011

El Concursante


A menudo mantenemos el cliché de que el cine español tiene una calidad pésima. Yo suelo contarme entre los que sostienen ese cliché. Tras ver "El Concursante", creo que cambiaré mi opinión. El cine español no es malo. Simplemente está controlado por determinado grupo de cineastas que impiden que películas geniales como esta sean reconocidas (aunque tuvo el Premio de la Crítica en el Festival de Málaga de 2007, y eso fue todo). Esta es la primera crítica que hago sobre una película, y tengo la intención de que no sea la última. No obstante, era de justicia comentarla aquí, especialmente en los turbulentos tiempos en los que vivimos, porque El Concursante ha resultado ser ni más ni menos que una película profética, teniendo en cuenta que fue rodada en 2007, un año antes de que comenzara la mal llamada "crisis económica mundial" que actualmente vivimos. El mensaje de la película es claro: los bancos son insolventes, a pesar de que creamos lo contrario. Y ha resultado ser verdad. Ahora todos los sabemos. Rodrigo Cortés, el genio tras esta película, fue el primero en ver esto.

Comencemos a hablar de la película. En primer lugar una sinopsis del argumento: Martín Circo Martín es un hombre normal. Es profesor adjunto de Economía Política en una universidad española. Nació en Argentina, y vino a España buscando oportunidades. Las encontró. Su vida no es genial, pero está bastante bien. Su novia es guapa, tiene un estupendo amigo, otro profesor de la Universidad, llamado Eloy. Entonces Martín decide hacer algo que cambiará su vida: participar en un concurso, en el cual puede utilizar sus malaprovechados conocimientos de economía. Y gana. 3 millones de euros, a gastar en premios diversos: dos casas, dos coches, un barco, un viaje alrededor del mundo, una avioneta, cuadros, electrodomésticos para, como dice Martín en su humor particular "amueblar la cocina, las tres cocinas y todas las cocinas cuando las cocinas se llenen de aparatos". Pero las cosas se empiezan a torcer. De nuevo, en palabras de Martín, en referencia a su avioneta, aparcada en un aeródromo, "yo no tengo miedo a volar, tengo miedo a estrellarme". Eso nos va a adelantar lo que ocurrirá a continuación. Ser rico es caro. Martín es obscenamente rico, pero no tiene liquidez. Y Hacienda quiere su parte: el 46,8%, tipo al que tributan los premios televisivos. En un año, Martín debe conseguir el 46'8% de los tres millones que ha ganado, con su "sueldo de mierda" (sic) y con todos los gastos que generan sus nuevas posesiones. Su novia Laura tiene la solución: Tiene que pedir un crédito al banco: 600.000 euros (100 millones de las antiguas pesetas) con todos sus bienes como aval. Es rico, ¿no? No. Martín comienza a perder el control de su vida en ese momento, y pronto se dará cuenta de que sus conocimientos de economía están obsoletos. Que ha estado enseñando a sus alumnos una propaganda que es falsa. Y necesitará la ayuda de otro economista: Edmundo Figueroa, "viejo, feo, y disidente", como él se presenta, para poder salir de la trampa que le han hecho.

La película tiene cifras. Muchas cifras. Porcentajes, tipos de interés. Tiene también muchos datos. Martín es bueno recordando datos anecdóticos, y por eso ganó el concurso. El ritmo de la película es inconstante. Como nuestra propia memoria, cuando nos despertamos de un sueño (o una pesadilla), el comienzo es desordenado, caótico. Luego Martín se aclara con sus propios recuerdos, y la película comienza a ganar linealidad. Mientras la cordura de Martín se mantiene intacta. Luego, a medida que esta comienza a debilitarse, comienza a desordenarse, a volverse de nuevo caótica. No obstante, hay un orden subyacente. No fue hasta el final de la película que entendí que la película, desde su inicio hasta su final (que a pesar de vislumbrarse ya al comienzo, no deja de sorprender) presenta la estructura de la "Alegoría de la caverna" de Platón.

El guión es simplemente genial, y no solo por esta "estructura desestructurada", sino porque cada uno de los personajes tiene un encanto maravilloso: Martín, el concursante protagonista interpretado por Leonardo Sbaraglia, hace un papel maravilloso: neurótico, cínico, deprimido, alegre, paranoico, hambriento de conocer la verdad. Humano, ante todo. Es imposible no identificarse con él. Edmundo Figueroa, interpretado por Chete Lera: ordenado, racional, fumador, disidente. Con un mando a distancia para apagar a su madre, una anciana que dedica las 24 horas a ver la televisión sin parpadear. Laura (Myriam Gallego): caprichosa, superficial, manipuladora. Pero que ama a Martín ante todo. A su lado, ofreciendo su consejo... o manipulándole a su favor. Pizarro, el asesor (interpretado por Luis Zahera): inteligente, malhablado, y como buen gallego, con mucho "sentidiño". Incluso los hombres de gris del banco tienen su carisma. Monstruos anónimos, gárgolas de un sistema monstruoso.

Gráficamente, la película está también milimétricamente cuidada, a pesar de no parecerlo. Cada escena está pensada. Los giros de cámara, que hacen mareantes las escenas con Pizarro, el asesor financiero de Martín, llenas de datos y cifras. El enfoque de la cámara desde el cielo, al grito de Martín bajo la lluvia, dirigiéndose a Dios o al espectador, no está claro (¿hay alguna diferencia?): "¡El mayor premio de la historia de la televisión y ni una puta moneda de cincuenta céntimos!" (sic). Y por supuesto, la escena central de la película, en la que Edmundo Figueroa explica a Martín cómo funciona nuestra economía. Esta escena últimamente ha circulado intensamente en Internet, por lo esclarecedora que es del funcionamiento de la economía mundial. Tan simple, que resulta aterradora. La fotografía es también muy cuidada, aunque buena parte de la película sea claustrofóbica. A veces monocroma, a veces llena de color. La mayor parte del tiempo, un claroscuro de luces y sombras, como la caverna mediática en la que Martín, mejo dicho, en la que todos nosotros vivimos.

La banda sonora pasa desapercibida los dos primeros tercios de película. Casi diría que es inexistente. Quizá porque estaba demasiado atrapado haciendo cálculos. De pronto, Martín corre bajo la lluvia, deseperado y la música, como un reflejo de la locura (o la iluminación) de Martín, surge para no marcharse hasta llegar el final. En este tramo, la banda sonora añade el dramatismo perfecto para los últimos compases de la danza macabra que Martín se ha visto obligado a bailar.

Si quisiera ser rebuscado, muy muy rebuscado a la hora de buscar defectos, diría que la película es corta. Dura 82 minutos, que se pasan en un suspiro porque una vez que empieces a verla, no podrás parar. En el momento que tuve que hacerlo y sin querer pulsé el botón de "Stop" en vez de "Pause" del mando del DVD, mi grito de "¡¡¡NOOOOOOO!!!" creo que se oyó en todo el vecindario. Por suerte, el corte fue al comienzo de uno de los capítulos del DVD.

Nota: 10. No os engañéis, es posible que no volváis a ver esta nota en este blog. Aunque "El Club de la Lucha" es mi película favorita, esta la voy a colocar de forma indeterminada entre las tres mejores que he visto en mi vida, pendiente de volver a ver "Origen", otra película muy recomendable.